¿Cuántas carreras deportivas se han arruinado antes de tiempo por causas que poco tienen que ver con el deporte? Muchas, demasiadas: cada disciplina tiene sus «campeones perdidos» y sus «reinos interrumpidos», a veces debido a eventos incontrolables y otras veces por culpa del propio atleta. El boxeo, naturalmente, no es la excepción, y a menudo los aficionados de todas las edades se encuentran imaginando una historia alternativa para sus ídolos, detenidos por el destino adverso o por sus propios excesos. Aquí está nuestro ranking especial de los diez mayores arrepentimientos en la historia del boxeo.
10) Laszlo Papp
Después de ganar el oro en tres Juegos Olímpicos consecutivos, este campeón húngaro también encontró la gloria como profesional al conquistar el título europeo de peso medio y defenderlo seis veces. Cuando estaba a punto de luchar por el título mundial que tenía Joey Giardello, Papp fue obligado a retirarse por el régimen socialista húngaro, que hasta ese momento había autorizado sus combates. En 1991, la WBC lo nombró el mejor boxeador amateur y profesional de todos los tiempos. Habría sido increíble verlo campeón del mundo.
9) Mike Tyson
Iron Mike divide a los críticos: algunos lo consideran un fenómeno mediático, glorificado por el marketing más allá de sus méritos reales; otros lo ven como un fuera de serie limitado en sus resultados por su frágil psique y las circunstancias adversas. El primer grupo cuestionará su presencia en esta lista, mientras que el segundo lo pondría en primer lugar. Sea cual sea la verdad, habría sido interesante ver lo que habría logrado Mike con Cus D’Amato siempre a su lado, tal vez sin los años de prisión que interrumpieron su carrera.
8) Odlanier Solis
Había una vez un grandote cubano de La Habana que, como boxeador amateur, ganó prácticamente todo: 6 campeonatos nacionales, 2 juegos panamericanos, 3 mundiales y una Olimpiada. 347 victorias de 359 combates, 2 de 3 contra el legendario compatriota Félix Savón. Se llamaba Odlanier Solis y competía en el límite de los 91 kg, pero después de su triunfo olímpico comenzó a ganar peso y nunca dejó de hacerlo. En su debut profesional, ya pesaba 117 kg: el campeón ágil y veloz de antaño ya no existía, y muchos se preguntan lo que podría haber logrado.
7) Roberto Balado
Todos los grandes amateurs que decidieron no pasarse al profesionalismo son una decepción para los amantes del boxeo. Sin embargo, en este caso nunca sabremos si habría desertado del régimen cubano o no: Balado, ya tres veces campeón mundial y campeón olímpico en la categoría de superpesados, murió a los 25 años en un accidente en un paso a nivel en La Habana. Dominador absoluto de los Juegos Olímpicos de Barcelona, era el favorito para los de Atlanta. ¿Qué otros logros habría alcanzado?
6) Tony Ayala Jr.
Este temible pegador mexicano tenía todo para llevar a cabo una carrera extraordinaria. Desafortunadamente, además de ser una bestia en el ring, donde llegó a escupir a un oponente después de derribarlo, Ayala era una bestia también fuera del cuadrilátero. Cuando su primera pelea por el título mundial ya estaba programada, violó a una mujer y fue condenado a 16 años de prisión. Bob Arum dijo de él: «Es el boxeador joven más fuerte que he visto en mi vida», mientras que Angelo Dundee no tenía dudas de que se convertiría en campeón.
5) Edwin Valero
27 combates, 27 victorias, 27 KOs. Un récord monstruoso, fruto de un poder arrollador y una agresividad sin igual, destinado a terminar en el mejor momento. Rescatado de la pequeña delincuencia por el boxeo cuando era niño, Valero estaba a un paso de un combate millonario contra Manny Pacquiao cuando su psique, que ya había mostrado signos de fragilidad en el pasado, colapsó definitivamente. El venezolano apuñaló a su esposa de 24 años y al día siguiente se quitó la vida ahorcándose en su celda.
4) Dmitry Pirog
Cuando este ruso de brazos larguísimos y estilo inusual apareció en los cuadriláteros estadounidenses, la prensa de ese país sabía poco sobre él. Los comentaristas de HBO esperaban una victoria convincente del talentoso Daniel Jacobs y quedaron boquiabiertos cuando Pirog lo noqueó con un derechazo devastador en el quinto asalto. Con un futuro brillante por delante y listo para enfrentarse al entonces emergente Gennady Golovkin, Pirog tuvo que retirarse por problemas físicos insuperables.
3) Ike Ibeabuchi
Físico imponente, puños mortales, habilidades atléticas impresionantes: el nigeriano era una máquina diseñada para destruir. Su combate contra David Tua, con los 1.730 golpes lanzados por ambos pugilistas, es uno de los más espectaculares de todos los tiempos. Sin embargo, después de esa pelea, Ike comenzó a perder la cordura. Primero se estrelló contra un pilar, dejando discapacitado al hijo de una exnovia, y luego fue arrestado por intento de agresión sexual, pasando 15 años en prisión. ¿Qué habría logrado contra campeones como Lennox Lewis y Evander Holyfield?
2) Stanley Ketchel
Puede parecer extraño hablar de arrepentimientos al referirse a quien es considerado uno de los pesos medios más fuertes de todos los tiempos. Sin embargo, a pesar de su carrera legendaria, incluyendo el derribo infligido al campeón de peso pesado Jack Johnson, Ketchel todavía tenía una vida por delante cuando fue asesinado brutalmente a los 24 años. 46 de sus 49 victorias llegaron por KO, y quién sabe cuántos más habría noqueado si una bala no lo hubiera llevado.
1) Salvador Sanchez
Conquistar el título mundial, defenderlo nueve veces, vencer antes del límite a un campeón extraordinario como Wilfredo Gómez, pero sobre todo lograr todo esto habiendo vivido apenas 23 años. Sánchez lo consiguió y quién sabe qué otras hazañas maravillosas nos habría regalado si un maldito accidente de coche no hubiera truncado su vida en pleno apogeo. Poderoso, rápido, con una técnica de primer nivel y un excelente sentido del tiempo, el mexicano era considerado por todos un predestinado. No haberlo visto expresar todo su potencial es, en nuestra opinión, el mayor arrepentimiento en la historia del boxeo.