¿Un talento oculto, listo para dejar al mundo en shock, o un megalómano destinado a estrellarse contra la dura realidad? Gabriele Casella, apodado “Il Magnifico”, en el papel de boxeador profesional es un objeto misterioso y, como tal, despierta enorme curiosidad. Su debut en el boxeo a puño limpio ante el rocoso Morike Oulare, que se celebrará mañana por la noche en la velada organizada por la TAF de Edoardo Germani y la De Carolis Promotions en el PalaTiziano de Roma, nos ayudará a comprender algo más sobre este ambiciosísimo atleta romano.
Una página de Wikipedia depurada de excesos
Si buscan información en internet sobre Gabriele Casella, probablemente toparán con su página de Wikipedia, que en su versión actual presenta de manera bastante sobria los resultados obtenidos por el atleta romano en las distintas disciplinas de combate en las que ha participado (Muay thai, kickboxing y boxeo amateur).
Sin embargo, si hubieran visitado esa misma página hace un tiempo, la habrían encontrado repleta de afirmaciones grandilocuentes, claramente eliminadas después por algún usuario poco amante de las hipérboles. Allí se podían leer frases como: “Posee un uso excelso de los brazos y un imprevisible, dinámico y asombroso uso de las piernas, en un estilo de combate extremadamente original y único.”
Casella en el boxeo: el triunfo nacional, la entrevista surrealista y la lección recibida
El hecho de que un deportista logre resultados de prestigio en otros deportes de combate no implica necesariamente que esté preparado para destacar también en el boxeo. No obstante, Gabriele Casella se puso a prueba también en el Noble Arte, mostrando sus cualidades al ganar los Campeonatos Absolutos de Italia de 2019.
Sin embargo, más que la final ganada contra Davide Brito —un combate bastante gris y con un veredicto francamente dudoso—, lo que causó revuelo aquel día fue la entrevista que Casella concedió al micrófono de un atónito Tommaso Gregorio Cavallaro tras recibir la medalla de oro. En su larguísimo monólogo, Gabriele dijo, entre otras cosas: “Combato contra el nihilismo, la pérdida de valores. Estamos cada vez más devaluando las palabras. Jugamos cada vez más con lo efímero, con las cosas inútiles, con los objetos. Allí arriba [señalando al ring] es imposible: es un enfrentamiento entre hombres, negro, blanco, chino, gordo, flaco…” Y luego añadió: “Soy un poeta, soy un artista, soy un amante de la vida del ring.”
Al año siguiente, con la camiseta de la Selección Nacional, Casella se encontró delante de un boxeador de alto nivel internacional: el español Enmanuel Reyes Pla, que cuatro años más tarde ganaría el bronce olímpico en París 2024. En aquella ocasión, “Il Magnifico” sufrió una verdadera lección de boxeo, fallando constantemente sus golpes y perdiendo con claridad los tres asaltos, hasta el punto de que su gesto de celebración al sonar la campana final nos deja profundamente perplejos.
La gran apuesta del debut contra Oulare
Como sin duda se desprende de la primera parte de este artículo, Gabriele Casella tiene una confianza ilimitada en sus propias cualidades. Esa autoestima lo ha llevado a adoptar un enfoque realmente atrevido hacia el boxeo profesional: sin combates de rodaje, debutando directamente contra un rival incómodo y peligroso como Morike Oulare.
El boxeador nacido en Guinea ya ha disputado ocho combates profesionales y ha mostrado de forma bastante clara sus virtudes y sus defectos. Es un atacante puro, que basa su estilo en la fuerza física, el ritmo endiablado y una presión asfixiante. En contraparte, su tendencia a cargar cada golpe al máximo reduce su precisión y eficacia, desperdiciando parte de la energía invertida. Además, su actitud temeraria le conduce a dejar huecos muy aprovechables para sus rivales.
Si contra Roberto Lizzi en 2024 Oulare destacó sobre todo sus puntos fuertes, asfixiando a un rival válido y venciéndolo merecidamente a los puntos, al año siguiente, en la oportunidad de luchar por el Título Italiano ante Jonathan Kogasso, afloraron sus carencias. Morike se descubrió imprudentemente al lanzarse al ataque y fue castigado con un durísimo KO en el segundo asalto.
El Magnífico ante la encrucijada: el sueño de desafiar a Kogasso y el riesgo de una debacle
Las seis vueltas que Gabriele Casella disputará en el PalaTiziano constituyen una encrucijada crucial para el futuro de su carrera. Una posible derrota significaría reducir notablemente sus objetivos, lo que, a los 31 años, podría incluso llevarlo a dejar de lado sus sueños de gloria.
En caso de victoria, en cambio, estamos seguros de que “Il Magnifico” se lanzaría hacia una nueva apuesta increíble. No por casualidad, incluso antes de subir al ring, Casella ya ha expresado su deseo de enfrentarse a Kogasso, sin tener en cuenta que dicho boxeador ya suma 18 victorias profesionales y se encuentra encaminado hacia escenarios internacionales de gran prestigio.
¿Qué ocurrirá entonces mañana sobre el cuadrilátero? Difícil decirlo, dada la enorme cantidad de incógnitas que rodean la figura de Casella. ¿Cómo reaccionará ante la fuerte presión de su rival? ¿Cómo asimilará sus golpes? ¿Cuán efectiva será su potencia para intimidarlo y mantenerlo a raya? Sin antecedentes que nos sirvan de referencia, no podemos responder con certeza a estas preguntas.
No queda entonces más que dejar que el ring hable, para descubrir si Gabriele Casella se revelará realmente magnífico como su apodo sugiere o si su objetivo de dejar huella en el boxeo que cuenta quedará reducido a una simple quimera.
