Este sábado, en el Footprint Center de Phoenix, el popular boxeador mexicano Juan Francisco «El Gallo» Estrada (44-3-0, 28 KO) intentará defender su título mundial WBC de peso supermosca contra el estadounidense Jesse «Bam» Rodriguez (19-0-0, 12 KO) en un evento organizado por Matchroom Boxing de Eddie Hearn.
Juan Francisco Estrada: el boxeador “completo” por excelencia
A menudo, cuando escuchamos las palabras “boxeador mexicano”, casi automáticamente imaginamos a un luchador agresivo, poco interesado en la defensa, centrado en el ataque en todo momento del combate. En realidad, aunque México ha producido un gran número de combatientes literalmente incapaces de dar un paso atrás, no es raro que de ese país surja un fuera de serie completo, capaz de interpretar dignamente todas las fases de la pelea. Estrada es el ejemplo perfecto: aunque se siente absolutamente cómodo en los intercambios abiertos, El Gallo se mueve con gran rapidez y naturalidad en sus pies, sabe aprovechar bien la amplitud del cuadrilátero y, cuando es necesario, interpreta magistralmente el papel de contragolpeador, haciendo fallar los golpes del rival con pequeños movimientos del tronco y la cabeza para luego contraatacar con sus propios golpes. Extremadamente variado en combinaciones, el campeón en título tiene quizás el único defecto de no mantener siempre alta la intensidad durante los doce asaltos: a veces, especialmente en la fase central del combate, tiende a ceder algunos rounds al adversario, tal vez para asegurarse de conservar suficientes energías para el sprint final.
Jesse Rodriguez: un maestro del antiguo arte del “posicionamiento”
Generalmente, los boxeadores que son universalmente elogiados por su juego de pies son aquellos que se mueven a gran velocidad, recorriendo kilómetros y saltando constantemente de una esquina a otra del ring. En realidad, la historia del boxeo nos enseña que el uso de los pies entre las dieciséis cuerdas puede resultar determinante incluso estando casi en el mismo lugar. Quien con pequeños movimientos, a veces casi imperceptibles, logra posicionarse siempre de manera perfecta para infligir el máximo daño al oponente, haciéndole extremadamente difícil replicar con eficacia, puede ser justamente llamado un “maestro del posicionamiento”. En este aspecto específico, Jesse Rodriguez es un digno heredero de inmensos fuera de serie del pasado como Jose Napoles y Wilfred Benitez: como sus ilustres predecesores, Bam logra estar constantemente frente a su rival sin concederle, sin embargo, los ángulos correctos para castigarlo. Aunque prefiere el uso de golpes sueltos y rápidos, el estadounidense de 24 años recientemente ha mostrado habilidad para cambiar de estrategia según las circunstancias: puesto en dificultades por la velocidad de brazos y el sentido del tiempo de Sunny Edwards el pasado diciembre, entró en modo guerrero, desmoronando al desafortunado boxeador inglés.
¿Qué sucederá? ¡La predicción de Boxe Punch!
A pesar de tener solo 24 años y haber disputado menos de la mitad de los combates de su oponente, Jesse Rodriguez es considerado claramente favorito por los corredores de apuestas. Este dato nos ayuda a comprender cuán alta es la consideración del mundo del boxeo hacia el joven retador texano, por muchos ya considerado un auténtico predestinado.
Sin embargo, si tenemos en cuenta que Bam es un “slow starter” que tiende a aumentar el ritmo en el transcurso de la pelea después de haber estudiado cuidadosamente los movimientos del adversario y que Estrada, por el contrario, nos ha acostumbrado a comienzos brillantes, es razonable sospechar que el inicio del combate pueda sonreír al experimentado campeón. Con el paso de los minutos, sin embargo, el constante aumento de intensidad y ritmo de trabajo por parte de Rodriguez, unido a la costumbre de Estrada de gestionar cuidadosamente las energías, sugiere un cambio de inercia que otorgue al retador las riendas del combate en el punto medio. Al igual que le sucedió en la segunda pelea contra Roman Gonzalez y en menor medida en la tercera, Estrada corre el riesgo de encontrarse a menudo a la defensiva, superado por el asfixiante ritmo de trabajo de su adversario y obligado a retroceder para poder respirar y encontrar espacio para sus acciones de contragolpe. No hay duda de que El Gallo, si se queda atrás en el puntaje como sugieren nuestras hipótesis, dará todo lo que tiene aceptando los intercambios con el coraje que siempre lo ha caracterizado durante los “championship rounds”, con el fin de poner en duda el resultado del combate.
En ese punto, sin embargo, hay dos aspectos que podrían marcar la diferencia: la mayor frescura del joven Rodriguez, ciertamente menos desgastado debido a su carrera mucho más corta, y la reciente inactividad de Estrada, que no disputa un combate oficial desde diciembre de 2022, es decir, hace más de un año y medio. En un eventual final de infarto, por lo tanto, el brillo y el tiempo necesarios para destacarse en los intercambios decisivos deberían estar del lado del retador. Por lo tanto, predigo una convincente victoria por puntos de Jesse Rodriguez, con un margen de aproximadamente cuatro puntos en las tarjetas de los jueces.