En el Palasport de Ferrara se celebró la velada de boxeo organizada por Boxing Duran junto con la Accademia di Ferrara, todo bajo la supervisión de Massimiliano Duran. Entre los combates más esperados estaba el título italiano vacante del peso mosca entre Ahmed Obaid (7-7-3), boxeador de origen palestino ya adoptado por la ciudad de Ferrara, y Vincenzo Rossi (6-0).
Un boxeador técnico que ya había intentato asaltar el cinturón, frente a un púgil de manos pesadas que contaba con 4 nocauts en sus 6 victorias.
Al final se impuso el boxeador local, que tras diez asaltos dominados ganó por decisión unánime (100-90; 100-90; 100-90), neutralizando por completo al coaspirante.
El primer asalto empezó con un Obaid muy activo con el jab y con las piernas, moviéndose alrededor de su rival. Vincenzo Rossi, por su parte, estudiaba cómo encontrar la distancia adecuada para abrir la guardia del púgil de Ferrara, logrando conectar algunos derechazos aislados.
En el segundo asalto, Obaid empezó a atacar, llevando hacia atrás a Rossi con combinaciones de tres directos. Rossi aún no conseguía arrancar y, cuando lo hacía, se encontraba con el uppercut de su rival, que demostraba un gran arsenal técnico.
En el tercer asalto, Rossi empezó a penetrar la guardia contraria con directos de derecha, pero no era suficiente, ya que Obaid seguía muy móvil y respondía siempre con ambas manos.
Excelente movimiento también por parte de Obaid en el cuarto asalto, cambiando incluso de guardia para eludir a su rival, que comenzaba a presionar, aunque sin encontrar todavía los espacios adecuados. Se avecinaba una noche complicada para el boxeador de Monza.
Quinto y sexto asalto: el guion parecía ser el mismo. Obaid estaba ejecutando a la perfección la táctica preparada con su equipo y se mostraba visiblemente más rápido que Rossi, que no lograba encontrar tiempos ni espacios y recibía además varios directos de derecha importantes.
En el séptimo y octavo asalto, Obaid se mostró muy seguro de sí mismo, plantándose, conectando uppercuts y desapareciendo del ángulo visual de Rossi. Hasta ese momento, un combate gestionado a la perfección por el púgil de Ferrara.
En el noveno asalto, el boxeador local parecía fresquísimo; sus piernas habían trabajado sin parar durante toda la pelea y seguía lanzando combinaciones de directos rápidas y precisas como si fueran los primeros asaltos. En el décimo y último, sabiendo que el título estaba en sus manos y que podría limitarse a controlar, Obaid siguió golpeando, queriendo cerrar de la mejor manera un combate boxeado magistralmente.
El combate terminó y la decisión no podía ser otra que unánime. Obaid y su esquina habían estudiado y ejecutado a la perfección el tipo de boxeo necesario en una noche como esta.
Un ritmo increíble del nuevo campeón; Rossi nunca logró mostrar su boxeo porque fue completamente neutralizado. Lástima por el púgil de Monza, pero el de Ferrara esta noche parecía realmente imparable e incontrolable.
He seguido varias veces los combates de Obaid y debo decir que esta es, para mí, la mejor actuación de su carrera. Se ha merecido verdaderamente el cinturón, mostrando crecimiento y una madurez importante.