Morello doma también a Hermi: “Spartan” nuevo campeón italiano del peso medio

Al final, incluso Yassin Hermi cayó en la trampa del boxeo poco convencional del astuto Dario Morello. El carismático “Spartan” se levantó tras una caída y ganó por puntos en una ajustadísima decisión el combate principal de la velada organizada por la TAF en el Centro Pavesi de Milán, proclamándose nuevo campeón italiano del peso medio. Un triunfo que llega casi ocho años después de haber conquistado el título nacional del peso wélter en julio de 2017. El veredicto fue una decisión unánime con estas puntuaciones: 96–94, 96–94, 95–94.

Yassin Hermi sorprendió a muchos con su planteamiento del combate. Se esperaba que el boxeador toscano saltara enseguida al centro del ring y ejerciera una presión asfixiante para obligar al rival al intercambio. Sin embargo, hizo todo lo contrario: se movió con cautela y dejó que Morello tomara la iniciativa.

Probablemente el propio Morello se vio desconcertado al tener vía libre y cayó en la trampa de su rival, lanzando un par de ataques demasiado arriesgados. Hermi lo aprovechó para conectar un gancho de derecha que sorprendió a Morello y lo mandó a la lona para asombro general.

“Spartan” comprendió que no podía permitirse ligerezas y cambió de inmediato de guion, abandonando su atrevimiento inicial en favor de una actitud mucho más conservadora. Solo lanzaba su gancho de izquierda —con la velocidad de una cobra— cuando estaba seguro de acertar.

Ese mismo golpe, verdadera marca registrada del púgil de Bérgamo, hizo tambalear a Hermi por una fracción de segundo en el tercer asalto, aunque Morello no logró aprovechar ese momento favorable.

Tras comprobar en carne propia los riesgos de una actitud demasiado temeraria, ambos púgiles se mostraron más cautos y el ritmo del combate bajó. No fue una guerra a cuchillo, sino una partida de ajedrez en la que los dos intentaban engañar al rival con fintas y amagos, guardándose la bala en la recámara.

Después de una primera mitad bastante equilibrada, Hermi intentó aumentar el ritmo para salir del terreno de su oponente y romper su esquema, pero al hacerlo volvió a toparse con el habitual gancho de izquierda que Morello lanzaba con un timing perfecto cada vez que se sentía atacado.

La verdadera diferencia a favor de Spartan fue su mayor capacidad de reacción, que le permitía imponerse en los intercambios cortos: esquivaba y contraatacaba una fracción de segundo antes, saliendo del alcance del rival antes de que éste pudiera organizar una nueva ofensiva.

Al darse cuenta de que estaba en ligera desventaja, Hermi soltó las amarras en los dos últimos asaltos, lanzando combinaciones continuas con ambas manos. Morello, por su parte, siguió defendiendo con eficacia hasta el final, pero sus réplicas en los últimos seis minutos fueron mucho menos frecuentes y también menos efectivas, tanto que el sprint final del toscano volvió a poner el resultado en duda.

En mi cartulina personal, habiendo otorgado cinco asaltos por lado, tenía un punto de ventaja para Yassin Hermi gracias a la caída. Sin embargo, el combate fue tan equilibrado y con tantos asaltos difíciles de puntuar que la victoria pudo haber sido para cualquiera sin que hubiera escándalo.

Las mínimas diferencias marcadas por los jueces a favor de Morello son por tanto aceptables, aunque llama la atención que los tres tuvieran la misma percepción. Desde el punto de vista de quien escribe, los continuos movimientos giratorios de “Spartan” suelen hipnotizar también a los jueces, llevándolos a concederle incluso los asaltos en los que su producción ofensiva es escasa.

Lo que importa, en cualquier caso, es que Dario Morello ha añadido otro trofeo a su palmarés y puede mirar con renovada ambición y optimismo hacia nuevos objetivos. A estas alturas, sería muy interesante que “Spartan” pusiera en juego el título italiano ante Giovanni Sarchioto, uno de los pesos medios emergentes de nuestro panorama nacional: de ese cruce podría salir un combate fascinante.

Yassin Hermi, por su parte, vuelve a casa con las manos vacías y el ánimo abatido, pero no debe dejarse hundir por este paso en falso. A pesar de su juventud, el boxeador toscano protagonizó un combate altamente competitivo contra un verdadero zorro del ring, y con otro jurado bien podría haber sido premiado. Si sigue trabajando duro en el gimnasio, sin duda recibirá nuevas oportunidades para alcanzar ese título italiano que persigue con tanta entrega.

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