«¡Morello nunca me enfrentará!» Entrevista a la promesa italiana Giovanni Sarchioto

La potencia fulminante no es precisamente una de las características más comunes entre los boxeadores italianos actuales, pero hay algunas excepciones. Una de ellas es, sin duda, Giovanni Sarchioto, peso medio del Lacio con un físico imponente y una clara tendencia al nocaut.

Tras una carrera amateur llena de logros y reconocimientos importantes, Giovanni está avanzando rápidamente también en el profesionalismo. Su estilo espectacular y sus cualidades técnicas ya le valieron una invitación para pelear en el famoso cuadrilátero de la T-Mobile Arena de Las Vegas, donde logró una victoria por KO.

Como confirmación adicional del alto concepto en que lo tienen los responsables del boxeo mundial, fue incluido en el fascinante torneo Boxing Grand Prix de Riad, que reúne a talentos emergentes de todo el mundo considerados por el WBC como los más prometedores. Un torneo que, lamentablemente para Sarchioto, terminó en primera ronda, aunque este traspié no ha mermado sus grandes ambiciones.

Nos pusimos en contacto con Giovanni para conocer más detalles sobre sus hazañas entre las dieciséis cuerdas y sobre sus planes de futuro.


¿A qué edad y cómo empezaste en el mundo del boxeo?

Empecé a los 13 años, y en cuanto cumplí la edad mínima para poder pelear disputé mi primer combate. Empecé este camino por pura pasión, una pasión que me acompaña desde que era muy pequeño: el boxeo siempre me ha fascinado más que cualquier otra cosa.

Tu carrera amateur fue muy buena. ¿Cuál fue el mejor y el peor momento durante esa etapa?

He vivido muchos momentos bonitos en mi etapa amateur, pero el que recuerdo con más nostalgia y felicidad es el día en que gané mis primeros campeonatos nacionales en la categoría juvenil, siendo premiado como el mejor boxeador del torneo. El peor fue cuando quedé eliminado en el Campeonato Europeo Juvenil en Bulgaria.

¿Hay algún campeón del pasado o del presente en el que te inspires?

No hay un solo boxeador en particular. Trato de alimentar mi imaginación estudiando a púgiles como Roy Jones Jr, Sugar Ray Leonard, Sugar Ray Robinson y muchos otros campeones del pasado.

Después de ganar tus primeras ocho peleas profesionales en Italia, tuviste el honor de pelear en la T-Mobile Arena de Las Vegas, donde lograste un contundente nocaut. ¿Cómo surgió esta gran oportunidad y qué recuerdos te dejó?

La oportunidad surgió gracias a algunos torneos en los que participé como amateur: dejé una buena impresión al entrenador de Shakur Stevenson, quien luego siguió mi carrera. Más adelante me invitó al campamento de entrenamiento de Shakur y ahí surgió la posibilidad de que peleara en el cartel de su combate por el título mundial. Por supuesto, no dejé escapar la ocasión. Fue una experiencia muy valiosa tanto a nivel deportivo como humano. Es algo que recordaré toda la vida.

Hace unos dos meses participaste en el atractivo y fascinante torneo Boxing Grand Prix, organizado por el WBC junto con Riyadh Season. El sorteo no fue muy favorable para ti, emparejándote con el ucraniano Maksym Molodan, zurdo, escurridizo y con un importante palmarés amateur. ¿Qué fue lo que no funcionó aquella noche?

En Riad las cosas no salieron como quería. Sé que podía haberlo hecho mucho mejor, aunque el ucraniano es un buen boxeador. Por desgracia, enfoqué mal el combate. Intenté imponer un ritmo más acelerado de lo habitual, ya que el objetivo era marcar puntos rápidamente debido al escaso número de asaltos, y al acelerar los tiempos caí en su trampa. Yo sé que saco lo mejor de mí cuando boxeo con soltura y sangre fría: aunque en algunos asaltos me tomo un respiro para observar al rival, luego es cuando doy lo mejor. En esa ocasión me faltaron esas cualidades. De todas formas, creo que desde el inicio los jueces le favorecieron un poco.

Hace un mes se disputó en el Centro Pavesi de Milán el título italiano del peso medio. ¿Viste el combate? ¿Qué impresión te dejó y qué te gustaría decirle al nuevo campeón italiano de tu categoría, Dario Morello?

Fui aspirante oficial al título italiano durante más de un año y ningún boxeador, incluido Dario Morello, aceptó enfrentarse conmigo por el cinturón. Luego, en cuanto me fui para participar en el torneo de Riad, organizaron el combate para darle un campeón a la categoría del peso medio, ya que nadie quería pelear conmigo. A estas alturas yo miro más allá. Lo que quiero es volver a combatir en escenarios importantes como el de la T-Mobile Arena de Las Vegas, tal vez por un título relevante: sé que puedo lograrlo. Dario Morello ya no está en mis pensamientos, también porque él nunca aceptará pelear contra mí: soy demasiado peligroso para él.

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