Según informó el reconocido periodista estadounidense de The Ring Mike Coppinger, Anthony Joshua y Jake Paul estarían muy cerca de cerrar las negociaciones para enfrentarse en un combate en Miami el próximo mes de diciembre. La pelea se llevaría a cabo, naturalmente, en la categoría de peso pesado. Aún no se conocen las reglas acordadas entre ambos boxeadores.
Después de haberse enfrentado a jugadores de baloncesto, luchadores de MMA con menor tamaño y boxeadores retirados, Jake Paul intenta ahora dar el gran golpe, aceptando pelear contra una figura de primer nivel que parece seguir en plena forma física.
Está claro que si ambos están autorizados a golpear con toda su fuerza, el combate terminará en pocos segundos con un KO brutal a favor de AJ. Se trataría, por tanto, de otro espectáculo ridículo, sin ningún valor deportivo, útil solo para ganar dinero aprovechando la curiosidad morbosa de los espectadores ocasionales.
Una decisión brillante desde el punto de vista del marketing, pero profundamente desconcertante si se considera que la carrera boxística de Anthony Joshua aún podría ofrecernos enfrentamientos apasionantes de alto nivel mundial. Evidentemente, el ex campeón del mundo ya no tiene el espíritu de sacrificio necesario para arriesgarse y prefiere aumentar su cuenta bancaria minimizando los riesgos.
Queda por ver si la Comisión Atlética de Florida estará dispuesta a autorizar un combate de este tipo, asumiendo la responsabilidad de las posibles consecuencias.
