Jaron «Boots» Ennis (32-0-0, 29 KO) defendió con éxito el título mundial IBF de peso wélter ante el público amigo del Wells Fargo Center de Filadelfia en el marco del evento organizado por Matchroom Boxing de Eddie Hearn. El estadounidense obligó al retiro al retador David «Ava» Avanesyan (30-5-1, 18 KO) después de cinco asaltos dominantes, que incluyeron un espectacular derribo. Para Ennis, se trata de la primera defensa del título obtenido automáticamente tras la decisión del excampeón Terence Crawford de subir a la categoría de peso superwélter.
Como habíamos anticipado en la presentación, Jaron Ennis quería ganar el duelo a distancia con su compatriota Crawford, quien había necesitado seis asaltos para noquear al tenaz Avanesyan. Boots, de hecho, destacó su intención de usar la fuerza desde el inicio, plantándose en el centro del ring y aceptando la batalla sin concederse asaltos de estudio. Sin embargo, la adrenalina excesiva casi le juega una mala pasada cuando, después de ser desbalanceado por el brazo de Avanesyan, lo golpeó claramente debajo del cinturón, lo que llevó al árbitro Eric Dali a detener el tiempo para permitir que el retador se recuperara del impacto.
El combate continuó sin que al campeón se le infligieran puntos de penalización y fue evidente para todos los espectadores que la diferencia de nivel entre los dos atletas pronto sería determinante. Avanesyan no hizo un mal papel, de hecho: el armenio intentó con su habitual valentía aplicar su característico y sofocante estilo de presión, logrando también asestar algunos golpes notables al rostro, pero lo hizo a un precio muy alto. Ennis lo sumergió en golpes pesados, alternando entre la cabeza y el cuerpo y cambiando constantemente de trayectorias, haciendo inútil la defensa cerrada del retador.
Avanesyan comenzó a mostrar signos de desaliento durante el cuarto asalto, cuando sus ataques se volvieron más esporádicos y menos decididos mientras Boots seguía dando la impresión de divertirse con su incesante bombardeo. Intentar aumentar nuevamente el ritmo del combate resultó ser una elección fatal para el retador: inmediatamente después de haber conectado un buen derechazo durante el quinto asalto, Ava fue derribado por un súbito golpe de izquierda de su oponente. Una acción realmente particular la de Ennis, que recuerda el letal derribo que Gennady Golovkin infligió al australiano Daniel Geale en el ya lejano 2014: el púgil estadounidense lanzó su golpe mientras aún estaba absorbiendo el del rival, logrando a pesar de ello causar daños tangibles. Cabe decir que el mismo Ennis protagonizó una hazaña similar durante su rápida victoria sobre Thomas Dulorme en 2021, demostrando su extrema solidez e increíble explosividad muscular.
Avanesyan se levantó y, con gran corazón, logró llegar al final del asalto, pero después de regresar al banco y ser examinado por el médico, fue sabiamente detenido por su equipo, conscientes de que continuar solo implicaría más daños para su púgil. El ojo izquierdo del armenio estaba casi cerrado y sus posibilidades de recuperarse en el combate eran prácticamente nulas.
Algunos podrían argumentar que la actuación de Ennis no fue perfecta, ya que el estadounidense, aunque ganó claramente todos los asaltos, recibió algunos golpes aparentemente evitables. La sensación de quien escribe, sin embargo, es que Ennis, después de evaluar la potencia del rival al inicio, comprendió que no corría riesgos significativos y decidió conscientemente disputar un combate para corazones fuertes con la intención de regalarle al público de su Filadelfia una victoria contundente. Haber concedido algo al retador permitió a Boots expresar todo su potencial ofensivo, divirtiendo al público y generando grandes expectativas para sus próximas citas.
En el estado actual no parecen haber rivales capaces de inquietar a Ennis en el límite de las 147 libras; veremos entonces si el estadounidense, en consulta con su promotor Eddie Hearn, querrá apuntar a la unificación de los cinturones de peso wélter o si decidirá subir de categoría para obtener desafíos más prestigiosos.