El 31 de agosto de 1944, exactamente hace 80 años, nació en Garland, Texas, un bebé cuyos puños se volverían algún día lo suficientemente poderosos como para derribar un árbol: el inolvidable Earnie Shavers. Apodado «Black Destroyer» (El Destructor Negro), Shavers nunca logró convertirse en campeón del mundo, pero fue igualmente protagonista con sus brutales nocauts y sus sensacionales batallas durante esos mágicos años 70 que muchos analistas consideran la época dorada de los pesos pesados. En el aniversario de su nacimiento, repasemos los momentos más destacados vividos en el ring por quien muchos de sus oponentes han llamado el peso pesado más poderoso de la historia.
La notable racha de nocauts y la catastrófica derrota ante Quarry
El joven Earnie Shavers estaba muy poco acostumbrado a escuchar la lectura de las tarjetas de los jueces: sus primeras 39 victorias como profesional llegaron todas antes del límite, testimonio de una potencia realmente fuera de lo común. Entre los nombres más destacados arrasados por el tejano durante su triunfal ascenso a la cima de la categoría de los pesos pesados, se encuentran Jimmy Young, que en ese entonces era extremadamente inexperto y luchaba por poder costearse las comidas diarias, y el excampeón de la WBA Jimmy Ellis, quien después de sacudir a Shavers e intentar finalizarlo, fue pulverizado por un terrible uppercut. Sin embargo, en esta primera fase de su carrera, el Black Destroyer también mostró cierta fragilidad que, además de costarle un par de tropiezos al inicio de su trayectoria, emergió con fuerza durante su combate contra Jerry Quarry en 1973. Shavers, que según las palabras de su co-mánager Don King se preparaba para «la pelea más fácil de su vida», fue arrollado por los golpes de su rival y noqueado en un solo asalto.
La confusión y la «Tercera Guerra Mundial» contra Ron Lyle
Cuando un potente pegador sufre una derrota inesperada y contundente, es frecuente que entre en una fase de confusión. Esto también le ocurrió a Shavers, quien después de ser derrotado por Quarry, tuvo dificultades para recuperar la confianza en sus habilidades y protagonizó algunas actuaciones mediocres. El Black Destroyer perdió increíblemente por puntos contra Bob Stallings, que en ese momento tenía más derrotas que victorias, en una pelea en la que Shavers desperdició una gran cantidad de energía solo para ser derribado y dominado en las etapas finales. De manera similar se desarrolló su revancha que terminó en empate contra el ahora maduro Jimmy Young, quien después de ser derribado en el cuarto asalto, dominó el resto de la pelea y, según la mayoría de los presentes, merecía la victoria. La carrera de Shavers no estaba en su mejor momento cuando en septiembre de 1975, el tejano se encontró compartiendo el ring con su feroz compatriota Ron Lyle, pero eso no le impidió protagonizar lo que muchos llamaron una «Tercera Guerra Mundial». Los dos boxeadores intercambiaron golpes brutalísimos, pero al final, la mayor solidez de Lyle, que en el segundo asalto logró levantarse de un espantoso derribo, resultó decisiva para que se impusiera por nocaut en el sexto asalto.
La gran oportunidad perdida contra Muhammad Ali
La carrera de Earnie Shavers parecía haber perdido ya su impulso, y en diciembre de 1976, el estadounidense Roy Williams estuvo muy cerca de llevarla al colapso definitivo cuando, en el décimo y último asalto de su combate en Las Vegas, infligió al Black Destroyer una cuenta de pie, dando la impresión de que el nocaut era inminente. Sin embargo, Earnie aún no estaba listo para salir de escena y encontró dentro de sí la fuerza para reaccionar, invirtiendo la situación de manera espectacular y ganando por nocaut. Este impresionante giro le valió al año siguiente la mayor oportunidad de su vida: la de desafiar al inmenso Muhammad Ali por el título mundial. The Greatest estaba en declive en ese momento, sombra del atleta excepcional que había sido en sus mejores años, pero había conservado su astucia y carisma. A pesar de las enormes dificultades, el campeón logró frustrar y confundir al ingenuo Shavers, quien luchaba por encontrar aperturas cuando Ali se cerraba en su defensiva contra las cuerdas, perdiendo algunos asaltos debido a las repentinamente rápidas combinaciones del campeón. Ali diría después: «Earnie me golpeó tan fuerte que hizo temblar a mis ancestros en África». No obstante, el mismo Shavers estuvo a punto de caer durante el legendario asalto final del campeón y al final fue declarado derrotado por decisión.
El punto de inflexión contra Norton y la resurrección de Holmes
Después de perder prácticamente todos los asaltos de un combate sin título en juego contra el emergente Larry Holmes, Shavers parecía estar al final del camino. Sin embargo, un potente pegador siempre puede sorprender al mundo y dar un giro a su carrera, y eso fue exactamente lo que Earnie hizo en marzo de 1979 cuando se enfrentó al gran Ken Norton. El Hércules Negro venía de quince agotadores asaltos contra Holmes, la enésima guerra de una carrera desgastante: era un boxeador acabado, pero aún no lo sabía. Shavers lo aniquiló en menos de un asalto, derribándolo dos veces y obligando al árbitro a intervenir mientras el excampeón mundial era bombardeado sin piedad. Esta impresionante victoria condujo al Black Destroyer a otra inesperada oportunidad por el título, y el encargado de recibirlo fue ese mismo Holmes que ya una vez le había dado una lección de boxeo. Larry, que probablemente pensaba que podría repetirlo sin problemas, estaba gestionando con facilidad los asaltos del retador cuando, en el séptimo asalto, cometió un error de distracción potencialmente fatal, recibiendo un golpe en la cara que podría haber matado a un toro. Holmes cayó como si hubiera sido alcanzado por un rayo, golpeando violentamente su rostro contra la lona, y sigue siendo un misterio insondable cómo logró levantarse, recuperarse y ganar por nocaut. La más increíble «resurrección» en la historia del boxeo hizo añicos el sueño de Shavers.
Los últimos golpes y la anécdota de Rocky Balboa
El Black Destroyer continuó en los rings durante otros ocho años hasta 1987 e incluso intentó un regreso dramático en 1995, pero nunca más volvió a acercarse a la élite mundial. La victoria más significativa durante esta fase final de su carrera fue la obtenida por una lesión contra el excampeón mundial Joe Bugner, quien protestó vehementemente la decisión. Sin embargo, Shavers nunca perdió su famosa potencia, tanto que el irreverente y extravagante Randall «Tex» Cobb, que derrotó a Earnie en ocho asaltos en 1980, dijo de él: «Nadie golpea como Shavers. Si alguien golpeara más fuerte que Shavers, le dispararía… Earnie puede golpearte en el cuello y romperte un tobillo». Por increíble que parezca, entre aquellos que tuvieron la mala suerte de probar los puños del Black Destroyer se encuentra también el famoso actor Sylvester Stallone, quien pensó en darle a Shavers el papel de Clubber Lang en la película Rocky III. Sin embargo, cuando, por insistencia del propio Stallone, Earnie lo golpeó en el cuerpo durante los ensayos, el actor fue llevado fuera en dolor por el equipo y se dio cuenta de que necesitaba elegir un coprotagonista menos peligroso.
Fallecido hace dos años, justo después de cumplir 78 años, Shavers, quien escribió y publicó su autobiografía titulada «Welcome to the Big Time», será recordado para siempre por los amantes del boxeo junto a sus explosivos y sensacionales nocauts.