¡Fundora vuelve a vencer a Tszyu: el australiano se retira tras siete asaltos!

El MGM Grand Garden Arena de Las Vegas acogió esta noche, además del regreso al ring de Manny Pacquiao, el combate entre el estadounidense Sebastian Fundora (23-1-1, 15 KO) y el australiano Tim Tszyu (25-3-0, 18 KO), con el título mundial WBC del peso superwélter en juego.

Revancha del combate celebrado en marzo de 2024, en el que Fundora se impuso por decisión no unánime, aquella pelea estuvo marcada por un corte en la cabeza de Tim, causado por un codazo involuntario de Fundora. El corte y la abundante sangre que brotó de él limitaron en gran parte la visión de Tszyu, haciendo que la victoria de Fundora resultara efímera.

Como era justo, ambos se enfrentaron nuevamente en un combate que tenía sabor a veredicto definitivo.
Y esta vez, quien ganó de forma clara y contundente fue de nuevo Fundora, que venció a Tszyu por TKO en el séptimo asalto: el australiano fue sabiamente detenido por su esquina tras comprobar su estado. Tszyu se mostró visiblemente afectado, con la mirada perdida, tras siete asaltos en los que fue castigado por los golpes de Sebastian.

Ambos llegaban al combate con sensaciones probablemente opuestas. Fundora, con sus 197 cm de estatura, buscaba una victoria clara, sin atenuantes, que confirmara lo mostrado en sus últimos combates ante Tszyu y Booker.

Mucho más profundas, probablemente, eran las motivaciones de Tim. Hijo del gran Kostya Tszyu, aún lucha por sacudirse la pesada sombra de su padre (cuya carrera, siendo honestos, difícilmente logrará igualar). Llegaba al combate tras la dura derrota sufrida ante Bakhram Murtazaliev (auténtico coco de la división), en la que cayó a la lona cuatro veces, siendo salvado solo por el lanzamiento de la toalla desde su esquina, y a pocos meses de su buena actuación contra Joseph Spencer, una oportunidad para recuperar algo de confianza, donde se impuso por TKO en el cuarto asalto.

Desde el punto de vista estilístico, se esperaba un choque intenso en el centro del ring. Tim es un pressure fighter con un excelente gancho y una buena potencia general en sus golpes. Sin embargo, es vulnerable en defensa, tiende a ser poco móvil y algo rígido de tronco, y suele dejar el rostro expuesto al lanzar sus ataques.
Por su parte, el zurdo Fundora posee un martilleante jab, que lanza desde una altura vertiginosa (no solo para esta categoría) y que le permite controlar la distancia con facilidad. A pesar de esa ventaja en el alcance, Fundora se siente cómodo combatiendo por dentro, especialmente tras establecer cierta supremacía en el centro del ring, y trabaja bien con los uppercuts, un arma que emplea con frecuencia. No obstante, es vulnerable al cuerpo (algo lógico dada su estatura) y lento en la ejecución: un buen timing puede ponerle en apuros. Además, tiene una marcada tendencia a dejar su rostro al descubierto, exponiéndose a ser contragolpeado.

Los dos ofrecieron exactamente lo que se esperaba sobre el ring. Pero esta vez, Fundora pareció subir al cuadrilátero con una actitud mucho más decidida. Así, ya en el primer asalto, se cruzaron de inmediato: gancho delantero de izquierda de Tim contra gancho trasero de izquierda del zurdo Fundora. La velocidad del golpe del espigado púgil estadounidense fue evidente desde el primer momento y mandó a Tszyu a la lona. Fundora intentó aprovechar de inmediato la situación, pero sin precipitarse, permitiendo así que Tszyu regresara a su esquina para recuperar el aliento.

En el segundo asalto, Fundora, decidido a tomar el control, se abalanzó sobre Tim, lo arrinconó contra las cuerdas y lo castigó con una combinación prolongada y asfixiante, evidenciando el terrible momento de dificultad del australiano. Tszyu intentó reaccionar con ganchos amplios, aprovechando la costumbre de Fundora de dejar completamente expuesto su rostro, pero la falta de precisión permitió que el campeón absorbiera los golpes sin mayores problemas. Un excelente gancho de izquierda de Tim puso en alerta a Fundora, quien continuó sin forzar demasiado después de aquella ráfaga de golpes.

El combate prosiguió con Fundora más agresivo, tratando de encerrar al rival contra las cuerdas. Tim hizo valer su gancho de izquierda, con el que impactó al oponente en varias ocasiones, pero los golpes de Fundora parecían siempre más potentes y dañinos, especialmente el recto de izquierda lanzado en primera intención y los uppercuts, verdadera marca registrada del estadounidense.

A Tim le resultó muy difícil encontrar la distancia adecuada para trabajar: desde lejos, Fundora podía controlar las acciones a placer gracias a sus 196 cm de altura, pero incluso en la media y corta distancia se hacía valer, y hasta parecía encontrarse cómodo pese a sus larguísimos brazos.

Cada vez que fue acorralado, Tim mostró todas sus dificultades, no solo para resistir los golpes, sino también su escasa lucidez para esquivar sin contraatacar, quedando prácticamente a merced de Sebastian.

Durante el cuarto asalto, tras haber estado bajo presión, Tim logró salir del rincón y conquistar el centro del ring. Ambos se intercambiaron numerosos golpes. Pero los rectos y uppercuts de Fundora tuvieron un impacto muy superior al gancho de izquierda y al esporádico recto de derecha de Tszyu. Fundora parecía absorber sin gran dificultad los intentos de Tim, lo que le permitió seguir con continuidad su labor de demolición. Por el contrario, Tim continuó lanzando sus dos habituales golpes —gancho de izquierda y recto de derecha— pero de forma esporádica: una diferencia de ritmo realmente marcada.

En el séptimo asalto, una vez más acorralado, exhausto y a merced de Fundora, Tim intentó un último esfuerzo, con un gran gancho de derecha y poco después con uno de izquierda, pero Sebastian nuevamente los absorbió sin aparentes dificultades, siguió adelante como si nada y castigó duramente al australiano con el gancho de derecha y el uppercut de izquierda.

Agotado, totalmente indefenso, Tszyu regresó a su esquina y, afortunadamente, su equipo decidió detener el combate, evitándole así un castigo que se estaba volviendo excesivo.

En las entrevistas posteriores, una simple frase de Tim resumió toda su frustración: “I couldn’t do it”, no pude lograrlo.

Gran actuación de Fundora, quien ahora tendrá que subir el listón con miras a combates seguramente más exigentes, frente a los mejores de una división que hoy es una de las más interesantes del panorama. Lo esperan nombres como Ortiz Jr., Murtazaliev, Madrimov, Bohachuk y el renacido Thurman.

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