Este sábado, en el Kokugikan de Tokio, el ídolo local Junto Nakatani (27-0-0, 20 KOs) defenderá su título mundial de peso gallo del WBC ante el retador filipino Vincent «Asero» Astrolabio (19-4-0, 14 KOs) en un evento organizado por Teiken Promotions de Akihiko Honda. Para Nakatani, esta será su primera defensa del cinturón que ganó en febrero a expensas del mexicano Alexandro Santiago.
Junto Nakatani: Físico de boxeador de distancia, corazón de luchador cuerpo a cuerpo
Algunos entrenadores, especialmente en niveles bajos, tratan de imponer un cierto estilo a sus boxeadores basándose principalmente en sus medidas físicas. Los altos y con brazos largos son instados a moverse por las cuerdas usando casi exclusivamente sus golpes directos, mientras que los de físico más compacto son entrenados para ir siempre al frente, buscando la guerra. Nada más equivocado: las inclinaciones naturales de un boxeador no siempre se pueden deducir de su físico. La historia del boxeo está llena de atletas altos y delgados que son fuertes en el combate cuerpo a cuerpo y de boxeadores más bajos en comparación con la media de su categoría pero extremadamente hábiles en controlar los combates desde la distancia gracias a su tiempo y velocidad. Junto Nakatani es la prueba viviente de la validez de este argumento: a pesar de que sus 172 centímetros de altura le permiten mirar desde arriba a casi todos sus oponentes, el japonés se destaca en el intercambio cercano, mostrando algunas de sus mejores cualidades de cerca, desde la variedad de golpes, el trabajo al cuerpo, la potencia brutal y la precisión quirúrgica.
Vincent Astrolabio: Very Normal People
El retador filipino probablemente nunca se convertirá en un VIP del boxeo porque, aunque sabe hacer todo razonablemente bien, ninguna de sus cualidades sobresale lo suficiente como para empujarlo entre los mejores de su época. Su potencia es buena, pero no devastadora; su mandíbula es sólida, pero no indestructible; su postura técnica es adecuada, pero no asombrosa; su ritmo de trabajo es decente, pero ciertamente no abrumador. En resumen, Astrolabio es parte de esa categoría de «Very Normal People» que en el boxeo logran hacerse un papel protagonista basándose en su determinación y aprovechando las debilidades específicas de sus oponentes. No es casualidad que la mejor victoria de la carrera del filipino haya llegado contra el célebre Guillermo Rigondeaux, un boxeador ciertamente más talentoso que él pero cuya indolencia, que como de costumbre se tradujo en baja productividad ofensiva, permitió a Astrolabio ganarse el favor de los jueces. Pase lo que pase en la pelea de este sábado, es seguro apostar que el filipino recibirá más llamadas y obtendrá más oportunidades en el futuro dado el espíritu con el que se gana la vida entre las dieciséis cuerdas.
¿Qué sucederá? ¡La predicción de Boxe Punch!
Algunos oponentes recientes como el ya mencionado Rigondeaux y el australiano Jason Moloney decidieron dejarle a Astrolabio el centro del ring, actuando a la defensiva y mostrando así gran respeto por sus habilidades en el combate cercano. Sin embargo, parece muy improbable que Nakatani le conceda los mismos privilegios, dado que el japonés no ha tenido reparos en intercambiar golpes abiertamente incluso contra boxeadores conocidos por su potencia explosiva y alta proporción de victorias por KO. Dado que el propio Astrolabio difícilmente disputará una pelea elusiva, no teniendo de hecho la velocidad de piernas ni otras características necesarias para intentarlo, es muy probable que veamos una vibrante batalla de corta distancia entre dos guerreros dispuestos a imponerse con fuerza. En este escenario, Junto Nakatani es sin duda el principal candidato para tomar el control, siendo el boxeador más completo, variado y dotado de imaginación en sus acciones ofensivas entre los dos contendientes. Por cada golpe que Astrolabio logre acertar, es muy probable que reciba tres o cuatro en respuesta, lo que lo obligará a un combate de sufrimiento desde los primeros compases. Si el retador tuviera una mandíbula de granito, podríamos prever una dinámica similar a la que vimos hace año y medio entre Nakatani y el veterano del ring Francisco Rodríguez Jr., que logró escuchar la campana final a pesar de sufrir una derrota clara pero digna. Sin embargo, el precedente de 2018 en el que Astrolabio sucumbió antes del límite a manos del no tan formidable Yuki Kobayashi, aunque sea antiguo, no augura bien para las posibilidades del filipino de mantenerse de pie durante doce asaltos. La sensación del que escribe es que Nakatani llevará a cabo un progresivo trabajo de demolición, desmoronando poco a poco las resistencias físicas del rival para luego noquearlo después de haberlo ablandado adecuadamente. Por lo tanto, preveo una victoria por nocaut de Junto Nakatani en la segunda mitad del combate, poco después del punto medio.