Mauro Forte tiene una gran sed de revancha. Después de que su brillante ascenso en los rankings internacionales se interrumpiera bruscamente con la derrota sufrida en Albania ante el español Cristobal Lorente, el púgil italiano tomó una decisión inusual, bajando nada menos que dos categorías de peso. Aquella derrota le había costado el título europeo del peso pluma; sin embargo, hace tres días Mauro se adueñó del cinturón EBU Silver del peso gallo gracias a una actuación dominante frente a su amigo Salvatore Contino. Solo ayer se hizo disponible el vídeo íntegro del combate, motivo por el cual hablamos de ello hoy.
Desde el primer asalto quedó claro que el favorito de la víspera se encontraba perfectamente a gusto en la nueva categoría: Forte controlaba el centro del ring con autoridad, utilizaba a la perfección el zurdazo de salida desde su guardia zurda, lanzado con un timing excelente, y esquivaba con maestría las réplicas del rival.
La superioridad de Forte se hizo aún más evidente en el asalto siguiente, que terminó con un magnífico derribo, fruto de un perfecto gancho de izquierda al rostro. Contino se levantó de inmediato y pudo beneficiarse del minuto de descanso, ya que la campana sonó justo después del conteo arbitral.
Seguro de tener el combate bajo control, Forte bajó un poco el ritmo en los dos asaltos siguientes, tanto que Contino aprovechó para conectar una buena combinación al inicio del cuarto round. Sin embargo, sus acciones eran demasiado esporádicas como para invertir la inercia del combate.
El quinto fue probablemente el mejor asalto de Contino, que aceptó valientemente los intercambios respondiendo golpe por golpe. Pero lo hizo a costa de un enorme gasto de energía, que pagó en el asalto siguiente, dominado de principio a fin por Forte, quien además estremeció a su rival con un gancho de derecha en el final.
El excampeón europeo del peso pluma siguió ampliando su ventaja en las tarjetas alternando fases más intensas con otras en las que se limitaba a mantener a raya a su oponente, girando a su alrededor y midiendo la distancia con su jab.
Contino tuvo su canto del cisne al inicio del octavo asalto con una generosa ofensiva a dos manos, tras lo cual ya no pudo hacer nada significativo hasta el final del décimo, especialmente duro, que resultó ser el último del combate. Salvatore decidió no levantarse del taburete alegando una lesión en el hombro. En cualquier caso, el resultado ya parecía sentenciado, tanto por la enorme diferencia en el marcador como por la creciente disparidad entre los valores en el ring.
Prueba superada con nota, por tanto, para Mauro Forte, cuyo boxeo, variado en soluciones, elegante y basado en esquivas y contraataques constantes, es realmente un espectáculo. Si queremos buscarle un pequeño defecto y señalar un aspecto en el que trabajar, podemos indicar el ritmo como el punto donde aún tiene mayor margen de mejora.
En algunas fases, de hecho, Forte da la impresión de acomodarse un poco, dejando espacio y tiempo a su rival para pensar y tomar la iniciativa. En esta ocasión pudo permitírselo, pero a alto nivel internacional podría encontrarse con oponentes que nunca levantan el pie del acelerador, y contra ellos será necesario aumentar el workrate y la intensidad.