La carrera de Román “Chocolatito” González ha sido deslumbrante. Sin embargo, ahora el camino del pequeño fenómeno nicaragüense parece haber llegado realmente a su fin. Ayer, en su Managua natal, González derrotó por puntos al mexicano Héctor Robles, un probador que subió al ring con el poco envidiable récord de 13 victorias, 8 derrotas y 3 empates.
Las tarjetas de los tres jueces fueron unánimes a favor de Chocolatito: 98-92, 97-93, 96-94. El nicaragüense, cuyo palmarés incluye títulos mundiales en nada menos que cuatro categorías de peso (mínimo, minimosca, mosca y supermosca), se mostró lento y poco explosivo. Se impuso con mérito, pero sin entusiasmar.
De más está decir que en su mejor versión González habría arrollado a Robles con facilidad pasmosa. Pero el tiempo es un juez implacable y, en el caso del fuera de serie de Managua, parece haber dictado ya su veredicto.
Quien haya tenido el placer de admirar las gestas boxísticas de Chocolatito a lo largo de su extensa carrera no puede sino desear que el “pequeño gran campeón” cuelgue los guantes antes de sufrir un ridículo o un castigo severo.