¡Enero: el mes de los grandes campeones!

Nací en enero y el boxeo ha estado en mi sangre durante buena parte de mi vida. No fui una campeona, pero lo que sí sé es que el Noble Arte ilumina mi camino desde hace tiempo. No creo en los horóscopos ni en el destino. No creo que baste con haber nacido bajo una estrella afortunada o con haber sido bendecido por la madre naturaleza para lograr el éxito en el deporte, como tampoco en la vida. Más bien, creo que son el sudor, el sacrificio y la férrea disciplina los que realmente permiten alcanzar resultados. Sin embargo, una curiosa coincidencia llamó mi atención.

Revisando el calendario por mera curiosidad, noté que el gran campeón de los pesos pesados Smokin’ Joe Frazier (12 de enero) nació el mismo día que yo. ¡Qué honor, pensé! Ojalá pudiera tener aunque fuera una pizca de su inmenso talento. Pero ese no es el punto. Mi curiosidad me llevó a seguir explorando el almanaque. A pocos días de diferencia, encontré a otros dos de los más grandes exponentes en la historia de la categoría reina: el increíble «Big» George Foreman (10 de enero) y el único e inigualable «The Greatest» Muhammad Ali (17 de enero).

¡Qué casualidad!, me dije. En la misma semana, en el mismo mes afortunado, aunque con años y kilómetros de distancia entre ellos, el destino trajo al mundo a tres gigantes del boxeo. Por orden cronológico, en 1942, en Louisville, Kentucky, nació Cassius «Marcellus» Clay Jr., quien a los 22 años, tras su conversión al Islam, se convirtió en Muhammad Ali: talento, carisma, inconformismo y un espíritu de lucha dentro y fuera del ring. En 1944, en Beaufort, Carolina del Sur, nació Joseph William Frazier, conocido como Joe, quien se acercó al boxeo casi por casualidad y terminó convirtiéndose en uno de los púgiles más espectaculares, agresivos y emocionantes de su época, tal como lo había predicho su tío. Finalmente, en 1949, en Marshall, Texas, nació «Big» George Foreman, el rudo chico de la calle que encontró en el boxeo su redención, convirtiéndose en el «gigante amable» del ring.

En la década de los 70, sus caminos se cruzaron realmente. Protagonizaron batallas épicas que siguen grabadas en la memoria de los aficionados, dos de ellas, además, ocurridas en enero (los días 22 y 28). Desde la legendaria trilogía entre Frazier y Ali—que comenzó con la espectacular victoria de Smokin’ Joe en el Madison Square Garden de Nueva York en 1971, siguió con la dulce venganza de Ali en la revancha un año después y culminó con el triunfo de The Greatest en la brutal Thrilla in Manila—hasta los dos impactantes combates entre Foreman y Frazier en 1973 y 1976, en los que el despiadado gigante del ring se impuso con autoridad, la primera vez de manera sorpresiva y la segunda demostrando que era una verdadera pesadilla para Joe. Y, por supuesto, el inolvidable Rumble in the Jungle entre Ali y Foreman en 1974, una de las peleas más significativas y grandiosas de todos los tiempos, en la que el retador de Kentucky sorprendió al mundo al noquear al campeón texano, hasta ese momento considerado el boxeador más dominante del planeta.

Pero eso no es todo. Enero también vio nacer a uno de los pesos pesados más elegantes, Floyd Patterson (4 de enero); al sudafricano «Sniper» Corrie Sanders (7 de enero), que tuvo su momento entre los grandes; y a varias leyendas que brillaron en múltiples divisiones, como el puertorriqueño «Tito» Felix Trinidad (10 de enero), «The Executioner» Bernard Hopkins (15 de enero), el relampagueante Roy Jones Jr. (16 de enero) y «The Baby-Faced Assassin» Marco Antonio Barrera (17 de enero). La lista de este mes parecía interminable.

Y aún hay más: el excampeón crucero Mairis Briedis (13 de enero), el actual rey indiscutido de los pesados Oleksandr Usyk (17 de enero), los excampeones mundiales del peso superligero Bruno Arcari (1 de enero), Viktor “The Iceman” Postol (16 de enero), Ruslan “The Russian” Rocky Provodnikov (20 de enero) y Patrizio Oliva (20 de enero), el despiadado emperador ruso del semipesado Artur Beterbiev (21 de enero), el legendario mexicano Salvador Sanchez (26 de enero) y, por último, uno de los púgiles más laureados de Italia, Michele Piccirillo (29 de enero), quien, por cierto, cumplió 55 años hace apenas dos días.

En fin, ¡qué hermoso mes el que elegí para venir al mundo! No sé si esto me traerá buena fortuna en la vida, pero sí sé algo: como dijo el Dalai Lama, “No existen hombres nacidos bajo estrellas buenas o malas, solo hombres que saben o no saben leer el cielo estrellado.”

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