¡Un cálido saludo a todos nuestros lectores! El pasado fin de semana estuvo lleno de eventos de boxeo. Hacía mucho tiempo que no se hablaba tanto de boxeo ni que este deporte recibiera una atención tan destacada por parte de la prensa, tanto escrita como hablada. Finalmente, el boxeo ha vuelto a ocupar el lugar que merece en la atención mediática.
Mike Tyson contra Jake Paul: un combate decepcionante
El motivo de tanto revuelo fue el regreso a escena de una leyenda, una estrella, un héroe del boxeo internacional: Mike Tyson. El campeón indiscutido de los pesos pesados volvió a ser noticia, gracias también a la participación de uno de los personajes más controvertidos del momento: Jake Paul. Conocido por millones debido a su presencia en las redes sociales, Paul es uno de los YouTubers más famosos del mundo.
El creador de este evento fue un verdadero genio del marketing. El combate generó millones de dólares. Sin embargo, a pesar del éxito comercial, debo decir que me sentí decepcionado. Con 60 años, Mike Tyson habría hecho mejor en rechazar el combate, considerando lo difícil que sería para él aguantar el ritmo de un joven como Jake Paul, especialmente en un combate que, aunque fuera de exhibición, implicaba un enfrentamiento real en el ring.
El resultado del combate deja una mancha en el prestigioso currículum de Tyson, un recuerdo negativo para todos los que lo consideran un mito eterno, no solo por sus hazañas en el ring, sino también por su vida privada, tan extravagante como compleja. El combate fue, en mi opinión, aburrido y carente de emociones. No se podía esperar mucho más, considerando que uno de los participantes era una estrella de las redes sociales cuyo valor boxístico apenas alcanza el nivel de un principiante.
En cuanto a Tyson, permitirle pelear fue una locura. La decisión de otorgarle la licencia médica merece ser criticada. Por otro lado, hay que reconocer el mérito de quienes supieron explotar la situación, ofreciendo una cifra astronómica que sin duda convenció a Tyson de aceptar. ¿El resultado? Un combate que, lamentablemente, no fue agradable de ver.
Noche TAF en Milán: excelente organización pero margen de mejora
Afortunadamente, este fin de semana también trajo momentos emocionantes gracias a dos importantes eventos de boxeo. El primero tuvo lugar en Italia, donde es justo felicitar a una organización como TAF que, en poco tiempo, ha conseguido revitalizar el boxeo nacional. Sin embargo, en mi opinión, el nivel boxístico no estuvo a la altura del estándar mundial. Los emparejamientos fueron decentes, pero no emocionantes. Algunos combates incluso resultaron un poco aburridos.
Creo que en Italia actualmente falta una estrella que pueda captar la atención del público, alguien que haga que la gente diga: «¿Lo viste anoche? Creo que será un gran campeón”. Lo que parece faltar, técnicamente, es creatividad, tenacidad, ambición y, sobre todo, una buena capacidad de boxear. No creo que los jóvenes boxeadores no se esfuercen, pero quizás algunos entrenadores carecen de la experiencia necesaria para llevar a sus atletas a la cima.
En Milán, la organización fue excelente, pero la mayoría de los combates fueron predecibles y poco inspiradores. Entre todos, el más interesante fue sin duda el enfrentamiento entre Dario Morello y Felice Moncelli. Mantuvo a la audiencia al borde de sus asientos hasta el final, gracias a la brillantez técnica de Morello y su inteligencia para no correr riesgos, junto con la determinación de Moncelli, aunque careció de la fuerza física necesaria para imponerse. Calificaría este combate con un 6,5 sobre 10, mientras que el resto de los combates apenas alcanzaron el nivel suficiente.
Boxeo en Riad: un evento internacional de gran calidad
Mientras tanto, en Arabia Saudita, se celebraba otro evento internacional organizado en colaboración con Golden Boy Promotion de Oscar De La Hoya. Gracias al apoyo del funcionario gubernamental Su Excelencia Turki Alalshikh, los espectadores pudieron disfrutar de un cartel preliminar lleno de combates de alto nivel. Los enfrentamientos estuvieron bien equilibrados, con ese toque de emoción que mantiene al público al filo de sus asientos. En cualquier momento, un boxeador podía dominar al otro gracias a su técnica o un golpe decisivo.
El evento principal de la noche fue un enfrentamiento por los títulos mundiales unificados. El campeón de la WBA, Zurdo Ramírez, se enfrentó al campeón de la WBO, Chris Billam-Smith, por el título de los pesos semipesados. Los 12 asaltos fueron una verdadera prueba de técnica y resistencia. Zurdo Ramírez superó a Billam-Smith, quien, a pesar de su tenacidad, no logró romper la guardia zurda de Ramírez. Este último ganó por decisión unánime, demostrando una técnica impecable.