El nuevo que avanza: entrevista triple a nuestros promotores emergentes

Desde hace mucho tiempo, los aficionados italianos al boxeo recuerdan con nostalgia los años dorados de nuestra noble arte: pabellones llenos, retransmisiones televisivas con audiencias récord, campeonatos mundiales organizados en nuestras ciudades… una realidad maravillosa que poco a poco se fue desvaneciendo. Sin embargo, en los últimos años algo está cambiando y, entre los artífices de este despertar —por ahora aún parcial, pero sin duda prometedor— se encuentran algunos promotores emergentes que, con sus ideas innovadoras y su valentía empresarial, han dado un soplo de aire fresco al movimiento.

Por ello, Boxe Punch ha decidido daros a conocer más de cerca la historia, las ambiciones y las perspectivas de tres figuras de primer plano que en el pasado reciente han dado nueva vida al boxeo en nuestro país. Se trata de Edoardo Germani, fundador del revolucionario organismo promocional TAF; Alessandra Branco (A&B Events y Team Magnesi), en cuyo ADN, por razones evidentes, residen los genes del gran boxeo; y Riccardo Bizzo, el jovencísimo y ambicioso presidente de Italian Ringside Promotions.

Así respondieron a las preguntas de nuestra entrevista. El orden de las respuestas, para no perjudicar a nadie, lo hemos alternado en cada cuestión.


¿Cómo y cuándo nació tu pasión por el boxeo? ¿Qué hizo saltar la chispa?

R. Bizzo: Mi pasión nació desde niño: mi padre también practicó boxeo y en 2010 abrió su primer gimnasio. Yo empecé cuando tenía 8 años, disputando unos 30 combates. Entre los 13 y los 18 años tuve el honor de hacer varias concentraciones con la selección nacional y de vestir la camiseta azzurra. Soy ganador de dos trofeos azzurrini y en uno de ellos vencí en la final a Cristian Zara.

A. Branco: Yo nací en este mundo. Tengo un padre que fue multicampeón mundial y vengo de una familia de boxeadores, entre ellos mi tío Gianluca, que fue campeón de Europa. Yo nací el 3 de enero de 1992 y mi padre, en febrero de ese mismo año, disputó su primer título italiano: esto explica mi vínculo con el boxeo. Soy una “hija del arte”, así que era imposible no recorrer este camino. Viví todos los combates de mi padre: primero durante las preparaciones, luego a pie de ring y después en los vestuarios. La pasión nació muy pronto dentro de mí y la cultivé con el tiempo, hasta que en 2011, con solo 19 años, emprendí la carrera de promotora. Hoy tengo 33 años y sigo haciendo lo que más amo en el mundo. Me levanto hablando de boxeo y me acuesto hablando de boxeo. Así que podéis entender que el boxeo forma parte esencial de mi vida.

E. Germani: Me enamoré perdidamente de este deporte cuando entré por primera vez en un gimnasio de boxeo y tuve la suerte de encontrar a mi maestro, Antonio Leva, que lamentablemente falleció hace poco más de un mes. Por un lado, me fascinó el aspecto técnico: siempre me gustó competir, venía de varios deportes practicados a nivel competitivo y el boxeo me dio algo que aún no había encontrado. Por otro lado, haber tenido la suerte de conocer al maestro Leva me permitió aprender no solo la parte técnica, sino también la mentalidad que hay detrás del boxeo, los valores que transmite este deporte. De ahí nació la pasión que después me llevó a crear TAF. En esa época hice sparring a buen nivel con muchos atletas y disputé una decena de combates amateur.

¿Cuándo decidiste convertirte en promotor? ¿Con qué ambiciones comenzaste tu camino en este rol?

E. Germani: Tuve la fortuna de recibir una llamada de Bellator, que ya no existe, pero que en aquel momento era la segunda federación de MMA del mundo. Vi desde dentro cómo trabajaban, tanto en el evento organizado en Milán como en el primero que hicieron en París. Y como tenía una pasión muy fuerte por el boxeo y me sentía algo desilusionado por ciertos eventos a los que había asistido, nació la necesidad de ponerme a prueba. Así empezamos a organizar directamente nosotros, a partir de nuestro primer evento en marzo de 2022.

R. Bizzo: Después de un periodo lejos del boxeo por mis decisiones profesionales, encontré nuevos estímulos con el profesionalismo, no en primera persona sino como entrenador/promotor. Ya soy técnico de primer nivel, pero viendo a tantos chicos con capacidad, motivación y grandes ambiciones, sentí que podía ofrecerles oportunidades que yo no tuve, permitiéndoles practicar boxeo a alto nivel con alguien que se interese personalmente por su carrera y los ayude a alcanzar el máximo según su potencial.

