¡Otra victoria de prestigio para la selección italiana que participa en el Boxing Grand Prix de Riad! Muhamet “Eti” Qamili fue protagonista de una actuación sobresaliente, dominando al desafortunado Holy Dorgbetor e infligiéndole un castigo durísimo. Solo la férrea resistencia del ghanés le permitió escuchar la campana final, pero las puntuaciones de los jueces reflejaron con justicia la clara superioridad del italiano: 60–53, 59–54, 59–54.
Quien haya visto el combate en directo, probablemente no se habría esperado un enfrentamiento tan unilateral después de los tres primeros minutos. El asalto inicial fue muy equilibrado, con ambos boxeadores intercambiando golpes a media distancia en el centro del ring.
Aunque las acciones de mayor calidad provenían claramente de Qamili, Dorgbetor parecía un rival peligroso gracias a sus largos brazos y a su explosividad. Otra preocupación para la esquina italiana fue un feo corte que se abrió cerca del ojo izquierdo de Qamili tras un choque accidental de cabezas.
Sin embargo, en el segundo asalto, el italo-albanés realizó un movimiento táctico brillante, abandonando momentáneamente la media distancia para arrinconar al rival contra las cuerdas y bombardearlo con una interminable ráfaga de golpes al cuerpo y al rostro.
Dorgbetor se quedó sin respuestas y no logró activar su largo alcance en un espacio tan reducido. Agotado por la presión asfixiante, el ghanés perdió el protector bucal en dos ocasiones y volvió a su esquina visiblemente aturdido.
Consciente de haber debilitado a su oponente, Qamili se permitió el lujo de retarlo en su propio terreno y, desde el tercer asalto en adelante, aceptó sin reservas los furiosos intercambios en el centro del ring, saliendo claramente vencedor. Un derechazo potentísimo en ese mismo asalto hizo volar otra vez el protector bucal de Dorgbetor, lo que llevó al árbitro a penalizarlo con la pérdida de un punto.
Impulsado por el éxito, el joven boxeador, brillantemente entrenado por Alessandro El Moety, se transformó en un auténtico tanque, avanzando con la guardia alta y desplegando todo su vasto repertorio ofensivo. Resultaron especialmente impresionantes sus cambios de guardia en medio del ataque, que le permitían lanzar el gancho de izquierda con extraordinaria eficacia.
Dorgbetor fue sacudido en más de una ocasión, pero hay que reconocerle el mérito de no haberse rendido nunca. Cada vez que Qamili bajaba un poco el ritmo y giraba alrededor del ring, el ghanés intentaba valientemente avanzar de nuevo. Sin embargo, el corazón no fue suficiente para poner en duda el resultado; al contrario, juzgando por lo visto en los últimos veinte segundos del combate, un asalto más probablemente habría bastado para hacerlo claudicar.
No creo estar dejándome llevar por el entusiasmo si digo que pocas veces, desde que sigo el boxeo, he visto en nuestros rings un talento natural como el que mostró hoy Eti Qamili. Se mueve en el ring como pez en el agua: encaja golpes duros sin inmutarse, sabe generar peligro de mil maneras diferentes y, también gracias a los valiosos consejos de su entrenador, interpreta de forma ejemplar las distintas situaciones tácticas. En definitiva, el italo-albanés parece realmente nacido para pelear y podría regalarnos grandes satisfacciones en un futuro próximo.
Naturalmente, será fundamental que no se sienta satisfecho demasiado pronto, ya que aún tiene margen de mejora en algunos aspectos, especialmente en el plano defensivo. Hoy, en algunos momentos —quizás insensibilizado por la adrenalina— encajó algún golpe de más, pero se trata de detalles menores dentro de una actuación tan sólida.
En cuartos de final, Qamili se enfrentará al ganador del combate entre el estadounidense Troy Nash y el kazajo Zholdas Zhengissov, pelea que todavía no se había disputado al momento de redactar este artículo. Habrá tiempo suficiente para estudiar en detalle al próximo rival; ahora es momento de celebrar el haber llegado a la fase verdaderamente decisiva del torneo.
Haz clic aquí para leer nuestra entrevista con Muhamet Qamili, publicada tras su debut en el torneo.