La aventura profesional de Salvatore Cavallaro comienza con una victoria

Salvatore Cavallaro ha roto el hielo. El boxeador italiano, protagonista de una destacada carrera amateur durante la cual vistió por muchos años la camiseta de la selección nacional, debutó ayer como profesional venciendo por puntos en seis asaltos al venezolano de 21 años Omar José Leones Loiz.
La velada, organizada por Big Bear Boxing del joven y ambicioso promotor Davide Bianchi, tuvo lugar en el Centro Comercial Porte di Catania con el apoyo del patrocinador principal Justmeben LTD.

Leones no viajó a Sicilia para hacer de figurante, ni mucho menos para caer al primer golpe. A diferencia de otros púgiles venezolanos que en el pasado reciente ofrecieron actuaciones pobres y rendidas ante boxeadores italianos, el rival de Cavallaro —que subió al ring con un récord inmaculado de 9 victorias, 7 de ellas por KO— se ganó su bolsa.

Dotado de un físico imponente y de una envergadura considerable para la categoría de los supermedianos, Leones intentó imprimir la máxima potencia a sus golpes desde el primer asalto, dejando claro a Cavallaro que no sería prudente quedarse quieto delante de él. Nuestro boxeador comprendió rápidamente el peligro y acertó al recurrir a combinaciones de dos golpes para luego salir del radio de acción del rival.

Salvatore se mostró especialmente cómodo en el segundo asalto, cuando, aprovechando la mayor agresividad de su adversario, pudo actuar como contragolpeador, haciendo fallar a Leones en sus ataques algo mecánicos y respondiendo con manos rápidas.

El combate se volvió algo caótico en el tercer asalto. Tras un espléndido gancho de derecha de Cavallaro, Leones reaccionó con vehemencia, conectando un gancho de izquierda y lanzándose hacia adelante en busca del intercambio.
Durante la acción se abrió un corte cerca del ojo derecho de Cavallaro que el árbitro atribuyó a un cabezazo, descontando dos puntos al venezolano.

Al revisar las imágenes de vídeo disponibles, da la impresión de que el corte fue causado en realidad por el golpe legítimo de Leones, ya que el posterior choque de cabezas afectó a otra zona del rostro de Cavallaro, más cercana a la mandíbula que al ojo.

El árbitro incluso descontó otro punto a Leones tras un nuevo choque de cabezas, aparentemente accidental. Un arbitraje, por tanto, bastante casero, aunque Cavallaro no necesitaba ninguna ayuda, habiendo ganado con mérito todos los asaltos.

En la segunda mitad del combate, el italiano buscó insistentemente conectar su gancho de derecha en primera intención, lo que provocó las protestas de Leones, que lo acusaba de golpearle en la nuca. Algunas quejas fueron exageradas, aunque en efecto en ciertos casos los golpes de Cavallaro siguieron una trayectoria demasiado amplia para impactar limpiamente.

Más eficaces y también más estéticos resultaron los directos de izquierda del italiano, que encontraron el blanco con buena frecuencia, sobre todo en los dos últimos asaltos, poniendo de relieve la gran resistencia de Leones, capaz de absorber numerosos golpes duros al cuerpo y a la cabeza sin perder la compostura.

Ninguna duda sobre el veredicto final, que otorgó merecidamente la decisión unánime a Salvatore Cavallaro.
Tanto el púgil italiano como su promotor Davide Bianchi merecen reconocimiento por no haber elegido para su debut un rival débil o sin preparación. Si lo hubieran hecho —siguiendo una práctica perjudicial demasiado común entre los nuevos talentos—, el equipo de Cavallaro no habría obtenido indicaciones útiles sobre los aspectos en los que trabajar.

Por el contrario, la combatividad y el buen desempeño de Leones permitieron evidenciar con claridad tanto los puntos fuertes de nuestro boxeador como las áreas técnicas y tácticas en las que aún hay margen de mejora, facilitando así el trabajo del maestro Giovanni Cavallaro, padre y entrenador del púgil.

Entre los presentes en primera fila se encontraba el excampeón mundial de los superligeros y wélter Paulie Malignaggi, estadounidense de raíces sicilianas, quien siguió el combate principal junto al veterano comentarista Remo D’Acierno, aportando sus análisis durante la narración.

El único aspecto negativo de la hermosa velada fue la ausencia del debut de Aziz Abbes Mouhiidine, quien debía iniciar su aventura profesional junto a su amigo y excompañero de selección Cavallaro. Lamentablemente, su rival designado quedó fuera a pocos días del evento y no fue posible encontrar un sustituto adecuado en tan poco tiempo.
Estamos seguros, sin embargo, de que Abbes tendrá muy pronto la oportunidad de iniciar una carrera profesional que promete ser apasionante.

En el minuto 02:53:40 de este vídeo se puede ver el combate completo de Salvatore Cavallaro:

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