A. Branco: Como mencioné antes, empecé este camino en 2011. Acababa de terminar el tercer año de Economía y Comercio. No es que no me gustara estudiar, pero ya había entendido que mi camino sería otro. Fui a ver a mi padre al gimnasio y le dije: “Papá, el próximo año dejaré la universidad para dedicarme exclusivamente a la vida de promotora”. Él al principio era escéptico, porque siempre me dijo que el boxeo es un mundo de tiburones, aunque sea maravilloso. Además, es un mundo mayoritariamente masculino: creo que soy una de las pocas mujeres a nivel internacional que hace este trabajo, y no es fácil relacionarse profesionalmente en un ámbito dominado por hombres. Me dijo que no sería un camino sencillo, pero yo insistí: “Quiero hacer esto”. Mi primer evento lo organicé en Civitavecchia en noviembre de 2012 con la entonces “OPI 82” de Salvatore Cherchi. Organicé el Europeo de mi tío Gianluca, así que debuté con fuerza. Cherchi confió en mí y así empecé este recorrido.

¿Cuál es, entre los eventos que has organizado, el que más orgullo te produce y por qué?

A. Branco: Los eventos de los que me siento más orgullosa son dos en particular. El primero es la despedida del boxeo de mi padre Silvio, su último combate, válido por el Mundial Silver WBC del peso crucero, en el Estadio Fattori de Civitavecchia, contra Juho Haapoja. Era julio de 2013: era muy joven y organizar un evento internacional me hizo sentir enormemente satisfecha. Exactamente diez años después, en 2023, organicé el mismo título, el Mundial Silver WBC, esta vez del peso superpluma, entre Michael Magnesi y Ayrton Gimenez. Organizar ese título, diez años después, me hizo revivir emociones muy intensas y pensar: “Caramba, después de diez años sigo aquí, con otro título prestigioso”. Además conseguí traer a Italia a Masanori Rikiishi, cerrando una negociación con su equipo japonés; también traje a Khalil El Hadri el año pasado… He hecho mucho, pero esos dos eventos son los que más orgullo me han dado.

E. Germani: Cada evento me ha hecho sentir orgulloso a su manera. El último, sin duda, fue muy importante para nosotros, porque ahora empiezan a encenderse los focos sobre nuestro trabajo. Atraer a gente ajena al boxeo, hacer que se apasionen, que se diviertan y que sientan que han vivido una experiencia diferente es algo que me enorgullece mucho, también porque mi trabajo consiste en traer inversores al deporte. Muchas veces hablo con directores de marketing que, hasta que no lo ven en directo, no comprenden lo que estamos haciendo. Esta vez, todas las personas externas que logré llevar al evento las vi realmente felices y satisfechas. Pero cada uno de los eventos anteriores me enorgulleció a su manera. Recuerdo que el primero fue un reto enorme, especialmente porque un evento de boxeo tiene costes muy altos: realizarlo, sostenerlo y luego preparar el siguiente.

R. Bizzo: Sin duda el primero: para mí fue una experiencia nueva y un nuevo comienzo. Ya había participado en la organización de eventos mixtos amateur-pro, pero organizar personalmente una velada de profesionales con combates titulares es otra cosa: emocionante, adrenalínica y espectacular incluso para los no entendidos. El boxeo real, puro y duro.

¿Cuáles son, según tú, los ingredientes fundamentales para volver a llenar los pabellones como ocurría en Italia hace algunas décadas?

R. Bizzo: 1) Combates reales: ofrecer enfrentamientos competitivos, equilibrados y de resultado incierto (el boxeo puro y duro). 2) Implicación de los jóvenes: promover el deporte con estrategias y contenidos digitales para crear el público del mañana. 3) Contextos adecuados: elevar la calidad del evento (localización, montaje, producción) para convertirlo en un espectáculo de prestigio. 4) Valorización de los atletas: construir y narrar las historias de los boxeadores para generar personajes que atraigan interés y expectación.

