Gassiev duerme durante cinco asaltos y luego fulmina a Pulev con un gancho

PorMario Salomone

Dic 13, 2025 #WBA

Durante cinco rounds, Murat Gassiev logró hacer parecer al Kubrat Pulev de 44 años como el boxeador más fresco y entero de los dos, tan apática, desganada e inconsistente había sido la actuación del ruso. Luego, como un rayo en la noche, el gancho de izquierda de Gassiev se estrelló contra la mandíbula del búlgaro, provocando un nocaut clamoroso. En el combate estelar de la velada de Dubái denominada “IBA Pro 13”, Gassiev conquistó el título WBA de los pesos pesados. No obstante, no nos atrevemos a llamarlo “mundial”, dada la existencia de un “Super Champion”, el ucraniano Oleksandr Usyk.

El primer asalto pareció más un anuncio de un curso de baile para personas mayores que una sesión de boxeo profesional. Gassiev prácticamente no lanzó golpes, mientras que Pulev se limitó a jabs de izquierda esporádicos y poco convincentes.

Las cosas no mejoraron demasiado en el segundo round, nuevamente ganado con el mínimo esfuerzo por el púgil búlgaro, al que le bastó mover de vez en cuando la mano izquierda para imponerse a un rival tan estático y rígido que parecía momificado.

En el tercer y cuarto asalto finalmente se vieron algunas señales de despertar por parte de Gassiev, aunque su ritmo siguió siendo demasiado bajo como para inquietar seriamente a su adversario. El pegador ruso conectó algunos buenos uppercuts al cuerpo, pero sus acciones siempre fueron demasiado aisladas como para cambiar la inercia del combate.

El quinto round fue, con diferencia, el mejor de Kubrat Pulev, quien amplió su ventaja aumentando la intensidad de sus ataques y cargando no solo el jab, sino también un gran número de directos de derecha. Gassiev los encajó con aparente soltura, pero no logró encontrar el tiempo ni la coordinación para responder de manera adecuada.

Después de perder los primeros cinco asaltos sin concluir casi nada positivo, “Iron” sacó a relucir su arma ganadora: ese gancho de izquierda diabólico que tantas veces, en sus días de gloria en el peso crucero, le permitió resolver los combates en una fracción de segundo.

Una vez más, así fue. Al inicio del sexto asalto, Gassiev lanzó un terrible gancho de izquierda que envió a Pulev a la lona en evidente estado de confusión. El búlgaro, quizá por una extraña reacción nerviosa, comenzó a reír mientras intentaba sin éxito ponerse en pie, pero fue correctamente detenido por el árbitro Rafael Ramos.

Las celebraciones estallaron entonces en el equipo del vencedor, quien con esta victoria puede aspirar legítimamente a oportunidades importantes en la cima de la categoría. Existen razones fundadas para pensar que el púgil ruso podría ser puesto en la mira del prospecto británico Moses Itauma, si este logra derrotar al estadounidense Jermaine Franklin Jr. el próximo 24 de enero.

Si bien Gassiev demostró haber conservado su célebre potencia y poder ser letal en cualquier momento de un combate, el ruso necesitará una continuidad de acción, una reactividad y una brillantez muy superiores a las mostradas anoche para poder poner en aprietos a los mejores pesos pesados del mundo. Ellos difícilmente le regalarían una distracción tan grave como la cometida por Kubrat Pulev.

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