Sorprendente desenlace en el Estadio de Wembley: Daniel «DDD» Dubois pulverizó a su compatriota Anthony «AJ» Joshua en solo cinco asaltos, logrando la victoria más importante de su carrera y consolidándose como campeón mundial de los pesos pesados de la IBF. Una victoria conseguida contra la gran mayoría de los pronósticos y de manera arrolladora: Joshua sufrió tres conteos antes de un terrible KO.
Desde el primer asalto quedó claro que el campeón reinante no sentía ningún respeto reverencial hacia su rival más renombrado. Dubois adoptó una estrategia agresiva, abriéndose camino con un excelente jab de izquierda y buscando de inmediato el combate cuerpo a cuerpo, sin preocuparse por los posibles riesgos.
Joshua, en cambio, parecía más dispuesto a manejar la situación, pero al final del primer asalto cometió un error técnico garrafal que resultó ser el principio de su fin. Tras un intercambio, dejó la guardia completamente baja y fue sorprendido por un violento derechazo de Dubois, lanzado con toda su potencia, que lo alcanzó en la punta del mentón y lo envió a la lona.
Salvado literalmente por la campana, Joshua intentó recuperar la claridad durante la pausa, pero un minuto no fue suficiente. El segundo asalto fue un dominio total de Dubois sobre un Joshua que parecía aturdido y vulnerable, constantemente al borde del colapso.
El favorito de la víspera intentó desesperadamente recurrir al clinch en el tercer asalto, agarrando a su oponente cada vez que Dubois se acercaba, pero nuevamente, pocos segundos antes del final de los tres minutos, dejó un hueco demasiado tentador para no ser aprovechado. Dubois hizo que las piernas de Joshua se tambalearan con un tremendo gancho de izquierda a corta distancia y luego lo acorraló contra las cuerdas, castigándolo con una ráfaga de golpes: otro knockdown y otra campana providencial.
Joshua estaba tan desorientado que cayó dos veces por sí solo al comienzo del cuarto asalto, con el árbitro Marcus McDonnell sancionando la primera caída con un tercer conteo. Durante los tres minutos restantes, el ex campeón olímpico solo intentó sobrevivir, salvo una extraña provocación cuando le señaló a Dubois el banco donde debía sentarse al final del asalto.
El desenlace fue el colofón perfecto para un combate explosivo. Casi como un rayo en cielo despejado, en el primer minuto del quinto asalto, Joshua logró conectar un potente derechazo que, por primera vez, puso en aprietos al campeón, obligándolo a retroceder hacia las cuerdas.
AJ se lanzó imprudentemente al ataque, conectando otros dos derechazos al rostro, pero Dubois mantuvo la calma y sus reflejos intactos. Después de recibir el tercer golpe, respondió inmediatamente con un derechazo de contragolpe.
En este punto, Joshua cometió el último error monumental de su noche de pesadilla. Al no darse cuenta de que ya no había margen para continuar el ataque, intentó lanzar un improbable uppercut de derecha desde media distancia, dejando una auténtica autopista para el derechazo directo de Dubois. El impacto fue brutal, y Joshua cayó al suelo sin ninguna posibilidad de levantarse.
Una victoria impresionante y una actuación extraordinaria por parte de DDD. El boxeador inglés, renacido de sus cenizas tras las derrotas contra Joe Joyce y Oleksandr Usyk, derrotas que algunos pensaban lo habían dejado fuera de la élite, ha vuelto con fuerza a la cima del boxeo mundial y hoy puede ser considerado, con justicia, el tercer mejor peso pesado del mundo, después de los ya mencionados Usyk y Tyson Fury.
Dubois se destacó en todos los aspectos. Mostró coraje, atacando al rival desde el principio sin temor a ser contragolpeado. Mostró habilidad técnica, aprovechando cada oportunidad para colocar con precisión sus golpes. Mostró resistencia, absorbiendo el mejor golpe de Joshua sin intimidarse. Y, por supuesto, demostró una vez más su bien conocida potencia letal.
Para el derrotado, será muy difícil recuperarse de esta debacle. Joshua subió al ring como gran favorito, con un camino claro por delante: recuperar un título mundial y aspirar a uno de los dos grandes campeones en 2025. El plan comenzó a desmoronarse por un error técnico que nadie esperaría ver en un profesional de su calibre, y luego se desplomó por completo bajo el peso de los golpes de un arrollador Dubois.
Con casi 35 años, esta derrota podría dejar secuelas irreparables en el físico y la mente del atleta nacido en Watford. Solo el tiempo dirá si AJ intentará una nueva remontada o si este duro KO marca el final definitivo de su carrera como boxeador.