En internet y en los debates entre aficionados abundan las comparaciones con los grandes combates del pasado. Están quienes glorifican a los pesos pesados de antaño mientras desprecian a los protagonistas actuales, y quienes prefieren la era presente a los llamados nostálgicos. Así que nosotros también nos sumergimos en tiempos pasados con un juego a medio camino entre el deporte y la ciencia ficción. Imaginemos que un moderno Doctor Frankenstein, apasionado del boxeo, tiene el poder de ensamblar las cualidades destacadas de los más grandes campeones de todos los tiempos para crear al “peso pesado perfecto”: un guerrero invencible y sin defectos. ¿Qué característica tomaría de cada atleta? ¡Aquí tienen nuestras elecciones!
El directo de izquierda de Sonny Liston
Más que un jab, una pedrada. Sus largos brazos y una fuerza descomunal permitían a Liston intimidar a su rival incluso antes de usar “la mano fuerte”. Más violento que el recto de derecha de muchos boxeadores, su directo de izquierda era capaz de paralizar a cualquiera.
El jab de contención de Larry Holmes
Rápido, impredecible, contundente. El jab de Holmes no era un arma ofensiva, sino un golpe funcional para preparar la derecha y detener el avance del rival haciéndole perder el ritmo. Nadie lo ejecutó con la misma asombrosa velocidad.
El directo de derecha de Joe Louis
Preciso como un cirujano, devastador en potencia y letal en velocidad de ejecución: el directo de derecha era el golpe favorito del inmenso Louis, un arma que, al ayudarle a derrotar a un oponente tras otro, lo consagró como uno de los mejores pesos pesados de la historia.
El gancho de derecha de Max Baer
El “falso malo” Max Baer quizá no tenía una gran variedad de golpes, pero su overhand, el gancho de derecha lanzado por encima del hombro, no daba oportunidad de defensa. Considerado uno de los pegadores más potentes de los años 30, debía gran parte de su fama a ese golpe.
Los uppercuts de Lennox Lewis
Lewis fue uno de los pesos pesados más completos de la historia. Al tener que elegir una sola de sus innumerables cualidades, queremos dar el crédito que merecen sus terribles uppercuts, capaces de levantar literalmente del suelo a sus desafortunados oponentes. Michael Grant los recuerda bien.
El juego de piernas de Muhammad Ali
Ha habido varios pesos pesados con un estilo “de bailarín”, pero nadie mostró jamás la gracia, la elegancia y la rapidez de movimiento de The Greatest. Ali volaba como una mariposa y picaba como una abeja, y esto era, sobre todo, gracias a sus ágiles y veloces piernas.
Las combinaciones de Mike Tyson
Los pesos pesados rara vez lanzan más de dos golpes seguidos, ya que su gran tamaño les dificulta las combinaciones prolongadas. Mike, con su físico compacto y sus extremidades explosivas, era la excepción: podía desplegar secuencias prodigiosas de golpes demoledores.
El gancho de izquierda de Joe Frazier
Lanzado con una ferocidad inhumana, aprovechando todo el peso del cuerpo, el gancho de izquierda de Smokin’ Joe podía destrozar las mandíbulas más sólidas. Incluso Muhammad Ali, pese a su reconocida resistencia, fue aturdido y derribado por él.
La mandíbula de Rocky Marciano
Avanzar sin tregua, absorber un fuego continuo y seguir avanzando. Una estrategia aparentemente simple, pero imposible de ejecutar sin una resistencia de primer nivel. Rocky la tenía: para noquearlo, había que subir al ring armado.
La mentalidad de Vitali Klitschko
Mirada de hielo, máxima concentración, determinación inquebrantable: la fortaleza mental del gigante ucraniano siempre fue extraordinaria. Considerado menos talentoso que su hermano en su etapa amateur, se demostró más fuerte como profesional, gracias también a su mentalidad.
El sentido del tiempo de Jersey Joe Walcott
Su guardia frecuentemente abierta y “tentadora”, junto con su sonrisa desafiante, llevaban a los rivales a entrar en su rango de acción. Sin embargo, los golpes de Walcott salían en el instante perfecto para castigarlos. No es casualidad que tanto Joe Louis como Rocky Marciano terminaran en la lona contra él.
La agresividad de Jack Dempsey
Dempsey era una fuerza imparable cuando presionaba al rival. Incluso después de un derribo, permanecía al acecho, listo para golpear en el primer momento oportuno. Como gran innovador que fue, experimentó con nuevas técnicas para hacer su presión aún más letal.
La potencia de Earnie Shavers
Ya celebramos su fascinante carrera en otra ocasión (lee aquí), pero la potencia de Shavers nunca dejará de merecer elogios. James Tillis dijo de él: “Cuando me golpeó, comencé a ver ratones, gatos y animales rosas fumando cigarrillos”.
La defensa de Jimmy Young
Con un físico menudo y una potencia nada destacada, Young utilizó sus fenomenales habilidades defensivas para ser extremadamente competitivo contra los mejores exponentes de la dorada década de los 70. Pegadores brutales como Shavers, Lyle y Foreman enloquecieron intentando alcanzarlo.
La astucia de Evander Holyfield
Tras pasar de los cruceros a los pesados, y cuando sus extraordinarias cualidades atléticas empezaron a mermar debido a la edad y las numerosas batallas, “The Real Deal” desarrolló una amplia gama de trucos y estrategias, muchas veces al límite del reglamento, que utilizó para neutralizar a rivales más grandes y fuertes.
El ritmo de Oleksandr Usyk
Ya sea lanzando ráfagas de golpes, como lo hacía en los cruceros, o ejecutando una gran cantidad de fintas, como lo hace con más frecuencia en los pesados, el boxeador ucraniano no deja de presionar a sus rivales ni un segundo. Además, posee una habilidad única en la historia para acelerar de forma imparable justo cuando su oponente comienza a mostrar signos de fatiga.
El instinto asesino de George Foreman
Quedar aturdido o mareado durante un combate contra George Foreman era lo peor que podía sucederle a un peso pesado en los años 70. Big George no daba tregua: se lanzaba sobre su rival y lo remataba de manera implacable.