Italia ha comenzado con el pie derecho su andadura en el Boxing Grand Prix, el torneo organizado por Riyadh Season y el CMB. Nuestro representante en la categoría de peso pluma, Muhamet Qamili, derrotó por decisión unánime al ucraniano Ihor Semonchuk gracias a una actuación espléndida, obteniendo así el pase a los octavos de final que se celebrarán en el mes de junio.
La presión del gran evento se hizo sentir en las piernas y los brazos del joven de 24 años, de origen albanés, que vive en Italia desde los cinco años: Qamili comenzó el combate algo tenso y tuvo que encajar de lleno los primeros golpes de su insistente rival.
Sin embargo, el púgil entrenado por Alessandro El Moety no se dejó intimidar por el duro arranque y, ya en el primer asalto —disputado a un ritmo altísimo por ambos boxeadores—, empezó a encontrar las soluciones adecuadas.
A partir del segundo round, Qamili se quitó visiblemente los nervios iniciales y comenzó a moverse con mayor soltura, aprovechando bien el espacio del ring y boxeando al contragolpe con naturalidad y precisión.
Con el paso de los minutos se hizo cada vez más evidente el contraste entre la agresividad de Semonchuk, imparable en su presión constante, y la mayor calidad del italiano, que se defendía con orden y respondía con golpes secos y sorpresivos lanzados con ambas manos.
Afortunadamente, los jueces supieron valorar la superioridad técnica mostrada por Qamili, que después de cuatro rounds descubrió —gracias a la regla del Open Scoring— que estaba por delante en dos de las tres tarjetas oficiales. Un poco de cansancio empezó a notarse, con ambos boxeadores recurriendo a menudo al clinch, pero con nuestro atleta conectando con más frecuencia.
Al inicio del sexto y último asalto, Qamili dio la sensación de querer administrar su ventaja, pero luego cambió de ritmo y dominó la segunda mitad del round, poniendo el broche de oro a una actuación sobresaliente.
Los jueces le otorgaron la victoria de forma unánime con puntuaciones de 58–57, 58–56 y 59–55. Quien escribe estas líneas coincide con la diferencia de cuatro puntos señalada por el juez belga Daniel Van de Wiele, habiendo concedido a Semonchuk únicamente el primer asalto, pero lo importante es que pasó de ronda el boxeador más merecedor.
En los octavos de final, Qamili se enfrentará al francés Yoni Valverde Jr., quien hoy venció con claridad por puntos al australiano de origen chino Runqi Zhou, ganando todos los asaltos en las tarjetas oficiales.
Valverde es un boxeador con movilidad y buen sentido del tiempo, hábil para cambiar de guardia con frecuencia y trabajar al cuerpo. Menos destacables son su potencia (solo tres nocauts en catorce victorias profesionales) y su defensa, que muchas veces se limita a una guardia alta sin el adecuado movimiento de tronco o cabeza.
En general, el obstáculo parece estar al alcance de Qamili, quien deberá presentarse en excelentes condiciones como hoy y no subestimar el compromiso bajo ningún concepto. Por ahora, sin embargo, es momento de celebrar el excelente resultado de hoy; luego habrá tiempo de sobra para preparar el próximo reto.