Recién regresado de Sheffield, donde disputó las Finales de la World Boxing Cup 2024 y se clasificó en segundo lugar, la esperanza italiana de los pesos pesados Diego Lenzi, conocido como «El Toro», ahora se concentra en su inminente debut en el mundo profesional. El debut está programado para el 15 de diciembre como parte de la velada TAF en el Centro Pavesi de Milán.
El atleta italiano se prepara para perseguir dos metas extremadamente ambiciosas en paralelo: su objetivo declarado de subirse a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y su aspiración de unirse a Guido Vianello como uno de los pesos pesados profesionales italianos con un renombre internacional comprobado.
A menos de dos semanas de su primer paso en el boxeo profesional, analicemos los puntos fuertes y débiles de este carismático pegador italiano.
Sheffield: Una Experiencia Agridulce en las Finales de la World Boxing Cup
Dada su hambre de victorias, es razonable pensar que Diego regresó del torneo inglés algo decepcionado por no haber ganado el trofeo. Sin embargo, la aventura comenzó bien, con una victoria en la semifinal contra el espigado boxeador alemán Nikita Putilov, quien lo había eliminado en el Campeonato Europeo Sub-22 hace un año. Esta vez, Lenzi atacó e intimidó a su rival desde el principio, incluso derribándolo en el segundo asalto, relajándose solo en los últimos tres minutos.
La final contra el brasileño Joel Ramos Da Silva, sin embargo, no fue como se esperaba. A decir verdad, con criterios de juzgamiento «profesionales», el atleta italiano probablemente habría ganado el veredicto, ya que su oponente parecía estar involucrado en un combate de boxeo ligero, con golpes suaves y apenas perceptibles. Sin embargo, bajo las reglas del boxeo amateur, los jueces optaron por premiar la mayor compostura y precisión del brasileño frente a los ataques más incisivos pero desordenados de Lenzi.
Fortalezas: Potencia Notable y Gran Variedad de Golpes
Una de las mayores virtudes de «El Toro» es su capacidad para imprimir una potencia tremenda en sus golpes. No es casualidad que aproximadamente un tercio de sus victorias como amateur hayan llegado antes del límite y que, incluso en muchos combates que se decidieron por puntos, Lenzi lograra provocar una o más caídas. ¿Su golpe más letal e impresionante? En opinión de quien escribe, fue el brutal derechazo con el que envió a la lona al experimentado croata Marko Milun, a pocos segundos del final de un combate disputado en Croacia ante un público hostil. A pesar de ello, Lenzi perdió por puntos, principalmente debido a una cuestionable ayuda arbitral hacia el atleta local.
Otro punto fuerte del boxeador italiano es su excelente variedad de golpes. Su primer entrenador, Emanuele Orlando, fundador de «Pugilistica Alto Reno Michele Adduci», siempre ha puesto un énfasis obsesivo en el perfeccionamiento técnico de sus atletas, y los resultados a menudo son evidentes. Ya durante su segundo Campeonato Italiano Juvenil, con solo nueve combates a sus espaldas, Lenzi cautivó al público en Roseto degli Abruzzi, desestabilizando momentáneamente al gran favorito Vincenzo Fiaschetti con un gancho ascendente de manual. Desde entonces, su repertorio ha crecido significativamente, y hoy es capaz de hacer daño con una amplia gama de golpes y combinaciones.
Debilidades: Resistencia Limitada y Poco Control de la Distancia
Uno de los puntos débiles principales que Lenzi arrastra actualmente es la gestión de la resistencia. Con demasiada frecuencia, en los combates más importantes de los últimos años, el pugilista italiano ha dado la sensación de perder lucidez y brillo tras las fases más intensas, comenzando a jadear y mostrando menos continuidad en su presión ofensiva. Es imposible decir con certeza si esto se debe a la tensión emocional o si es una consecuencia negativa de la considerable masa muscular que Lenzi ha ganado con el tiempo. Sin embargo, es algo que debe abordarse con urgencia, ya que en el boxeo profesional el número de asaltos aumenta, y cualquier descenso en la intensidad podría ser fatal.
