Crónica desde el ringside – San Bonifacio (VR)
La tercera fue la vencida. Después de dos intentos fallidos de recuperar el título italiano del peso superwélter, que ya había sido suyo en 2021, Damiano Falcinelli lo consiguió. En el combate estelar del evento organizado por Italian Ringside Promotion de Riccardo Bizzo en el PalaFerroli de San Bonifacio, el púgil romano se impuso a un inquebrantable Mohammed Graich, ganando por puntos tras diez asaltos llenos de emoción y acción. Los tres jueces coincidieron plenamente, otorgando a Falcinelli una ventaja de tres puntos (96–93).
Graich pareció empezar con buen pie, adueñándose del centro del ring y tratando de imponer el ritmo en el primer asalto, pero la primera sorpresa no tardó en llegar. En plena ofensiva, el pupilo de Meo Gordini quedó mal posicionado y fue sorprendido por un potente jab de izquierda de su rival que lo mandó a la lona. No fue una caída contundente, pero sí decisiva para que Falcinelli tomara el control del combate.
Impulsado por ese inicio favorable, el boxeador del Lacio imprimió un ritmo vertiginoso, protagonizando en los primeros cuatro asaltos terribles ofensivas a dos manos que pusieron a Graich en serios apuros. El atleta de origen marroquí estuvo varias veces al borde de un nuevo conteo, sobre todo cuando recibía ganchos a la sien lanzados con máxima potencia, pero resistió heroicamente sin ceder.
Solo a partir del quinto asalto Graich dio señales de recuperación, iniciando fuerte y terminando con gran coraje, aunque una vez más el mejor golpe del round fue de Falcinelli: un durísimo gancho de derecha que hizo estremecer al público.
La impresionante exuberancia física del guerrero laziale, muy difícil de contener cuando lanzaba sus combinaciones, siguió destacando hasta que un desafortunado choque de cabezas al final del sexto asalto le abrió un profundo corte en el rostro, provocándole una abundante hemorragia.
Quizá afectado por la herida o tal vez agotado por el gran gasto de energía, el romano redujo la intensidad, permitiendo a Graich reaccionar y acercarse en las tarjetas. El boxeador local mostró su mejor versión en el octavo y noveno asalto, conectando numerosos golpes sin descuidar la defensa.
El décimo y último asalto fue espectacular y dramático. La salida furiosa de Falcinelli, la valiente réplica de Graich, la súbita y devastadora ofensiva del primero y el emotivo intento final del segundo hicieron vibrar al público, cerrando de manera magnífica un gran combate.
La decisión del jurado fue justa. Falcinelli tomó clara ventaja en la primera mitad del duelo, desestabilizando al rival con su ritmo infernal. Luego tuvo que resistir los valientes intentos de Graich y sobreponerse a la sangre que le cubría el rostro, pero lo hizo con maestría, demostrando una excelente condición física y sacudiendo nuevamente al adversario en el último round.
Graich lamentará, sin duda, la distracción inicial que complicó el combate en el aspecto psicológico. Tal vez no esperaba un comienzo tan agresivo de su oponente y recibió demasiados golpes duros en los primeros asaltos como para poder remontar después. Aun así, merece todo el reconocimiento por haber luchado con valentía hasta el último instante.
