Jake Paul ha sumado otro nombre famoso a su récord, pero una vez más su victoria ha llegado en una pelea de nivel muy modesto si lo comparamos con la élite del boxeo mundial. En esta ocasión, la víctima propiciatoria fue Julio César Chávez Jr, derrotado por decisión unánime en el Honda Center de Anaheim. El combate, organizado conjuntamente por MVP Promotions y Golden Boy Promotions, concluyó con tarjetas oficiales de 97-93, 98-92 y 99-91 a favor de Paul.
La actitud de Chávez Jr durante los tres primeros asaltos parecía más la de un empleado de oficina que la de un boxeador profesional. El hijo de la leyenda mexicana pasó los primeros episodios retrocediendo constantemente, protegiéndose el rostro con la guardia alta y limitándose a minimizar los daños.
Paul, por su parte, no hizo nada extraordinario, pero se colocó en ventaja con facilidad, aprovechando la absoluta pasividad de su oponente. Sus acciones eran básicas y poco contundentes, pero bastaron para tomar ventaja en las puntuaciones.
Recién en el cuarto asalto, cuando Paul intentó aumentar la intensidad imprimiendo mayor potencia a sus golpes, Chávez mostró un atisbo de orgullo, arriesgando una tímida reacción tras recibir un par de golpes fuertes. Fue demasiado poco para cambiar el rumbo del combate, pero al menos fue mejor que la nada mostrada anteriormente.
En la parte central del combate, el mexicano finalmente intentó avanzar, pero lo hizo de forma confusa y poco efectiva. Sus acciones más destacadas fueron un golpe claramente bajo y un par de cabezazos. Paul logró controlar la pelea sin mayores dificultades, conectando de vez en cuando su jab de izquierda.
A partir del séptimo asalto, el cansancio comenzó a ser un factor clave. Los agarres aumentaron considerablemente, convirtiendo el combate en un caos durante al menos dos asaltos, con el árbitro Gerard White obligado a intervenir constantemente para separar a los boxeadores.
Chávez Jr encontró nueva energía hacia el final del octavo asalto y desde ese momento mostró su mejor versión. Con nada que perder, se lanzó al ataque y en los últimos dos asaltos logró conectar de forma ocasional con sus ganchos al rostro y algunos uppercuts al cuerpo.
Sin embargo, su esfuerzo final no fue suficiente para poner en aprietos a Paul. El estadounidense superó el temporal sin dar nunca la impresión de estar en peligro y en el último asalto aceptó sin problemas los intercambios en corta distancia, demostrando que podía aguantar la pegada de su rival.
Personalmente, de las tres tarjetas oficiales, me parece que la del señor Rudy Barragán (97-93) refleja mejor lo que ocurrió sobre el ring, marcando una diferencia de cuatro puntos entre los dos púgiles. En cualquier caso, no hay dudas sobre la identidad del vencedor: Chávez dejó escapar demasiados puntos en la primera parte del combate, quizá consciente de no tener la energía necesaria para apretar antes, y así desperdició su oportunidad de cambiar el desenlace.
Después del triste espectáculo que vimos en noviembre, cuando Jake Paul venció a un Mike Tyson en un combate totalmente carente de sentido, el ex youtuber se ha impuesto ahora a otro excampeón del mundo, mucho menos veterano que Iron Mike, pero igualmente alejado de su mejor forma.
Veremos si el estadounidense sigue buscando nombres famosos en declive para continuar su carrera o si intentará una apuesta más valiente para ganar esa credibilidad que, hasta ahora, ningún experto de boxeo parece estar dispuesto a concederle. Han circulado varios rumores sobre intentos de Paul de pactar peleas con Saúl “Canelo” Álvarez primero y con Gervonta Davis después, campeones en plena actividad aunque bastante más ligeros que él. ¿Será el próximo rival del ex youtuber un boxeador en su mejor momento?