¡Murtazaliev destruye a Tszyu en tres asaltos, dejando al mundo en shock!

PorMario Salomone

Oct 20, 2024 #IBF, #Tszyu

Se suponía que sería el regreso al trono para el australiano Tim Tszyu, preparando el terreno para grandes enfrentamientos contra los principales pesos superwélter. En cambio, fue una celebración para Bakhram Murtazaliev, cuya victoria estaba pagada 5.5 veces por las casas de apuestas. En el Caribe Royale de Orlando, Murtazaliev destruyó a Tszyu en tres asaltos, derribándolo cuatro veces y reteniendo su título mundial IBF de los superwélter. Una victoria tan sorprendente como aplastante que proyecta al boxeador ruso hacia nuevos y prestigiosos horizontes.

En el análisis previo, habíamos pronosticado un enfoque cauteloso de Tszyu por dos razones principales. Primero, la conocida peligrosidad de los golpes de Murtazaliev, que Tszyu hubiera sido sabio evitar durante varias rondas; y segundo, la agotadora batalla que había sostenido Tszyu hace menos de siete meses contra Sebastian Fundora, la cual pudo haber dejado secuelas en su físico.

Contrariamente a nuestras expectativas, el australiano no mostró ningún respeto, pisando el acelerador desde el primer golpe y tratando de poner al campeón a la defensiva. Murtazaliev, sin embargo, no se dejó intimidar y respondió con repentinamente peligrosos directos de derecha.

Si el golpe derecho fue el arma más eficaz de Murtazaliev en el primer asalto, el izquierdo fue el que le abrió el camino a la victoria en el segundo. Tszyu cayó en un perfecto gancho de izquierda del ruso durante un intercambio imprudente de corta distancia, cayendo a la lona.

Al australiano le había sucedido algo similar en el primer asalto de su primera pelea en EE.UU., pero en aquella ocasión su recuperación fue facilitada por enfrentarse a un rival no tan letal como Terrell Gausha.

Murtazaliev, por el contrario, percibió de inmediato el olor a sangre, lanzándose sobre su presa y asestándole una segunda caída con un uno-dos invertido: un rápido directo de derecha seguido por un violento directo de izquierda. Una acción típica de la escuela de boxeo rusa, que hemos visto muchas veces en la carrera del talentoso semipesado Sergey Kovalev en sus mejores años.

Aturdido por las dos caídas, Tszyu intentó acabar el asalto en pie, pero a pocos segundos del campanazo final, fue derribado nuevamente por un gancho derecho a la sien.

La esquina del retador probablemente habría hecho mejor en impedirle levantarse del taburete para iniciar el tercer asalto, pero el corazón del australiano y su capacidad demostrada en el pasado para recuperarse de las dificultades convencieron a su equipo para darle otra oportunidad.

Aunque en las fases iniciales del tercer asalto, Tszyu parecía consciente de la necesidad de prestar mucha atención a su defensa, pronto abandonó esa actitud cautelosa y retomó el comportamiento temerario de los dos asaltos anteriores.

Tszyu logró conectar dos golpes espectaculares, un recto de derecha y un uppercut que golpearon de lleno a Murtazaliev en la cara, pero el resistente boxeador ruso los absorbió bien y respondió con un terrible gancho de izquierda, asegurando el cuarto derribo de la noche.

Aunque Tszyu se levantó estoicamente, estaba claramente imposibilitado para continuar la batalla, y el árbitro Chris Young cometió un error al permitirle recibir más golpes pesados antes de que su esquina lanzara finalmente la toalla.

Tszyu tiene 29 años, y teóricamente tiene tiempo para recuperarse de este contratiempo y volver a la cima. Sin embargo, la brutalidad de la derrota podría afectarlo psicológicamente en el futuro.

El australiano peleó como un boxeador convencido de que podía desmoronar a su rival, pero mostró deficiencias en su capacidad de resistir los golpes. Un golpe duro para su orgullo y su confianza.

Para dejar atrás este desastre, Tszyu deberá aceptar que no tiene las características necesarias para luchar de igual a igual con todos y trabajar arduamente en el gimnasio en tácticas alternativas contra rivales más grandes y poderosos que él. Un desafío complejo, pero no imposible, a estas alturas de su carrera.

Noche inolvidable para Bakhram Murtazaliev, quien tras años esperando su oportunidad mundial, y después de haber conquistado el título sin convencer del todo a los expertos, finalmente se reivindicó como uno de los boxeadores más peligrosos en el límite de las 154 libras.

Sin duda, el enfoque imprudente de Tszyu, que lo agredió sin descanso, facilitó que Murtazaliev exhibiera sus mejores cualidades. No obstante, el campeón merece elogios por aprovechar al máximo la oportunidad, mostrando, además de su considerable potencia, una excelente variedad de soluciones ofensivas.

Será interesante ver si Murtazaliev es considerado por Turki Alalshik para los próximos eventos de la Riyadh Season y si tendrá la oportunidad de cruzar guantes con alguno de los tantos rostros conocidos que pueblan los altos escalones de la categoría de los superwélter.

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