Otro aspecto a mejorar para aspirar a los grandes escenarios es el llamado «control de la distancia». A veces, Lenzi lanza sus golpes desde demasiado lejos, arriesgándose a ser predecible o a exponerse a contragolpes peligrosos. En otras ocasiones, se lanza sobre su rival y se apoya contra él, anulando el espacio necesario para activar sus mejores golpes. Encontrar, instante tras instante, la posición ideal para maximizar su rendimiento es una habilidad en parte instintiva y, por tanto, difícil de entrenar, pero Diego deberá colocarla en la cima de sus prioridades si quiere evitar que sus excelentes cualidades ofensivas se pierdan en ataques improductivos.
Sliding Doors: ¿Un Futuro como Kabayel o Romanov?
El estilo de Lenzi ha cambiado mucho con el tiempo. Durante sus primeros años, Diego utilizaba más ampliamente el ring, adoptando a menudo una estrategia de contraataque, dejando que el rival tomara la iniciativa antes de buscar oportunidades. Curiosamente, durante los pocos meses en los que entrené en el mismo gimnasio entre 2019 y 2020, lo comparaba con Eddie Chambers: el peso pesado estadounidense rápido y técnico que desafió a Wladimir Klitschko en 2010.
Hoy, cinco años después y con muchos kilos más, «El Toro» claramente se inspira en modelos diferentes. Un ejemplo a seguir podría ser Agit Kabayel. Con su presión constante, determinación y capacidad para cerrar espacios y trabajar eficazmente en la corta distancia, Kabayel está sorprendiendo a los grandes nombres de la división de los pesados.
Sin embargo, emular al peleador alemán requerirá un salto de calidad significativo. Si Lenzi conserva sus defectos actuales, corre el riesgo de tener una carrera profesional más parecida a la de Evgeny Romanov. Algunos recordarán al ruso por su contundente victoria sobre un joven Deontay Wilder en el amateurismo, pero como profesional, Romanov ha decepcionado las expectativas, acumulando victorias poco memorables antes de sufrir una dura derrota por KO en febrero de este año.
Los Dos Ingredientes Clave para el Éxito: Ética de Trabajo y Humildad
Las variables que influirán en la trayectoria de Diego Lenzi son, naturalmente, infinitas, pero hay dos que destacan sobre todas las demás. La primera es su ética de trabajo. «El Toro» no posee un talento tan extraordinario como para permitirse subir al ring en condiciones imperfectas y, por lo tanto, tendrá que esforzarse al máximo para estar siempre en su mejor forma. En este sentido, no debería haber problemas: incluso durante sus primeros días en un gimnasio de boxeo, Lenzi era un trabajador incansable, nunca faltando a un entrenamiento, ni siquiera en caso de desastre natural. Es seguro asumir que conserva esta actitud de auténtico trabajador incluso ahora que aspira a metas prestigiosas.
El segundo factor crucial será la humildad, una cualidad absolutamente esencial para reconocer las propias carencias e intentar superarlas. Hoy, Lenzi, tanto en el ring como en las redes sociales, se muestra extremadamente audaz: ridiculiza a los oponentes con los brazos bajos, besa su tatuaje de aros olímpicos frente a la cámara gritando «¡Son míos!» y a menudo adopta frases y actitudes de campeón consolidado.
Si estos comportamientos son solo una estrategia para disimular inseguridades internas o tal vez un simple medio para incrementar su popularidad, no hay de qué preocuparse. Pero si Lenzi realmente cree que ya ha aprendido todo lo que había que aprender y que ya ha alcanzado el estatus de fenómeno del ring, pronto o tarde enfrentará un brusco despertar. No nos queda más que seguir los avances de la carrera de El Toro para descubrirlo, deseando que pueda dar a los aficionados italianos muchos trofeos de los que estar orgullosos.