Fue una batalla intensa, emocionante y llena de giros inesperados la que tuvo lugar anoche en el PalaDozza de Bolonia, donde la italiana Pamela Noutcho Sawa se enfrentó a la argentina Karen Elizabeth Carabajal. Tras diez asaltos muy disputados, la victoria fue para la púgil italiana por decisión dividida, conquistando así el título mundial IBO del peso ligero. Las tarjetas oficiales fueron: 95–94 para Noutcho, 94–95 para Carabajal y 97–92 para Noutcho.
Los dos primeros asaltos siguieron una dinámica similar. Noutcho empezó ambos rounds con una ofensiva feroz, arrinconando a su rival y conectando golpes potentes. Sin embargo, Carabajal resistió con gran entereza y reaccionó con fuerza en la segunda mitad de cada asalto, manteniendo el combate muy equilibrado.
Noutcho comprendió pronto que, a diferencia de muchas de sus anteriores rivales, la boxeadora sudamericana no se dejaría intimidar por su potencia física y respondería golpe por golpe. A partir del tercer asalto, la italiana cerró más su defensa y boxeó con mayor precaución.
Durante el cuarto round probó un inusual estilo de contragolpe, pero pronto volvió a dominar el centro del ring, mucho más cómoda al atacar.
Después de una primera mitad muy igualada, Carabajal trató de tomar el control aumentando su ritmo de trabajo y firmando un sexto asalto dominante, en el que Noutcho apenas tuvo espacio para atacar, limitándose a un solo derechazo limpio en los segundos finales.
El mejor momento de la argentina llegó a comienzos del séptimo, cuando logró una caída algo confusa. Tras un intercambio desordenado, Noutcho perdió el equilibrio, quedó de espaldas y recibió un golpe que no vio venir. Incluso revisando la acción varias veces, resulta difícil decir si el conteo del árbitro fue realmente correcto.
Lo que podía haber sido el punto de inflexión a favor de Carabajal se convirtió paradójicamente en el detonante de la reacción de Noutcho, que respondió con carácter y orgullo. La italiana terminó con fuerza el séptimo asalto y dominó gran parte del octavo, atacando sin descanso con enorme valentía. Sus embestidas no siempre fueron técnicamente perfectas, pero sí lo bastante efectivas para ahogar el boxeo de Carabajal.
Un notable hinchazón en el pómulo derecho de la argentina fue considerado no grave por el médico de turno, una decisión sorprendente que permitió a Noutcho mantener su ofensiva en el noveno asalto.
Justo cuando parecía que Carabajal no tenía más energía, la argentina sacó el orgullo y protagonizó un último round conmovedor, peleando con la fuerza de la desesperación mientras Noutcho acusaba el desgaste acumulado.
Con total sinceridad, debo admitir que al sonar la última campana yo tenía una ligera ventaja para Karen Carabajal. No obstante, no hubo robo ni escándalo, ya que muchos asaltos fueron muy parejos y de difícil puntuación, por lo que una victoria ajustada de cualquiera de las dos era perfectamente posible.
En cambio, me pareció totalmente desproporcionada la tarjeta del juez Alessandro Roda, que dio cinco puntos de ventaja a la italiana: un puntaje que no refleja el equilibrio mostrado en el ring y deja un cierto sabor a favoritismo local, algo demasiado habitual en el boxeo.
Aun así, Pamela no robó nada: mostró coraje, corazón y determinación, y se llevó con autoridad un cinturón que estuvo al alcance de ambas hasta el final. Lo hizo además ante una rival mucho más experimentada, con trayectoria en los grandes escenarios internacionales.
Ojalá este triunfo prestigioso sea para ella un trampolín y no un punto de llegada. Noutcho lidera actualmente el ranking del peso ligero de la IBF y, tras esta victoria, seguramente dará un gran salto también en la clasificación de la WBO, donde era octava y Carabajal primera.
Todo hace pensar en la posibilidad de un emocionante desafío por uno de los cuatro títulos mundiales más importantes. Noutcho ha demostrado poseer las cualidades técnicas, físicas y mentales necesarias para intentarlo, y estamos seguros de que toda la afición italiana estaría lista para apoyarla en esa empresa.