Enfrentarse a un boxeador con una defensa excepcional puede ser una experiencia verdaderamente frustrante: cuando tus golpes chocan una y otra vez contra la guardia del rival —o peor aún, fallan por completo—, la energía física y mental se agota rápidamente, dejando espacio a una ira contraproducente. Pero ¿quiénes fueron los más grandes maestros del arte de no ser golpeados? Descubrámoslo con nuestra lista especial de las diez defensas más sensacionales de la historia del boxeo (enumeradas en orden aleatorio):
Wilfred Benítez
Apodado “El Radar” por su increíble capacidad para anticipar las trayectorias de los golpes de sus rivales, el puertorriqueño realizaba en el ring esquivas dignas de la película Matrix. Su tendencia a descuidar los entrenamientos y subestimar a los oponentes a veces debilitaba este talento inmenso, pero cuando estaba en su mejor forma, Benítez era realmente escurridizo como una anguila.
Jimmy Young
Boxeador muy subestimado, Young no tuvo mucha suerte con los jueces, que le dieron la derrota ante Muhammad Ali y Ken Norton en dos combates que, según muchos observadores, mereció ganar. En los años de su apogeo fue probablemente el peso pesado con la mejor defensa de la historia del boxeo, capaz de neutralizar a pegadores feroces y poderosos como George Foreman y Ron Lyle. Sus reflejos eran los de un felino.
Gene Tunney
Protagonista brillante de una época en la que se subía al ring para destruir al adversario, Tunney fue uno de los primeros púgiles en desarrollar una táctica realmente evasiva, destinada a atraer al rival y castigarlo en cuanto se descubriera. Memorables fueron sus dos combates con Jack Dempsey, pero no menos importantes las cinco batallas que libró con el salvaje Harry Greb, a quien en el último enfrentamiento superó completamente, ya convertido en un Tunney maduro y casi “intocable”.
James Toney
Ya hemos elogiado la increíble mandíbula de Lights Out en nuestra lista de grandes encajadores. Sin embargo, su mentón de granito difícilmente lo habría salvado de los temibles pegadores que enfrentó si no hubiese contado con una defensa asombrosa. Con un movimiento de tronco excepcional, desviando golpes con el hombro y esquivando otros con reflejos felinos, Toney merece con creces formar parte de esta lista.
Nicolino Locche
Apodado “El Intocable” por sus formidables capacidades defensivas, el argentino disputó la impresionante cifra de 136 combates profesionales y solo fue detenido una vez antes del límite, cuando ya se encontraba en declive. Dotado de una sorprendente flexibilidad de cintura, Locche solía quedarse con los brazos bajos frente a su rival, invitándolo a golpear, para luego esquivar los ataques con movimientos hacia adelante o hacia atrás en el momento justo.
Bernard Hopkins
Mantenerse en la élite hasta los 50 años no habría sido posible para El Verdugo sin su defensa magistral. Verdadero maestro del control y del arte de frustrar a sus rivales, Hopkins mejoró con el paso del tiempo, añadiendo a su repertorio trucos y astucias al límite del reglamento, hasta anular los asaltos de pegadores jóvenes y exuberantes. Su victoria magistral sobre Kelly Pavlik en 2008 quedará para siempre como un ejemplo casi inalcanzable de genialidad defensiva.
Roy Jones Jr.
Cuando tu oponente es más rápido que tú, golpearlo es difícil. ¡Cuando es diez veces más rápido, resulta imposible! Dotado por la naturaleza de una velocidad sobrehumana, El Rayo de Pensacola fue durante años un enigma imposible para cualquier pegador. En el cuarto asalto de su combate contra Vinny Pazienza, Jones se convirtió en el primer boxeador de la historia de Compubox en dejar la estadística de golpes recibidos por su rival en cero durante todo un round.
Pernell Whitaker
Sweet Pea fue sin duda uno de los boxeadores defensivos más grandes de todos los tiempos. El mundo entero quedó boquiabierto al verlo anular los ataques del legendario Julio César Chávez, solo para ser víctima de un vergonzoso empate por parte de los jueces. Temperamental como era, no rehuía las batallas emocionantes, como la que libró contra Diosbelys Hurtado. Incluso en los años de su declive no fue aniquilado por campeones como Oscar De la Hoya o Félix Trinidad, que solo lo superaron a los puntos.
Floyd Mayweather Jr.
Adorado por algunos, odiado por otros, Mayweather fue uno de los mejores boxeadores de la era moderna. Empezó en los superpluma, categoría en la que era realmente peligroso, y fue subiendo de división, perdiendo potencia a causa del mayor tamaño de sus rivales y de sus recurrentes lesiones en las manos. En ese momento, su maestría defensiva resultó fundamental para seguir acumulando victorias y batiendo récords. Su shoulder roll alcanzó un nivel de perfección jamás visto.
Willie Pep
Existe una leyenda, muy debatida, según la cual en 1946 Willie Pep ganó un asalto contra Jackie Graves en las tres tarjetas de los jueces sin lanzar ni un solo golpe. Sea cierto o no, el simple hecho de que la historia haya sido concebida y considerada creíble por muchos expertos demuestra las sublimes habilidades defensivas de Pep. Considerado el mejor peso pluma de todos los tiempos, evitaba los golpes con la destreza de un fantasma. Verdadero dios de la defensa, no podía faltar en nuestra lista.