A. Branco: Llevo muchos años intentando devolver el boxeo a un alto nivel. Otros muchos lo están intentando conmigo, y esperamos lograr volver a ver el interés que había antes. Necesitamos televisiones, medios de prestigio, periódicos importantes. No Rai Sport a las 22:30. No Mediaset 20 en diferido a las 23:30. No pequeñas redacciones. Necesitamos el Corriere dello Sport, la Gazzetta dello Sport, el Messaggero, Canale 5, Italia 1. Rai 1, Rai 2, Rai 3, Sky. En prime time y sobre todo en directo, porque todo lo demás no cuenta. Necesitamos combates reales, no espectáculos grotescos ni trash talking. Necesitamos personajes y campeones auténticos. Esas son algunas de las claves que podrían llevarnos, no ahora, pero dentro de varios años, a volver a ser lo que fuimos. Por ahora aún estamos muy, muy lejos.

E. Germani: Son más o menos los ingredientes que estamos intentando poner en práctica. Creo firmemente que la gente no es tonta, así que ofrecer eventos cada vez más interesantes y de resultado incierto es uno de los ingredientes. Después, la espectacularización del evento y, sobre todo, la comunicación previa, que marca la diferencia y puede convencer también a los no aficionados para llenar los pabellones. Dicho esto, siempre digo que no estoy inventando nada nuevo: antes era así, y en el resto del mundo los pabellones del boxeo están cada vez más llenos. Solo hace falta seriedad, constancia y seguir trabajando, porque el público aficionado existe, también en Italia. Depende de nosotros crear propuestas cada vez más divertidas e innovadoras.

¿Cuál es el mayor obstáculo para el desarrollo del boxeo de alto nivel en Italia?

E. Germani: Equivocarse en las propuestas, equivocarse en la seriedad, equivocarse en las relaciones humanas. Abrir una puerta es muy difícil, pero cerrarla es muy fácil. En una palabra: equivocarse.

R. Bizzo: Uno de los aspectos más perjudiciales para el público inexperto es la abundancia de siglas, títulos menores (a menudo auto-creados o de escasa relevancia internacional) y cinturones “adornados”, que dificultan distinguir un evento de alta calidad de uno de bajo perfil. El resultado es que el público pierde confianza en la seriedad de los eventos y se desincentiva a gastar en entradas. La pérdida de interés es consecuencia directa de la falta de eventos reales y de atletas de referencia con historias sólidas detrás. Sin inversión ni una programación constante de combates competitivos, entramos en un círculo vicioso: menos calidad → menos público → menos inversión. La ausencia de puntos de información claros e imparciales impide que el público se oriente. Los nuevos creadores de contenido están llenando el vacío, pero el proceso es lento. La falta de claridad sobre el valor de los cinturones y la importancia de los atletas alimenta la confusión y la desconfianza.

A. Branco: Según yo, el mayor obstáculo, como ya dije antes, es la falta de televisiones, medios y patrocinadores de alto nivel.

Para terminar, y agradeciéndote tu tiempo, te pedimos aventurarte en una predicción difícil: ¿cuántos años más tendremos que esperar para ver un Mundial de una de las cuatro principales organizaciones del boxeo celebrado en Italia? ¿Y quién lo organizará?

A. Branco: Esta pregunta es un poco picante. Michael Magnesi está muy cerca del Mundial WBC. Como sabéis, yo lo gestiono tanto a nivel promocional como de management. También soy su esposa. Podré parecer arrogante, pero creo que él es el único boxeador que realmente puede llegar al Mundial. Está a un paso: el próximo paso será la eliminatoria final contra Mark Magsayo, que es el número uno del ranking WBC, mientras que Michael es el número dos. El ganador de este combate, que tendrá lugar en enero de 2026, podrá enfrentar al campeón mundial WBC del peso superpluma. Así que Magnesi es el único que puede aspirar, en cuestión de meses, a un mundial. Para organizarlo en Italia necesitaré el apoyo de instituciones, patrocinadores, televisiones y periódicos importantes. Si todos estos factores van en sinergia, os aseguro que estaré dispuesta a traer el Mundial a Italia. A todos los demás los veo muy lejos de este objetivo.

E. Germani: No lo sé decir: en este momento no veo a un futuro campeón del mundo italiano, pero estoy seguro de que, dado que los atletas actuales están motivando también a las nuevas generaciones a practicar boxeo, lo tendremos en los próximos años. El número de niños de tres a doce años que se inscriben a cursos está aumentando continuamente: el boxeo vuelve a gustar. Y además estamos recibiendo más atención por parte de regiones, municipios y del Estado, que vuelven a valorar el boxeo como deporte educativo y formativo. Así que estoy seguro de que en los próximos años creceremos muchísimo y, en cuanto al Mundial… seremos sin duda nosotros quienes lo organicemos.

R. Bizzo: Espero ser yo quien lo organice. Mi objetivo es conseguirlo en tres años. Esta es mi gran ambición y espero poder llevarla a cabo.

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