La WBA es la más antigua de las principales federaciones mundiales de boxeo, pero también la que en las últimas décadas ha protagonizado las decisiones más extrañas y contradictorias. Entre ellas, la ya consolidada costumbre de elevar a algunos de sus campeones mundiales al rango de “súper campeones”, dejando luego el título WBA disponible para otro boxeador. Uno de los que actualmente se benefician de esta absurda política es el búlgaro Kubrat Pulev, que el 12 de diciembre defenderá el título WBA del peso pesado contra el ruso Murat Gassiev.
Hace falta mucho valor para tomar en serio el calificativo de “campeón del mundo” cuando se trata de Pulev. Con 44 años, ni siquiera figura entre los diez primeros del ranking de los pesos pesados de The Ring y no tendría ninguna posibilidad frente a los mejores de la categoría. Ganó el controvertido cinturón en diciembre del año pasado al imponerse por puntos al modesto Mahmoud Charr.
El búlgaro fue un buen boxeador en su mejor época, pero fracasó en las citas más importantes de su carrera, siendo noqueado de forma contundente por Wladimir Klitschko en 2014 y por Anthony Joshua en 2020.
Murat Gassiev, en cambio, fue un peso crucero formidable. En la categoría de las 200 libras, el ruso conquistó los títulos mundiales WBA e IBF. Memorables y espectaculares fueron sus batallas, especialmente la que libró en 2018 contra el temible cubano Yuniel Dorticos.
Sin embargo, después de su clara derrota por puntos ante el ucraniano Oleksandr Usyk, la carrera de Gassiev sufrió un fuerte parón a causa de múltiples lesiones. Ahora, el pegador nacido en Osetia del Norte intenta abrirse camino entre los pesos pesados, pero aunque ha logrado varios nocauts en los últimos años, parece una sombra del boxeador que fue.
El combate entre Pulev y Gassiev se disputará en el Duty Free Tennis Stadium de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.