Un Hitchins sobresaliente domina a Kambosos y lo noquea en ocho asaltos

PorMario Salomone

Jun 15, 2025 #IBF

Fue una actuación rozando la perfección la que permitió al campeón mundial superligero de la IBF, Richardson Hitchins, conservar su cinturón al noquear en ocho asaltos al retador australiano George Kambosos Jr. El estadounidense fue protagonista de un auténtico recital, dominando sin dificultades el combate estelar de la velada organizada por Matchroom Boxing de Eddie Hearn en el Madison Square Garden Theater de Nueva York.

La ilusión de los aficionados de Kambosos de que su ídolo pudiera protagonizar un combate parejo duró apenas dos asaltos. El retador australiano se mostró enérgico y decidido en el inicio, conectando con buena frecuencia su jab de izquierda al cuerpo y aprovechando el enfoque muy conservador del campeón.

Sin embargo, Hitchins empezó a mostrar su superioridad técnica ya en el segundo asalto, en el que, sin abrirse demasiado, conectó los golpes más claros, utilizando con maestría su excelente jab y cerrando el episodio con un buen gancho al rostro justo sobre la campana.

A partir del tercer asalto, el combate se volvió esencialmente un monólogo. Hitchins fue dejando de lado la prudencia inicial, soltó las manos sin reservas y encontró el blanco con creciente frecuencia gracias a su precisión extraordinaria.

Como era de prever, Kambosos se encontró completamente desarmado al intentar superar al rival en cuanto a elección de tiempo y uso del jab, y tras ser dominado durante varios minutos, recibió también un derechazo en la sien en el quinto asalto que lo dejó tocado. Hitchins no logró terminar la pelea en ese momento, pero sometió al rival a un intenso bombardeo que lo dejó visiblemente apurado.

El retador comprendió que sus opciones de victoria se estaban desvaneciendo y reaccionó intentando cargar con todo en la primera parte del sexto asalto, buscando desesperadamente un golpe de nocaut. No obstante, sus generosos intentos quedaron en nada, dejándolo aún más cansado y expuesto a los ataques del campeón.

Hitchins continuó con su obra de demolición de forma meticulosa, y cuando se dio cuenta de que ya no tenía nada que temer, tras haber ablandado suficientemente al rival, aumentó el ritmo hasta encontrar la conclusión anticipada. Esta llegó gracias a una espléndida combinación: un recto de derecha al rostro seguido de un uppercut de izquierda al cuerpo en el octavo asalto.

Acertada la decisión del árbitro Michael Griffin, que no permitió a Kambosos continuar tras ver su expresión de intenso dolor. El australiano se había levantado antes del final de la cuenta, pero ya estaba completamente agotado e incapaz de ofrecer resistencia.

Aunque ampliamente esperada, la victoria de Hitchins fue aún más brillante y contundente de lo previsto. El estadounidense rozó la perfección, brindó espectáculo, se expuso muy poco y demostró una confianza en sus capacidades realmente impresionante. Con 27 años y nacido en Brooklyn, ahora puede aspirar legítimamente a liderar una división superligera cuyas jerarquías cambian con gran frecuencia e imprevisibilidad.

Para el australiano Kambosos, de 32 años, tal vez haya llegado el momento de lamerse las heridas y hacer una pausa para reflexionar. Ha perdido cuatro de sus últimos seis combates y, tras la derrota ante Vasyl Lomachenko, ha sufrido ahora otra dura paliza en el plano físico. Si quiere seguir persiguiendo el difícil sueño de coronarse campeón del mundo por segunda vez, lo más sensato sería disputar algunos combates menos exigentes para recuperar la confianza en sí mismo.

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