Eti Qamili ante la prueba de fuego: el sábado la final contra Brandon Mejia

El último paso de un recorrido extraordinario es lo único que le falta a Muhamet Qamili, para los amigos “Eti”, para coronar el primero de sus sueños boxísticos y proclamarse vencedor del prestigioso torneo Boxing Grand Prix en la categoría pluma. En la gran final del evento organizado en Arabia Saudita por la WBC, en colaboración con Riyadh Season, nuestro púgil se encontrará frente al peligroso pegador mexicano Brandon Mejia. La transmisión en directo de las finales comenzará en DAZN a partir de las 16:00 (hora italiana).

Un camino electrizante hacia la final

El camino de Qamili hasta la final de este torneo ha sido realmente electrizante. El boxeador italo-albanés, dirigido en su esquina por el entrenador Alessandro Elmoety, ha tenido que enfrentarse a rivales muy distintos entre sí en cada ronda y siempre ha sabido encontrar la clave ganadora, imponiéndose con gran autoridad.

En los dieciseisavos, Eti se vio sorprendido por la salida explosiva y el boxeo incómodo del ucraniano Ihor Semonchuk, pero supo hacer los ajustes correctos sobre la marcha, haciendo valer su mayor calidad técnica. En octavos, aprovechó brillantemente las carencias del ghanés Holy Dorgbetor en la corta distancia, castigándolo duramente. En cuartos eliminó al gran favorito Troy Nash, soportando sus mejores golpes y desgastándolo con una presión constante. Finalmente, hace dos meses en semifinales, nuestro púgil fulminó al francés Yoni Valverde Jr con un devastador gancho de izquierda en el primer asalto.

Brandon Mejia: un joven tanque, mexicano hasta la médula

El otro finalista del peso pluma, el joven Brandon Mejia de 21 años, encarna a la perfección las características típicas del boxeo mexicano. Mejia rara vez da pasos atrás, salvo para tomar impulso y lanzarse nuevamente al ataque. Su uso del jab es mínimo: prefiere claramente confiar en ganchos y uppercuts, cargándolos con la máxima potencia posible.

Esa potencia es realmente notable, como lo demuestra su porcentaje de victorias por KO, superior al 83%, y como quedó claro en el desenlace de su semifinal, que cerró en el quinto asalto con un brutal uppercut de izquierda al cuerpo. Sin embargo, sería un error catalogar a Mejia como un simple pegador sin técnica, porque aunque ama la batalla, el mexicano deja entrever una base boxística de calidad. Especialmente destacable es su uppercut de izquierda al rostro al final de las combinaciones, un golpe ejecutado con gran naturalidad que a menudo se cuela en la guardia de sus rivales.

Cerebro, corazón y piernas: los tres ingredientes para el éxito

Sería ingenuo y presuntuoso de mi parte intentar explicar a Qamili y a su equipo, sentado tranquilamente en mi escritorio, cómo se vence a una fiera como Brandon Mejia. Nuestro púgil, sabiamente guiado por su entrenador, ha realizado sin duda una preparación meticulosa, enriquecida además por valiosas sesiones de sparring en el Reino Unido, y sabe perfectamente cómo actuar cuando suene la campana. Aun así, creo que es legítimo destacar tres elementos que podrían resultar decisivos para definir las dinámicas de la final del sábado.

El primero es el cerebro. Cuando se enfrenta a un rival de impresionante vigor físico, es fundamental controlar las emociones y recurrir a la racionalidad para neutralizar y limitar la fuerza bruta del oponente. En algunos momentos de este torneo, Qamili se ha dejado llevar por el orgullo, encajando golpes que con mayor cautela podría haber evitado. Esta vez, especialmente en los primeros asaltos, podría ser prudente contener su temperamento fogoso para impedir que Mejia encuentre rápidamente el ritmo y se sienta cómodo en su terreno favorito.

El segundo elemento es el corazón. Por muy cuidadosa, prudente y estratégicamente perfecta que pueda ser la actuación de Qamili, no cabe duda de que tarde o temprano tendrá que apretar los dientes y aceptar atravesar los caminos del infierno para intentar, tomando prestada una expresión de Dante, “volver a ver las estrellas”. Saber reaccionar con garra y determinación en los momentos de sufrimiento será clave también para desalentar a Mejia, acostumbrado a intimidar y someter a sus rivales gracias a su potencia.

El tercer elemento, a diferencia de los dos primeros, se refiere más al aspecto técnico-táctico del combate que al psicológico o emocional: el juego de piernas. Los boxeadores como Brandon Mejia, que cargan de forma muy marcada la mayoría de sus golpes, suelen encontrar muchas más facilidades frente a rivales estáticos y previsibles, que permanecen delante ofreciéndoles un blanco fijo. Desplazamientos laterales, repentinos dentro-fuera y cambios de dirección podrían resultar fundamentales para desorientar al boxeador mexicano, hacerlo fallar y obligarlo a consumir valiosas energías físicas y mentales.

Pase lo que pase, Qamili ya ha hecho sentir orgullosos a dos países

Animaremos con todas nuestras fuerzas a nuestro Eti, a quien deseamos sinceramente que alcance este prestigioso objetivo que, además del premio de 200.000 dólares, le garantizaría la condición de retador oficial al título WBC Silver del peso pluma, abriéndole las puertas a un futuro glorioso en su carrera.

Independientemente de cómo termine el combate del sábado, queremos subrayar que Qamili ya ha hecho más que suficiente para enorgullecer a sus dos países: Albania, su tierra de origen, e Italia, su patria de adopción. Llegar hasta el final de un torneo tan largo y exigente, en el que han participado algunos de los mejores prospectos del planeta, representa una hazaña deportiva extraordinaria que, a nuestro juicio, sitúa a Eti entre los cinco primeros de una hipotética clasificación italiana libra por libra.

Ahora solo queda dar un último paso en esta fase: el más difícil y el más peligroso. No nos queda más que conectarnos a DAZN este sábado por la tarde y disfrutar del espectáculo que Qamili y Mejia sabrán ofrecernos, cruzando los dedos por nuestro representante.

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