Aunque está obligado a mantenerse fuera de la escena hasta abril de 2025, debido a la suspensión de un año que le impuso la Comisión Atlética del Estado de Nueva York por dopaje, Ryan García sigue siendo noticia. El boxeador californiano, a pesar de haber afirmado varias veces que los comportamientos extraños que tuvo en los meses previos a su último combate con Devin Haney eran parte de una estrategia psicológica, no ha dejado de hacer declaraciones y acciones que dejan perplejos a los aficionados, tanto que varios expertos han mantenido la sospecha de que García no siempre está lúcido y necesita ayuda.
Ahora estas dudas se ven respaldadas por una declaración pública del padre del boxeador, el señor Henry García, quien en una video-entrevista con Fight Hub TV expresó su esperanza de que su hijo entre en terapia para liberarse de la adicción al alcohol. Estas fueron sus palabras al respecto: «No hablo con Ryan desde hace mucho tiempo. Él habla con su madre más que conmigo. Pero está bien, me llamará cuando quiera. Me gustaría que hiciera algún tipo de terapia con respecto a su forma de beber. Estoy siendo real. Él dice que puede controlarlo y yo espero que pueda. Pero si no lo logra – que haga esa terapia para que pueda dejarlo».
Justo cuando la carrera de «King Ry» parecía estar en un punto de inflexión, con la inesperada y abrumadora victoria sobre el muy valorado Haney, llegó el balde de agua fría: positivo por ostarina en los últimos análisis realizados antes de la pelea, el atleta californiano primero vio su victoria revocada con la atribución de un no-contest y luego fue suspendido. Una situación ciertamente compleja de manejar emocionalmente, que podría haber afectado aún más su psique no muy sólida.