Informe Desde el Ring – Porretta Terme (Bolonia)
La clase y la elegancia típica de los grandes campeones cubanos, distribuida en un físico escultural de 102 kg para 196 cm: Angelo «El Terrible» Morejon (5-0-0, 5 KO) parece literalmente diseñado para pelear y hacerlo encantando a los espectadores presentes. Este auténtico ciclón tropical que amenaza con sacudir la categoría de los pesos pesados del Continente Europeo, llegó a Italia hace solo un año y medio y ya está en su quinto KO consecutivo como profesional. Claro, los oponentes enfrentados hasta ahora no tenían los medios técnicos para probar realmente sus cualidades, pero los movimientos que el cubano exhibe en el ring auguran un futuro brillante.
Esta vez, la víctima del poder mortal de sus golpes fue el desafortunado boxeador bosnio Belmin Pasalic (2-10-0, 1 KO), noqueado al principio del segundo asalto después de cuatro derribos. El escenario era el pintoresco pueblo de Porretta Terme en la provincia de Bolonia, donde la Pugilistica Alto Reno Michele Adduci, guiada hábilmente por el entrenador en ascenso Emanuele Orlando, organizó un espléndido evento con considerables sacrificios, incluyéndolo en el festival «La ciudad de los niños», que llenó las calles circundantes de mil colores, sonidos y atracciones. Ocho excelentes combates amateurs precedieron los dos combates profesionales programados, con la pelea de Angelo Morejon como el Evento Principal.
Un clima simplemente perfecto para disfrutar de buen boxeo, con la única excepción de la música de fondo exasperante: una reinterpretación instrumental de grandes cantautores italianos que continuó sin parar durante horas, hasta el punto que tarde en la noche, muchos boxeadores y espectadores habrían quemado con gusto los altavoces. Sin embargo, cuando El Terrible finalmente hizo su entrada al ring para la última pelea del evento, la tensión y curiosidad entre la multitud eran palpables, aunque todos eran conscientes de la relativa simplicidad de la tarea y bromeaban en el ring-side sobre si los dos boxeadores durarían más de un asalto.
A pesar de su enorme tamaño, Morejon se movía con gran gracia en el ring, casi bailando sobre sus pies con la naturalidad de un bailarín en el escenario. Pero cuando decidió lanzar un golpe, fue inmediatamente doloroso para su oponente: una brutal combinación de un uppercut derecho y un gancho izquierdo azotó la cabeza de Pasalic, quien colapsó al suelo con la expresión atónita de alguien pensando «¿Qué demonios me golpeó?» Poco después, el bosnio volvió a probar la lona tras un preciso directo derecho al cuerpo, y muchos pensaron que el combate había terminado.
Sin embargo, Morejon decidió darse unos minutos más como protagonista. Aparentemente casi molesto por la facilidad con la que había puesto en crisis a su rival, el cubano levantó el pie del acelerador, mostrando algunas esquivas de alto nivel y permitiendo que el primer asalto terminara sin más sorpresas. En la esquina, sin embargo, el entrenador Orlando lo instruyó rápidamente, pidiéndole que terminara el trabajo en los siguientes treinta segundos. Solicitud seguida de inmediato y facilitada por un Pasalic evidentemente más que satisfecho de haber terminado milagrosamente el primer asalto de pie. El bosnio, poco dispuesto a recibir más golpes pesados, cayó dos veces más en rápida sucesión al principio del segundo asalto, lo que llevó al árbitro a decretar el paro definitivo.
Naturalmente, para probar las verdaderas cualidades de Morejon, para medir sus límites y defectos, y permitirle el crecimiento experiencial indispensable para progresar como boxeador profesional, serán necesarios oponentes más fuertes y agresivos. Pero el joven Riccardo Bizzo, quien ha decidido invertir en el gigante cubano a través de su Italian Ringside Promotion previendo un futuro brillante para él, lo sabe muy bien. El promotor veneciano tiene la intención de subir el listón ya el 26 de octubre, cuando Morejon peleará en Verona en su sexto combate profesional, para allanar el camino para las primeras peleas por el título en 2025.
Lo que hace que uno sea optimista sobre las posibilidades de El Terrible de lograr resultados prestigiosos en el futuro es la gran humildad del joven, consciente de la importancia del trabajo en el gimnasio y de sus márgenes de mejora. De un boxeador cubano que ya ha disputado cientos de combates amateurs en su país natal, cruzando guantes con leyendas vivientes como su compatriota Julio Cesar la Cruz, uno podría esperar una cierta presunción. Por el contrario, Morejon escucha atentamente los consejos de su entrenador e intenta ponerlos en práctica. La mejor frase sobre la gestión de un boxeador con un potencial tan alto la dice el propio entrenador Emanuele Orlando: «Ángelo y yo crecemos juntos, aprendiendo uno del otro».
En el único otro combate profesional del evento, el emergente pegador local «Italian Tank» Danilo Barile (2-0-0) ganó por puntos al duro Yuri Zanoli (3-16-1, 3 KO) tras seis asaltos encendidos. Los dos se batieron a un ritmo vertiginoso, y solo la increíble solidez de Zanoli impidió que el ídolo local encontrara el KO.