La pelea más importante del pasado fin de semana fue, sin duda, Gervonta Davis vs. Lamont Roach Jr. Tras doce asaltos extremadamente parejos, en mi opinión, el empate fue una decisión justa, aunque dejó un toque de amargura debido al error del árbitro, quien se convirtió en protagonista durante todo el combate.
En el noveno asalto, si hubiera tenido el valor de aplicar el reglamento, sancionando oficialmente a Gervonta o iniciando la cuenta, sin duda habría encaminado la victoria hacia Lamont Roach Jr.
Los primeros seis asaltos fueron muy equilibrados, con Davis limitándose a controlar a su rival, girando a su alrededor sin tomar la iniciativa ni ocupar el centro del ring. Boxeaba al contragolpe, tratando de limitar las acciones de su oponente con golpes de precisión, esquivando y contraatacando.
Desde el séptimo hasta el noveno asalto, el campeón finalmente mostró algo de agresividad, pero sin éxito, ya que sus golpes eran absorbidos por los brazos del retador. A partir del inicio del noveno asalto, fue Roach quien impuso el ritmo y tomó la iniciativa, destacándose por la cantidad de golpes conectados.
Y fue precisamente en el noveno asalto donde ocurrió un giro inesperado que dejó un sabor amargo: Davis apoyó la rodilla en la lona y luego se dirigió a su esquina por su cuenta, sin ninguna indicación del árbitro.
Aquí se cometió un error gravísimo: según el reglamento, cuando un boxeador pone la rodilla en la lona, el árbitro debe hacer la cuenta, pero esto no sucedió. Otro error: Davis se dirigió voluntariamente a su esquina para que le secaran el rostro.
Para corregir su error anterior, el árbitro podría haber sancionado a Davis con la deducción de un punto por conducta antideportiva. Nada de esto ocurrió, por lo que los jueces solo pudieron asignar el puntaje asalto por asalto, otorgando un punto a favor de uno u otro boxeador hasta el duodécimo round.
Me pareció un combate monótono, sin que ninguno de los dos mostrara una clara superioridad. El campeón se limitó a controlar, mientras que el retador nunca tomó la iniciativa con decisión para demostrar su superioridad.
¿Se puede considerar a Gervonta Davis una verdadera superestrella del boxeo internacional en este momento? ¿Está sobrevalorado debido a la elección de sus rivales? ¿Quizás su verdadero nivel sigue siendo una incógnita por no haberse medido con peleadores de una categoría superior?
En mi humilde opinión, Gervonta Davis, desde que se convirtió en Campeón Mundial, ha sido un boxeador espectacular de ver, demoliendo a sus rivales con autoridad y clase. Sin embargo, la gestión de Floyd Mayweather hizo que nunca le asignaran oponentes que pudieran ponerlo en serios aprietos.
Esto hizo que su fuerte carácter explotara, creando un personaje arrogante. Y cuando cambió de gestión confiando en PBC, su nivel de protección aumentó aún más, llevándolo a enfrentar rivales mediocres, sin la calidad ni la estructura física para igualarlo.
En mi opinión, el camino correcto para él sería subir de categoría y enfrentarse a boxeadores y campeones que puedan ponerlo a prueba y sacar a relucir al verdadero Davis en combates competitivos y de alto nivel.
Volviendo al análisis de su última pelea, encontré su esquina inadecuada y muy distraída, sin ponerse de acuerdo sobre quién debía darle indicaciones a Davis en cada asalto o quién debía asistirlo con el agua, el protector bucal o la aplicación de vaselina en su rostro.
Tal vez la explicación más probable sea que Davis no se preparó adecuadamente, subestimando a su rival, quizá porque no lo consideraba de su nivel debido a la falta de nombres de renombre en su historial. Esto explicaría por qué, a lo largo de los doce asaltos, Roach sorprendió a Davis con su fortaleza física y su hambre de victoria.
Considero justa una revancha, donde realmente se podrá ver el verdadero nivel de Gervonta. Una vez que salde cuentas con Roach, creo que debería subir de categoría y enfrentarse a los mejores, para finalmente cambiar de marcha y recuperar todo su esplendor.