Collins desactiva y hunde a McGregor en solo cuatro asaltos

PorAlessandro Preite

May 25, 2025 #UK, #WBC

La SSE Hydro Arena de Glasgow fue el escenario del combate entre Nathaniel Collins y Lee McGregor, válido por el título vacante Silver del peso pluma del WBC. La pelea fue el evento coestelar de la noche, antes del combate principal entre Josh Taylor y Ekow Essuman.

Collins se impuso de manera clara, manejando el combate con autoridad e inteligencia: primero desactivó a su rival y luego lo hundió con gran contundencia.

Nathaniel Collins, zurdo de 28 años originario de Bearsden (Escocia), llegó con un récord impecable de 16-0-0 (7 KO). Dotado de una gran técnica, Collins se destaca por su juego de piernas y su sentido del tiempo, cualidades que lo hacen difícil de descifrar. En sus dos últimas presentaciones había vencido a Darwin Martinez y al italiano Francesco Grandelli, en una pelea intensa y complicada.

Lee McGregor, de la misma edad y también escocés, aunque nacido en Edimburgo, llegó con un récord de 15-1-1 (11 KO). Es un boxeador de pegada fuerte y estilo agresivo, que ejerce gran presión sobre sus oponentes. Suele preferir la corta distancia, donde lanza ganchos y uppercuts potentes que pueden definir un combate. Sin embargo, ha demostrado ser capaz de variar su estilo, como en su última victoria ante Isaac Lowe, en la que se movió sobre las cuerdas para no ofrecer un blanco fijo.

Ambos se conocían bien desde antes del combate, habiendo compartido el ring en varias ocasiones como compañeros de sparring y también como rivales antes de hacerse profesionales. Por eso, al sonar la campana del primer asalto, se encontraron en el centro del ring con cautela, como si esperaran el movimiento del otro. McGregor fue el primero en actuar, tratando de acortar la distancia y llevar la pelea a su terreno. Pero Collins se desenvolvió desde el principio con soltura, neutralizando la iniciativa del rival y trabajando bien al cuerpo. Al final del asalto, un buen uppercut al rostro de Collins sobre un avance de McGregor dejó clara su excelente elección de tiempo.

Desde los primeros compases, McGregor pareció algo tenso e incómodo ante la velocidad de Collins. Sus acciones se veían confusas y su planteamiento táctico era incierto, limitado a buscar el cuerpo a cuerpo, estrategia que no dio frutos considerando las características de ambos: Collins se veía más fuerte físicamente, mientras McGregor tenía ventaja en estatura y alcance.

Un buen gancho de izquierda de McGregor al final del segundo asalto dio la sensación de que la pelea podía estar más equilibrada de lo visto hasta ese momento. Sin embargo, Collins había gestionado con inteligencia los dos primeros asaltos, dosificando su energía, amarrando con criterio y anulando los intentos de McGregor en corto. Pero ese fue un episodio aislado.

Collins retomó el control con autoridad, golpeando y desplazándose por todo el ring, siempre bien plantado sobre las piernas. A mitad del tercer asalto, otro buen uppercut tras un jab en avance sorprendió a McGregor. A diferencia de su combate anterior, McGregor dio la impresión de ser un boxeador limitado, sin capacidad de variar su plan más allá de buscar con insistencia la corta distancia, sin resultados efectivos ni siquiera en ese terreno. Desde media distancia sufrió la mayor velocidad y precisión de los golpes de Collins. Además, mostró algunas carencias defensivas, con una guardia bastante vulnerable.

De una ofensiva de Collins surgió la primera caída, tras una rápida combinación de jab derecho, directo de izquierda y gancho de derecha desde corta distancia, seguida de varios golpes más ante un McGregor tambaleante.

McGregor se levantó de inmediato sin aprovechar los segundos del conteo, y fue derribado de nuevo por un buen golpe de izquierda al rostro. Ya a merced del rival, se puso otra vez de pie con valentía, pero fue finalmente derribado por un potente golpe al cuerpo —un izquierdazo al estómago— que lo dejó fuera de combate. El árbitro detuvo la pelea y declaró la victoria por KO en el cuarto asalto a favor de Nathaniel Collins.

Gran actuación del escocés de 28 años, que ahora apunta a desafíos mayores frente a los mejores de la categoría. Dura derrota para McGregor, que deberá reencontrar motivaciones tras una pelea en la que nunca dio la impresión de poder imponerse.

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