Giorgio Bambini y el falso mito de la rendición ante George Foreman

A veces ocurre que una historia inventada desde cero para generar impacto y curiosidad se repite tantas veces que termina siendo aceptada como una verdad indiscutible, arruinando la reputación de las personas implicadas. Hoy las llamamos fake news, y tal vez tendemos a creer que se trata de un fenómeno reciente, pero no es así. El caso de nuestro compatriota Giorgio Bambini, valiente peso pesado de La Spezia, y de su supuesta rendición en el combate contra George Foreman en los Juegos Olímpicos de Ciudad de México de 1968 —de cuya fecha se cumple hoy un aniversario— representa un ejemplo perfecto de mito falso difícil de erradicar.

Bambini había acumulado una serie de triunfos en el ámbito nacional, ganando varias veces el campeonato italiano. En nuestro país no tenía rivales, y su boxeo, apoyado en un físico imponente y en una técnica de calidad, generaba un gran optimismo de cara a la cita olímpica. La confianza estaba más que justificada, ya que Giorgio fue el único boxeador del equipo italiano en subir al podio, al derrotar con claridad al alemán Dieter Renz y al búlgaro Kiril Pandov. En su camino hacia la final se cruzó entonces el poderoso Foreman, considerado por algunos en aquel momento tosco y limitado técnicamente, pero destinado a convertirse en uno de los mejores pesos pesados de todos los tiempos.

Lamentablemente, el combate no fue transmitido por la RAI (la televisión nacional italiana), lo que dio pie a que periodistas de escasa honestidad intelectual difundieran noticias sin fundamento con el fin de crear la típica “historia para contar”, ignorando la verdad de los hechos. En particular, se escribió que el combate había durado apenas unos segundos y que Bambini, derribado y animado por su esquina a levantarse, habría respondido: «¿Estás loco? ¡Ese me mata!», prefiriendo permanecer en el suelo hasta el final del conteo del árbitro en lugar de seguir peleando.

A pesar de las innumerables desmentidas de todos los implicados, la falsa reconstrucción de los acontecimientos sigue circulando hoy en la red, generando comentarios de burla y de ironía. No sorprende, por tanto, que Giorgio Bambini, muchos años después, durante una ceremonia en Asís en la que recibió un premio, decidiera volver una vez más sobre el tema, reafirmando su versión de los hechos:

“Mi pesar es que muchos han pensado, y aún piensan, que yo me rendí ante Foreman por miedo. Les juro, les doy mi palabra de honor, que no fue así. No voy a explicarles por qué, pero debido a la altitud (de Ciudad de México, N. del R.) el sistema de conteo había cambiado: al llegar a seis, si el boxeador seguía en el suelo, se decretaba el KO técnico. Nadie me lo había dicho. Yo me levanté al seis y ya era demasiado tarde, pero solo y exclusivamente por eso. Seguramente habría perdido. Perdí con honor, pero lo habría hecho con aún más honor.”

Las palabras de Bambini se ven confirmadas por las imágenes de las que hoy disponemos, que muestran una realidad perfectamente acorde con lo que relató el boxeador de La Spezia. En el vídeo puede observarse que, tras recibir el golpe en la sien que lo obligó a arrodillarse, Giorgio se dirigió a su esquina llevándose el guante al pecho, con la clara intención de tranquilizar sobre su estado. Pero sobre todo se aprecia un gesto de frustración del atleta italiano, que abrió los brazos con incredulidad al darse cuenta de la decisión del árbitro de detener el combate.

Ya como profesional, Bambini acumuló 15 victorias en otros tantos combates antes de colgar los guantes y dedicarse a otras actividades. Durante mucho tiempo fue propietario del restaurante Mexico 68, llamado así en recuerdo de aquella histórica participación olímpica, y siguió vinculado al boxeo hasta su fallecimiento en noviembre de 2015, a los 71 años.

El periodismo es un oficio difícil que conlleva enormes responsabilidades. La tentación de alterar los hechos o descuidar la verificación de las fuentes con el fin de atraer mayor interés del público es una mala costumbre contra la que hay que luchar cada día, para no dañar el prestigio personal de los hombres y mujeres cuyas historias, hazañas y desventuras contamos. Giorgio Bambini fue un gran boxeador y, sobre todo, un hombre valiente: ojalá hayamos logrado poner fin de una vez por todas a esta historia sobre lo que fue el combate más importante de su admirable carrera.

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