El combate más interesante del próximo fin de semana, teniendo en cuenta el valor de los boxeadores involucrados, lo que está en juego y el equilibrio esperado en el ring, será la unificación de los títulos mundiales de peso supermosca de la IBF y la WBA entre el japonés Kazuto Ioka (31-2-1, 16 KO) y el argentino Fernando Daniel “Pumita” Martínez (16-0-0, 9 KO). Los dos se enfrentarán el domingo en el Kokugikan de Tokio, con la caminata hacia el ring prevista para las 14:00 horas italianas.
Kazuto Ioka: un manual viviente de técnica boxística
Si en el boxeo contaran exclusivamente las cualidades técnicas, Kazuto Ioka sería uno de los más grandes campeones de todos los tiempos. El boxeador japonés hace prácticamente todo como prescrito por los mejores manuales: su guardia es compuesta y sólida, sus movimientos se realizan sin nunca desequilibrarse, sus golpes se lanzan siguiendo las trayectorias internas correctas. Cada acción que el japonés realiza en el ring haría orgulloso al más exigente de los entrenadores por la pericia con la que se ejecuta y el excelente palmarés que ha logrado hasta hoy es el justo premio por tales habilidades reconocidas. Si el nombre de Ioka hoy no se menciona junto al de otros grandes exponentes del boxeo japonés contemporáneo como Naoya Inoue o Junto Nakatani, es solo porque sus cualidades físicas, aunque ciertamente buenas, no alcanzan la excelencia de las técnicas mencionadas anteriormente. En términos de reactividad, ritmo, velocidad de ejecución y fuerza bruta, Ioka está un peldaño por debajo de los superdotados de este deporte. Esto a veces lo ha llevado a tener dificultades contra oponentes menos talentosos que él, pero hábiles en hacer el combate caótico y físicamente agotador, como sucedió hace año y medio en el primer enfrentamiento con Joshua Franco.
Fernando Martínez: la furia desatada venida de la nada
Cuando Fernando Martínez subió al ring del Cosmopolitan de Las Vegas en febrero de 2022 para enfrentar al renombrado campeón filipino Jerwin Ancajas, para muchos era un perfecto desconocido destinado a ser la víctima sacrificada. “Pumita” dejó, sin embargo, al mundo entero boquiabierto dominando de principio a fin al respetado rival y apoderándose de la cintura mundial de la IBF con autoridad. Caracterizado por un físico muy compacto, con sus solo 157 centímetros de estatura, Martínez no basa su fuerza en la técnica y la elegancia. Sus golpes son torpes e imperfectos, su postura es tosca y elemental, pero en el ring el argentino es una auténtica furia desatada, extremadamente difícil de contener. Los dos elementos clave de su repertorio son la extrema reactividad de piernas y brazos y el ritmo que es capaz de imponer en los combates. Por cada golpe significativo que Ancajas lograba conectar en los dos combates perdidos contra Martínez, se veía llegar cuatro o cinco en rápida sucesión, quedando literalmente ahogado por la acción incesante del rival. Más recientemente, otro filipino, Jade Bornea, recordado tristemente por los aficionados italianos por el brutal KO infligido a Mohammed Obbadi, logró mantener el combate equilibrado contra Martínez durante siete asaltos, pero lo hizo a costa de un gasto de energía inhumano para luego colapsar por completo.
¿Qué sucederá? ¡La predicción de Boxe Punch!
Cuando se enfrentan dos boxeadores cuyos puntos fuertes son tan diametralmente opuestos como en el caso de Kazuto Ioka y Fernando Martínez, se vuelve absolutamente fundamental y a menudo determinante lograr llevar el combate a su propio terreno preferido, obligando al oponente a debatirse como un pez fuera del agua. Teniendo en cuenta las características de los protagonistas, parece evidente que Ioka tiene todas las ventajas del mundo en mantener los ritmos bajos: siendo ciertamente superior en el uso de los golpes directos y en el boxeo a larga distancia, el japonés tendría una vida fácil en un enfrentamiento de pura técnica sin intercambios vertiginosos. Sin embargo, para imponer un escenario similar al atleta argentino, habría que dispararle… No cabe duda de que Martínez buscará de todas maneras acosar al rival, llegar al contacto y desatarse de cerca con sus combinaciones a dos manos, quizás poco ortodoxas pero ciertamente efectivas. Por lo tanto, Ioka, para poder mantener a raya al adversario, deberá disputar un combate extremadamente exigente, moviéndose mucho sobre las piernas e imprimiendo notable potencia en sus golpes para hacer peligroso y poco atractivo para Martínez la tarea de acortar la distancia. Siendo el japonés un boxeador mucho más experimentado y equipado que el desafortunado Bornea, es posible que durante un cierto número de asaltos logre la hazaña y llegue al último tercio del combate en ventaja en las tarjetas. Sin embargo, la mayor frescura atlética de Pumita, dos años más joven y con muchos menos combates en su haber, podría convertir en infernal la última porción del desafío para el ídolo local. Siempre caracterizado por un coraje leonino, Ioka, si es necesario, no se echará atrás en el combate cuerpo a cuerpo y responderá golpe por golpe. La sensación de quien les escribe, sin embargo, es que la mayor inclinación al enfrentamiento cercano por parte de Martínez, unida a su vigor atlético, le permitirá protagonizar un final en ascenso, suficiente para convencer al menos a un par de los miembros del jurado a expresarse a su favor. Por lo tanto, predigo una victoria de Fernando Daniel Martínez por Split Decision.