El Reino Unido está a salvo: Ball sigue siendo campeón al vencer a Goodman

PorAlessandro Preite

Ago 17, 2025 #UK, #WBA

Nick Ball y Sam Goodman son dos excelentes boxeadores y, en la cartelera previa al combate entre Moses Itauma y Dillian Whyte, protagonizaron una auténtica batalla por hacerse con el cinturón WBA del peso pluma, en manos del inglés Ball, que actualmente es el único campeón mundial británico en el boxeo profesional masculino.

El vencedor fue Nick Ball, que se llevó la pelea por decisión unánime tras 12 asaltos de gran intensidad. Un resultado que, a juicio de quien escribe, fue justo, aunque no con las amplias diferencias reflejadas en dos de las tarjetas de los jueces, que generaron cierta polémica al final de la contienda.

En Riad, Arabia Saudita, ambos pugilistas mostraron un boxeo de gran nivel, aunque con estilos muy diferentes, casi opuestos, debido a sus características físicas. El británico de 28 años Ball es un boxeador de complexión fuerte, pero bastante bajo para la categoría, con sus 157 cm, mientras que el australiano Goodman, de 26 años, es mucho más espigado y cuenta con una altura destacada para el peso pluma, 169 cm, lo que le otorga una clara ventaja en alcance.

Ball, originario de Liverpool, llevó al ring un estilo agresivo, basado en rápidas combinaciones en corta distancia, esquivas de tronco y un jab certero que sabe utilizar con gran efectividad, gracias a su excelente sentido del tiempo, pese a no contar con un gran alcance. Goodman, por su parte, demostró un excelente juego de piernas, que le permitió mantenerse en constante movimiento y listo para entrar o salir de la distancia. Prefiere la media y larga distancia, gracias a sus sólidos directos. Su jab resulta especialmente eficaz, lanzado con rapidez y precisión, aunque también sabe imponerse en corta, con un constante gancho de izquierda al cuerpo.

Desde la campana inicial quedó claro que Ball sería el agresor, mientras que Goodman buscaba controlar la distancia con jab y directo. El inglés intentó desde el principio superar la barrera de golpes del australiano para descargar buenas combinaciones, entre ellas la que resultó más efectiva durante toda la pelea: uppercut de izquierda seguido de gancho de derecha.

Más ordenado Goodman, más explosivo y variado Ball, que durante todo el combate tuvo que compensar la gran diferencia de alcance. El británico utilizó con frecuencia el uppercut de izquierda por dentro, alternando con efectivos golpes al cuerpo. Goodman, por su lado, también mostró buena variedad ofensiva: además de jab y directo, su izquierda al cuerpo puso en apuros a Ball en varias ocasiones, mostrando ser un rival nada dócil incluso en corta distancia.

El combate tuvo fases alternas de dominio. Ninguno de los dos posee una pegada fulminante, pero ambos demostraron una excelente mandíbula y resistencia. Tras un primer asalto agresivo de Ball, Goodman se hizo sentir con su jab, obligando al inglés a ajustar su estrategia durante un par de asaltos. A partir del cuarto, Ball comenzó a trabajar de manera constante con uppercut de izquierda y gancho de derecha, complicando la tarea del australiano. El jab de Ball también fue un golpe efectivo, aunque lo usó con más cautela dada su desventaja en altura. Muy móvil y bien equilibrado, Goodman supo mantener el nivel durante toda la pelea.

Varios asaltos resultaron difíciles de puntuar, especialmente en la fase intermedia, cuando ambos intercambiaron con intensidad: más constante Goodman, más llamativo Ball, cuyos golpes parecieron tener mayor impacto visual, en particular sus combinaciones al contraataque.

El último asalto, vibrante, vio a Goodman lanzarse con gran agresividad, conectando sólidas combinaciones de jab, directo y gancho, que pusieron en serios aprietos a Ball. El británico respondió cerrando la distancia y descargando ganchos y uppercuts en serie.

El combate terminó con una merecida ovación del público a ambos boxeadores, que ofrecieron una verdadera batalla, llena de intensidad y buenos golpes. En la lectura de las tarjetas, Ball fue declarado vencedor por decisión unánime: 117-111, 118-110 y 115-113. En opinión de quien escribe, las dos primeras tarjetas no reflejan en absoluto el desarrollo real de la pelea: si bien la preferencia puede ir hacia el trabajo de Ball —a quien yo también le habría dado la victoria—, 117-111 y 118-110 son puntuaciones que no describen un combate tan reñido, con muchos asaltos cerrados y fases alternas de dominio. Una pelea en la que Goodman le complicó la vida al campeón y demostró un boxeo de gran calidad.

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