Un enfrentamiento encendido a través de los medios ha estallado entre dos figuras destacadas del equipo nacional femenino de boxeo de Italia. Las protagonistas son Irma Testa y Angela Carini, ambas participantes en los recientes Juegos Olímpicos de París 2024, donde la selección italiana de boxeo regresó a casa sin medallas, generando una gran decepción.
Angela Carini abandonó el torneo en la primera ronda, retirándose apenas unos segundos después de comenzar el asalto inicial porque, según ella, los golpes de su oponente, Imane Khelif, «dolían demasiado». Su retirada desató una gran polémica, ya que muchos la relacionaron con las acusaciones de que la boxeadora argelina no cumplía los requisitos de género para competir en el torneo femenino.
El público se ha dividido profundamente: algunos defendieron fervientemente a Carini, interpretando su retirada como un acto de protesta legítimo frente a una desventaja competitiva injusta, mientras que otros criticaron fuertemente su conducta, considerándola contraria a los principios del fair play y a las reglas no escritas del boxeo, que exigen valentía ante las adversidades.
La chispa entre Angela Carini y sus compañeras del equipo nacional la encendió la misma Carini. En una entrevista con Repubblica, acusó a las demás integrantes del equipo italiano de no apoyarla en su momento de necesidad. Estas fueron las palabras de Carini, que evidentemente no cayeron bien a Irma Testa y al resto del equipo olímpico:
«No hablaría de alguien en particular, sino de la unidad del equipo. Nadie me tendió una mano. Eso no me sorprende, pero ellas saben perfectamente quién es la verdadera Angela, una luchadora que da batalla en el ring y nunca se echa atrás. Pero ninguna de ellas ofreció una palabra de ánimo, y eso fue lo que más me dolió. Estas son personas que ya no forman parte de mi vida.»
Irma Testa, quien también fue eliminada en la primera ronda tras una ajustadísima derrota por puntos ante la china Zincun Xu, no tardó en responder. Su reacción llegó en forma de un duro mensaje en las redes sociales:
«Solo diré esto: cuando llegamos a París, éramos cinco en una habitación, pero ella pidió cambiarse de habitación después de dos segundos y se fue a estar sola. ¿Demasiado superior para quedarse con nosotras? Nunca la vimos; nunca cenó ni almorzó con nosotras. La única vez que pidió ayuda fue después de su combate, para que le hiciéramos la maleta porque estaba demasiado cansada de las entrevistas como para volver a la villa con nosotras, simples mortales. Lo siento, Angela. Te habríamos ayudado, y tal vez, si hubieras pasado más tiempo con nosotras, te habríamos evitado el bochorno que tú misma te hiciste y que hiciste pasar a toda Italia en un escenario mundial. NOSOTRAS, el equipo nacional, siempre hemos sido una familia, para bien o para mal, con nuestras simpatías y antipatías. Si realmente hubieras formado parte de ello, sabrías que la ropa sucia se lava en casa.»
Las relaciones entre las dos boxeadoras parecen ahora completamente deterioradas, y a juzgar por sus declaraciones, parece que el resto del equipo italiano comparte las impresiones expresadas por Testa. Veremos en los próximos días si otras integrantes de la desafortunada campaña olímpica se pronuncian al respecto.