Gran remontada de Zara, que vence a Picardi y se convierte en campeón de Europa

Tres es el número perfecto. Eso debió pensar anoche Cristian Zara, tras lograr la mayor hazaña de su carrera boxística al vencer, en su tercer intento, al talentoso Vincenzo Picardi. El púgil sardo sufrió en el inicio, pero luego protagonizó una soberbia remontada, imponiéndose por decisión técnica cuando el médico detuvo el combate al ver a Picardi herido y sangrando al comienzo del décimo asalto. La lectura anticipada de las tarjetas arrojó los siguientes puntajes oficiales, que proclamaron a Zara nuevo campeón europeo EBU del peso gallo por decisión unánime: 96-95, 97-94, 97-94.

El Picardi del primer asalto sorprendió a todos. El ex medallista olímpico de bronce, célebre por su boxeo elegante basado en el control de la distancia y el manejo del tiempo, optó por un enfoque muy agresivo desde el comienzo, imponiendo un ritmo altísimo y buscando golpes contundentes a costa de la precisión.

Zara, por su parte, prefirió una estrategia cautelosa, lanzando pocos golpes en los primeros asaltos y refugiándose tras una guardia cerrada mientras esperaba la oportunidad adecuada. Sin embargo, el sardo no dejó de mostrar destellos de su talento, como cuando conectó un hermoso uppercut de derecha al mentón de su rival en el tercer asalto.

Picardi siguió interpretando con determinación el papel de agresor, alcanzando su punto máximo de esfuerzo en el cuarto round, en el que ambos protagonizaron intercambios furiosos en el centro del ring, con numerosos uppercuts al cuerpo. Por un momento, el combate pareció más una batalla mexicana que un derbi italiano.

Hasta ese momento, Picardi había sido superior gracias a su mayor volumen de golpeo, pero empezó a disminuir el ritmo a partir del quinto asalto. Sus piernas se tornaron más pesadas y su respiración más forzada, mientras Zara comenzaba a castigar con su jab al rival con excelente regularidad.

La situación empeoró para Picardi debido a un choque accidental de cabezas al final del quinto round. El impacto le causó una profunda herida cerca del ojo derecho, y su rostro pronto se convirtió en una máscara de sangre.

Olfateando el momento favorable, Zara reaccionó con personalidad, contragolpeando con precisión los ataques cada vez más desordenados de un Picardi visiblemente afectado. El púgil sardo seleccionaba sus golpes con gran precisión, demostrando mayor efectividad y contundencia, algo que no pudo pasar desapercibido para los jueces.

En dos ocasiones, en el octavo y noveno asalto, el árbitro pidió la intervención del médico porque la sangre no dejaba de fluir por el rostro de Picardi, cubriéndole la nariz y dificultando probablemente su respiración.

El ex medallista olímpico entendió que la situación se volvía crítica y trató con valentía de revertir el rumbo de un combate que se le escapaba, pero su ofensiva fue interrumpida por un letal uppercut de derecha al plexo solar de Zara. El golpe obligó a Picardi a retroceder, certificando la remontada del sardo, ya en plena confianza.

La tercera consulta entre el árbitro y el médico, al inicio del décimo asalto, fue definitiva. Como la herida se produjo por un choque involuntario de cabezas, la detención llevó a la lectura anticipada de las tarjetas, que premiaron a Cristian Zara por unanimidad. Personalmente, yo también tenía una puntuación de 96-95 a favor del sardo, por lo que coincido con la decisión del jurado.

El desafortunado episodio del quinto round influyó sin duda en la dinámica de la pelea, ya que la preocupación por el incesante sangrado afectó negativamente a Picardi, haciéndole perder seguridad y confundiendo su planteamiento táctico.

Con todo, hay que dar pleno mérito a Cristian Zara por haber diseñado una estrategia brillante y haberla ejecutado con frialdad e inteligencia. El nuevo campeón de Europa supo evitar riesgos al inicio, contener las arremetidas de su laureado rival y protagonizar luego una remontada prodigiosa.

El boxeador de Sassari demostró además notables cualidades técnicas, destacando especialmente por el uso del uppercut de derecha y su capacidad para cambiar de guardia con gran naturalidad sin perder efectividad.

En cuanto a Picardi, además de lamentar su mala suerte, su equipo deberá reflexionar sobre la validez del planteamiento táctico adoptado para esta pelea. A juicio de quien escribe, el púgil campano se equivocó al afrontar el combate con tanta agresividad y desenfreno, ya que, aunque se adelantó, se desnaturalizó en exceso y agotó energías preciosas, sufriendo después para contener la furiosa reacción del joven rival.

Teniendo en cuenta lo equilibrado que fue el combate y el hecho de que el desenlace llegara por un episodio fortuito, sería deseable una cuarta pelea entre estos dos grandes exponentes del boxeo italiano. El título europeo permanecería así en casa, y Picardi obtendría la misma oportunidad de redención que Zara supo aprovechar para llegar a la cima de Europa.

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