El triunfo de Morello sobre Vukshinaj: Spartan gana el título EBU Silver

Un combate que empezó con el pie derecho, se complicó mucho a mitad de camino, pero se resolvió con feroz determinación cuando llegó el momento de sacar el orgullo. En la noche más importante de su carrera profesional, Dario “Spartan” Morello no defraudó, protagonizando una excelente actuación y dominando al suizo Faton Vukshinaj, apodado “El Vulcano”. El triunfo de Morello en el evento principal del TAF 11, organizado por Edoardo Germani, fue sancionado por decisión unánime con las siguientes puntuaciones: 114-113, 115-112 y 114-113. Spartan es ahora el nuevo campeón EBU Silver del peso medio.

Durante los primeros seis minutos del combate, Morello fue más escurridizo que Arsène Lupin: moviéndose sin parar sobre sus piernas, el italiano nunca ofreció un blanco claro, tocando al rival con rápidos contragolpes cada vez que este se mostraba demasiado atrevido. Especialmente bello fue el gancho de derecha que lanzó varias veces en el segundo asalto, un golpe que pareció sorprender a Vukshinaj.

Naturalmente, una movilidad tan intensa no podía mantenerse durante las doce asaltos, y a partir del tercero Morello tuvo que detenerse con más frecuencia contra las cuerdas y aceptar el intercambio corto. Lo hizo de manera brillante, destacando por su precisión y sentido del tiempo.

“El Vulcano”, tras un inicio complicado, entró en el combate solo en el cuarto asalto, cuando el ídolo local bajó el ritmo. El suizo, al comprender que la excelente defensa de su rival le impedía conectar golpes demasiado potentes, empezó a confiar en combinaciones rápidas, lo que le dio mejores resultados.

Morello parecía haber recuperado el control firme del combate en el quinto asalto, pero un episodio adverso a pocos segundos del gong cambió el rumbo. Un gancho amplio de Vukshinaj —que, visto en la repetición, parece haber impactado en la nuca del italiano— hizo que Spartan perdiera el equilibrio, obligando al árbitro Jon Llona Fernández a iniciar la cuenta.

Se trata de uno de esos casos en los que, en mi opinión, los jueces, aunque obligados a otorgar el asalto al autor del derribo, deberían haber anotado 10-9 en lugar de 10-8, dada la dudosa naturaleza de la caída y el dominio de Morello durante la mayor parte del round.

El incidente tuvo un impacto psicológico evidente en ambos. Mientras Spartan redujo su producción ofensiva y se mostró nervioso por lo que consideraba una injusticia, Vukshinaj recuperó fuerza y entusiasmo. El suizo no hizo nada espectacular, pero se mantuvo activo e incluso logró hacer sangrar la nariz del rival en un séptimo asalto muy intenso.

Justo cuando el combate parecía torcerse, Dario Morello protagonizó una admirable reacción de orgullo, enderezando la situación y volviendo al buen camino. Un octavo asalto dominante, peleado mayormente en avance, sacó completamente a Vukshinaj de su ritmo e interrumpió bruscamente su progresión.

“El Vulcano”, que probablemente pensaba tener el combate bajo control y no esperaba semejante reacción, cayó en la confusión, intentando en los minutos siguientes recurrir a tácticas de entrar y salir, basadas en la rapidez y el timing, un terreno en el que claramente no tenía las herramientas necesarias.

A dos asaltos del final, el resultado seguía incierto. Pero Spartan, ya confiado y empujado por la energía del público, afrontó las últimas rondas con feroz determinación. Intercambió golpes en el centro del ring en el undécimo y tejió una densa red de contragolpes en el duodécimo. Vukshinaj no logró montar un verdadero asalto final, ya que era constantemente anticipado por los golpes de su rival.

Personalmente, encontré demasiado estrechas las ventajas otorgadas por los dos jueces que dieron solo un punto de margen al italiano. Más coherente con lo visto sobre el ring fue el 115-112 del señor Anssi Perajoki. En cualquier caso, lo que importa es que el cinturón EBU Silver terminó en las manos del justo vencedor.

Algunos consideran antipático a Dario Morello por su arrogancia, su estilo histriónico y sus provocaciones dentro y fuera del ring. Eso es comprensible, pues las simpatías y antipatías son subjetivas. Pero hay que reconocerle el mérito: el boxeador de origen calabrés está construyendo una carrera brillante y está aportando mucho al boxeo italiano.

Spartan no solo ha demostrado saber atraer público y generar atención mediática, sino que también ha respaldado sus palabras con hechos, derrotando a varios boxeadores italianos de buen nivel y demostrando, con la victoria de anoche, que puede competir eficazmente también a nivel internacional.

Ahora todas las miradas están puestas en el derbi francés del 6 de diciembre entre Diego Natchoo y Bilal Jkitou: Morello podría apuntar al ganador para aspirar al título europeo completo, un logro de gran prestigio que pocos boxeadores italianos han alcanzado en las últimas dos décadas.

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