Una actuación sobresaliente, llena de carácter y de una personalidad arrolladora, permitió a nuestro “Gladiator” Guido Vianello relanzarse en el Wells Fargo Center de Filadelfia, en el combate de respaldo del evento organizado por Matchroom Boxing y Eddie Hearn. El peso pesado italiano arrolló al invicto canadiense Alexis Barriere en cinco asaltos: un nocaut que puede darle gran confianza de cara al futuro.
El mítico Francesco Damiani, que conoce muy bien a Vianello por haberlo entrenado en la selección nacional, había tenido razón. En la entrevista que le hicimos hace una semana, con motivo de su cumpleaños, declaró: “Guido tiene 31 años, está en plena madurez física y creo que aún puede darnos lindas sorpresas.”.
La primera de esas sorpresas —al menos en contra de los pronósticos de las casas de apuestas, rotundamente desmentidos— ya ha llegado. En una velada que, sobre el papel, podía esconder muchas trampas y que también en el ring planteó algunos enigmas, Vianello supo encontrar la clave para imponerse de manera devastadora.
Guido dejó claras sus intenciones desde el primer sonido de la campana. Con una clara ventaja de experiencia en el boxeo profesional, el Gladiator atacó de inmediato al rival para intimidarlo y hacerle sentir el peso de sus golpes, gestionando luego con calma el resto del asalto inicial, que cerró con una gran derecha justo antes del final.
El zurdo Barriere, inicialmente bastante conservador, entró en combate en la segunda mitad del segundo asalto, mostrando más iniciativa y empezando a utilizar su izquierda con mayor frecuencia.
Al darse cuenta de que su rival estaba leyendo y esquivando su derecha inicial, cronometrando bien los intercambios cortos, Vianello intentó apoyarse más en el jab durante el tercer asalto. Sin embargo, el canadiense se desenvolvió bien a la media distancia, demostrando gran velocidad de ejecución y llevándose probablemente el asalto.
Fue entonces cuando emergió con fuerza la personalidad de nuestro representante. Al no poder imponerse con una estrategia de entrar y salir, y sabiendo que era el boxeador “visitante” —pues Barriere tiene contrato con Matchroom—, Guido sacó las garras.
Un derechazo recto seguido de un inmediato gancho de izquierda a la sien marcaron el primer momento crucial del combate, en el cuarto asalto. El canadiense retrocedió precipitadamente hacia las cuerdas y cayó de rodillas tras recibir una lluvia de golpes.
Literalmente salvado por la campana, mientras mostraba una gran dificultad, Barriere intentó recuperar claridad y energía durante el minuto de descanso, pero Vianello lo atacó con feroz determinación al inicio del quinto asalto y lo mandó a la lona para la cuenta definitiva con un violento derechazo al rostro.
La esquina del Gladiator estalló entonces en celebración, donde junto al experimentado entrenador Simone D’Alessandro también estaba presente el Director Técnico de la selección italiana de boxeo, el excampeón mundial Giovanni De Carolis.
Tras la decepción sufrida en su anterior tropiezo ante Richard Torrez Jr, los aficionados italianos que siguen con entusiasmo la carrera de Guido Vianello en Estados Unidos pueden volver a sonreír. La sensación de quien escribe es que aquella derrota contribuyó a forjar el carácter de nuestro atleta, que en esta ocasión se mostró agresivo, sereno y extremadamente seguro de sus propias capacidades.