Este sábado, en la cartelera previa al esperado choque entre los invictos semipesados Benavidez y Morrell, estará en juego el título mundial WBC de peso pluma con Brandon Figueroa enfrentando a Stephen Fulton en la T-Mobile Arena de Las Vegas. Se trata de una fascinante revancha de su combate de noviembre de 2021 en la categoría de peso supergallo. En aquella ocasión, Fulton se impuso por decisión mayoritaria tras una batalla sin cuartel, pero las valoraciones de las casas de apuestas y de muchos expertos parecen presagiar un desenlace diferente esta vez.
¿Cómo logró entonces Brandon Figueroa convertirse en el favorito, a pesar de haber salido derrotado en el primer enfrentamiento? La respuesta está completamente en lo que los angloparlantes llaman «momentum», y se vuelve evidente al analizar lo que ambos boxeadores han hecho desde entonces hasta hoy.
Figueroa ha encadenado tres victorias convincentes consecutivas, dos de ellas antes del límite, y parece haber encontrado en el peso pluma su categoría ideal. Fulton, en cambio, sufrió una catastrófica derrota por KO en Japón a manos del fenomenal Naoya Inoue y, desde entonces, solo ha subido al ring una vez, logrando una apretada y controvertida victoria por decisión dividida contra Carlos Castro en un combate en el que incluso visitó la lona.
Lo que hace especialmente preocupante esta racha poco inspiradora es que Fulton, debido a sus características, necesita desesperadamente estar al máximo en motivación y determinación para competir al más alto nivel. Al no haber sido dotado por la naturaleza con un golpeo lo suficientemente potente ni con un estilo de técnico puro, «Cool Boy» debe compensar estas carencias con su carácter y actitud.
El primer combate contra Figueroa fue emblemático en este sentido. Enfrentado a un rival físicamente más grande, que avanzaba como un tanque absorbiendo golpes e intentando arrollarlo, Fulton realizó una actuación generosa y exigente, legitimando su triunfo en los dos intensos asaltos finales. A pesar del desgaste, fue él quien mostró en los últimos seis minutos esa sed de victoria que distingue a los grandes campeones.
Sin embargo, ese frenético final de combate constituye un nuevo elemento de duda sobre las posibilidades de Fulton de repetir su victoria este sábado. Brandon Figueroa tiene una estructura física imponente incluso para los pesos pluma, y es razonable suponer que, para mantenerse dentro del límite del peso supergallo, sometía su cuerpo a grandes sacrificios. Si esto le restó brillo en los asaltos finales hace tres años, su nueva categoría de peso podría permitirle cerrar la revancha con más energía.
En definitiva, varios factores parecen indicar que en la T-Mobile Arena de Las Vegas presenciaremos un triunfo del texano «Heartbreaker», y si tuviera que hacer un pronóstico, también me inclinaría en esa dirección. Sin embargo, debo confesarles con total honestidad que, más que nunca, espero estar equivocado.
Stephen Fulton encarna a la perfección lo que más me gusta del espíritu guerrero de los boxeadores. Sin poseer un golpe de KO ni dominar las habilidades técnicas necesarias para neutralizar a sus rivales con jabs, fintas y movimientos, el estadounidense ha tenido que ingeniárselas asalto tras asalto para encontrar la forma de ganar, y salvo en una ocasión, siempre lo ha logrado.
El mundo del boxeo le ha dado un poco la espalda tras el KO sufrido ante Inoue, y eso me hace sentir aún más simpatía por él, ya que el japonés es un fuera de serie, de esos que nacen una vez cada treinta o cuarenta años, y no hay nada deshonroso en no haberlo vencido, especialmente para alguien que tuvo el valor de viajar a Japón y enfrentarlo en una arena en llamas.
En pocos días sabremos si el destino actuará de manera racional, dándonos el desenlace más previsible en función de los elementos que tenemos sobre la mesa, o si, como a veces ocurre en el mágico mundo del Noble Arte, la lógica será arrasada por el fuego interior indomable de un boxeador decidido a desafiar todos los pronósticos.