Este sábado, el O2 Arena de Londres será escenario de un interesante duelo entre pesos pesados de alto nivel. En el evento principal de la velada organizada por Queensberry Promotions, propiedad de Frank Warren, se enfrentarán el experimentado neozelandés Joseph Parker y el inglés de pegada devastadora Fabio Wardley.
Joseph Parker: ¿boxeador renacido o afortunado?
Hay dos formas de interpretar la etapa más reciente de la carrera de Joseph Parker, marcada por tres victorias consecutivas sobre Deontay Wilder, Zhilei Zhang y Martin Bakole.
Por un lado, se puede decir que el boxeador neozelandés ha alcanzado un nivel inédito gracias a la experiencia acumulada y a las enseñanzas de su entrenador Andy Lee.
Por otro lado, también se podría afirmar que esos tres triunfos contaron con una dosis de buena suerte. Wilder ya parecía estar en declive, Zhang, también veterano, iba ganando antes de quedarse sin aire, y Bakole aceptó el combate con poco tiempo de preparación, llegando al ring fuera de forma.
Fabio Wardley: ¿cuántos comodines le quedan?
En al menos dos ocasiones, Wardley ha logrado evitar la derrota sacando un comodín de la manga. En su primera pelea contra Frazer Clarke, una caída en el quinto asalto fue decisiva para conseguir un empate en las tarjetas oficiales. Frente a Justis Huni, un derechazo fulminante cambió por completo el curso de la pelea cuando el británico estaba claramente en desventaja.
Estas experiencias podrían haber convencido al púgil de 30 años de que siempre puede salvarse con un golpe perfecto y resolver así cualquier situación difícil. Sin embargo, la historia del boxeo está llena de ejemplos de boxeadores que, confiando demasiado en el golpe de gracia, acabaron sufriendo derrotas dolorosas cuando la suerte no estuvo de su lado. ¿Correrá Wardley la misma suerte o demostrará tener recursos ocultos?
¿Qué pasará? La predicción de Boxe Punch
No es fácil adivinar qué enfoque táctico adoptará Joseph Parker para este combate. El neozelandés podría optar por dos variantes diferentes, cada una con sus ventajas y sus riesgos.
Por un lado, podría decidir adoptar una estrategia paciente y defensiva, evitando exponerse a un golpe demoledor como el que derribó al demasiado atrevido Huni. Siendo superior con el jab, Parker podría usar su buena defensa para neutralizar los ataques de Wardley, marcando puntos con contragolpes precisos.
El inconveniente sería ceder la iniciativa al británico, que, dominando el centro del ring y los ritmos del combate, podría crecerse y entusiasmar al público. En ese rol de agresor, además, podría convencer más fácilmente a los jueces en los asaltos cerrados.
La alternativa opuesta, pero igualmente válida, sería atacar a Wardley desde el inicio, obligándolo a retroceder y sacándolo de su zona de confort. Parker ya hizo algo parecido contra Deontay Wilder, demostrando gran habilidad para acortar la distancia sin exponerse al temible derechazo del estadounidense.
Sería una estrategia similar a la de Huni, ante quien Wardley pareció por momentos un pez fuera del agua, aunque ese combate —por su sorprendente desenlace— demostró también los riesgos de ser demasiado audaz frente al poderoso peso pesado de Ipswich.
¿Qué habrá planeado entonces Andy Lee para su pupilo? Mi impresión es que Parker alternará ambas estrategias, combinando fases prudentes con ráfagas ofensivas inesperadas para confundir al rival.
Wardley es un boxeador de pegada explosiva, físicamente muy fuerte y con una enorme confianza en sí mismo. No se le puede descartar. Sin embargo, sus carencias técnicas son demasiado marcadas como para considerarlo favorito frente a un púgil tan experimentado como Parker, que ha enfrentado a varios pesos pesados de élite y debería ser capaz de leer y contrarrestar sus ataques.
Creo que el inglés tendrá sus momentos y levantará al público con algunos golpes potentes, pero a lo largo de los doce asaltos previstos, la mayor solidez de Parker debería imponerse. Mi pronóstico: Joseph Parker gana por decisión, con una ventaja de unos seis puntos en las tarjetas.