En el Prudential Center de Newark, durante el combate de respaldo del evento organizado por Top Rank, el brasileño Robson Conceicao (19-2-1, 9 KO) sorprendió al destronar al campeón mundial superpluma del WBC, O’Shaquie Foster (22-3-0, 12 KO), ganando por Decisión Dividida. Sin embargo, el veredicto dejó profundamente perplejos a muchos expertos, ya que Foster había dado la impresión de ganar el combate de manera bastante clara. Las puntuaciones oficiales fueron: 116-112 para Foster, 115-113 para Conceicao y 116-112 para Conceicao.
Desde los primeros compases se hicieron evidentes las notables diferencias entre los enfoques tácticos adoptados por los dos boxeadores. Conceicao, dueño del centro del ring desde el inicio, se centró como de costumbre en la cantidad, exhibiendo su alto ritmo de trabajo habitual y privilegiando los golpes directos. Foster, por su parte, se movía rápidamente sobre sus pies, mostrando una gran concentración defensiva y confiando en acciones ofensivas más esporádicas pero también más eficaces y explosivas. Comenzando a menudo desde demasiado lejos, el retador tuvo enormes dificultades para encontrar la distancia adecuada, siendo continuamente desviado por los pasos hacia atrás y las flexiones de torso del campeón.
Conceicao tuvo sus mejores momentos en la fase central del combate, cuando un Foster excesivamente conservador le dejó toda la iniciativa, limitándose a pocas acciones de contraataque. Ni siquiera en este escenario el brasileño logró hacer mucho: el único golpe con el que lograba conectar de vez en cuando era el jab izquierdo al cuerpo, pero al menos su presión voluntariosa y su dedicación, contrastadas con la reticencia de Foster a mover las manos, hacían aceptable otorgarle algunos puntos.
Sin embargo, el campeón recuperó firmemente el control a partir del octavo asalto, aprovechando las aberturas que Conceicao le concedía durante sus avances infructuosos para conectar golpes limpios y repentinos, con una admirable alternancia de directos, ganchos y uppercuts. El estadounidense no incrementó drásticamente la intensidad de su acción, pero boxeó con mayor determinación y confianza, tanto que el lenguaje corporal de los dos boxeadores mostraba claramente la tranquilidad del campeón y la inquietud del retador.
Un Conceicao aparentemente muy cansado dio todo de sí mismo en el último asalto, tratando desesperadamente de cambiar el resultado de un combate que parecía decidido, pero sus generosas ráfagas fueron fácilmente eludidas por un Foster convencido de haber hecho ya lo suficiente para asegurar el veredicto. Sin embargo, las increíbles tarjetas oficiales, una vez hechas públicas, mostraron que el último asalto habría sido crucial para que el estadounidense lograra un empate y conservara su cinturón. Como se mencionó al inicio de este informe, no estoy de acuerdo: mi puntuación es de 116-112 a favor de Foster, quien ahora merece recibir una revancha lo antes posible para vengarse de la injusticia sufrida.