En el evento estelar de la velada organizada por Golden Boy Promotions de Oscar De La Hoya, Tevin Farmer y William Zepeda Segura volvieron a cruzar guantes anoche en Cancún, México, en el Poliforum Benito Juárez.
Arena a reventar y una afición encendida, como es tradición, otra muestra más de cómo el boxeo en esa región sigue atrayendo al público sin necesidad de ceremonias exageradas ni espectáculos que rozan lo grotesco.
Se trató de la revancha de su enfrentamiento de noviembre pasado en Riad, donde Zepeda se impuso por una ajustadísima decisión dividida. Ahora, los dos volvieron a medirse por el título interino WBC de peso ligero.
Una vez más, William Zepeda salió vencedor, esta vez por decisión mayoritaria, con las siguientes tarjetas: 114-114, 116-112, 115-113. Un resultado producto del alto volumen de golpes del mexicano, aunque sufrió notablemente el ataque de su rival, sobre todo en los últimos tres asaltos, dejando algunas dudas sobre el veredicto.
Como era previsible, fue una auténtica batalla. El combate siguió el mismo patrón táctico del anterior, con Zepeda presionando sin descanso, imponiendo su boxeo de asfixiante intensidad y lanzando una incesante avalancha de golpes, un ritmo de trabajo con pocos equivalentes en la actualidad a nivel mundial. El zurdo de San Mateo Atenco no es el más vistoso, pero en el ring sabe demoler a sus rivales como pocos hoy en día, algo respaldado por su porcentaje de nocauts del 84.38%.
Por su parte, Farmer intentó replicar la excelente actuación de su pelea anterior, adoptando una estrategia de contragolpe y evitando ser un blanco fijo. Su constante movimiento y su capacidad para esquivar y contraatacar con rapidez le permitieron mantener a raya a su joven oponente. Sin embargo, el altísimo ritmo de pelea al que tuvo que adaptarse lo obligó en varias ocasiones a buscar oxígeno, retrocediendo y amarrando cuando era necesario.
Destacable, como siempre, el trabajo al cuerpo de Zepeda, quien golpeó con la clara intención de desgastar a Farmer y así reducir su movilidad para convertirlo en un blanco más fácil.
No debe engañar el knockdown que Farmer logró en su anterior enfrentamiento: el boxeador estadounidense tiene gran técnica, buen ojo y velocidad, pero nunca ha poseído el golpeo suficiente para frenar el avance de sus rivales. Por ello, a lo largo de su carrera ha alternado actuaciones donde ha mostrado sus mejores cualidades técnicas con otras en las que sus limitaciones físicas quedaron en evidencia. En cierto modo, la derrota del año pasado ante un destructor como Zepeda volvió a poner el nombre de Tevin en el mapa, ya que demostró aguante, resistió diez asaltos de altísimo ritmo y logró derribar al mexicano.
Como era de esperar, Zepeda tomó el centro del ring, mientras Farmer se desplazaba por las cuerdas. Un primer asalto cauteloso, con algunos intentos del mexicano y un buen trabajo en movimiento y anticipación por parte de Farmer. Ya en el segundo asalto, Zepeda intentó presionar con mayor agresividad. Desde el inicio quedó clara su intención de buscar la corta distancia, mientras Farmer activaba sus brazos para mantenerlo a media distancia.
Una resbalada de Farmer en los segundos finales del asalto desató la ofensiva de Zepeda, quien lo castigó con golpes al rostro, pero sobre todo al cuerpo, poniéndolo en serias dificultades hasta el punto de terminar el asalto apoyado en las cuerdas para recuperar el aire.
A partir de este momento, el combate se encendió. Zepeda comenzó a presionar como de costumbre. Farmer se vio obligado a intercambiar golpes con frecuencia, conectando con eficacia un excelente gancho de izquierda y uppercuts de gran factura, además de recurrir al clinch para frenar la ofensiva del mexicano.
La acción al cuerpo de Zepeda fue constante y desgastante, mientras que el estadounidense respondió principalmente con golpes aislados o combinaciones cortas. Tras un golpe bajo, una de estas combinaciones puso en aprietos a Zepeda, quien encajó tres uppercuts consecutivos en el cierre del cuarto asalto.
Un quinto round encendido mostró a un Farmer visiblemente agotado y al borde del colapso tras recibir una andanada de golpes, especialmente al cuerpo. Sin embargo, logró resurgir de manera dramática en los últimos segundos con otro uppercut de izquierda. Paradójicamente, el gran esfuerzo que Zepeda había desplegado al lanzar semejante volumen de golpes también terminó pasándole factura.
El asalto evidenció el gran corazón de ambos boxeadores, pero también sus claras limitaciones: una defensa lejos de ser hermética y golpes directos no particularmente efectivos por parte de Zepeda; poca potencia y una defensa para nada impenetrable en el caso de Farmer.
Los asaltos intermedios fueron quizá los menos trascendentales, con ambos mostrando signos evidentes de fatiga. Farmer, quien parecía el más castigado, tuvo un gran momento en el siguiente round, cuando la habitual presión de Zepeda disminuyó.
En esta fase, la ofensiva de Zepeda se tornó mucho menos constante y decidida, en gran parte debido al movimiento incesante de un Farmer que parecía haberse regenerado. Cuando parecía que el asalto terminaría con una ventaja para el estadounidense, Zepeda lo sorprendió con un gancho de izquierda que lo llevó a tocar la lona con la rodilla tras un breve clinch. De manera extraña, el árbitro, en lugar de iniciar la cuenta, interpretó la acción de Farmer como una simple caída accidental.
Visiblemente afectado, Farmer volvió a demostrar recursos inesperados, conectando un buen gancho de izquierda y un uppercut en los últimos instantes del noveno asalto. Y nuevamente, en los rounds siguientes, la presión de Zepeda pareció menos intensa, permitiendo a Farmer tomar protagonismo con algunos buenos golpes de izquierda.
El avance de Zepeda se volvió errático, y el púgil de Filadelfia aprovechó para castigarlo varias veces con su gancho de izquierda. Una caída de Zepeda en los instantes finales del combate evidenció su estado de agotamiento. Una vez más, dos ganchos de izquierda consecutivos de Farmer estuvieron a punto de enviarlo a la lona, pero el mexicano logró mantenerse en pie y, aunque de manera desordenada, intentó seguir avanzando.
Al sonar la campana final, ambos boxeadores lucían completamente exhaustos.
Un combate de difícil interpretación: el volumen de golpes volvió a ser un factor clave, pero la victoria no fue del todo clara, especialmente considerando el cierre en alza de Farmer.
En cualquier caso, un gran reconocimiento para ambos púgiles, que lo dieron todo en el ring y regalaron momentos de excelente boxeo.