La seriedad de Beterbiev y Bivol frente al espectáculo de Lenzi: la opinión de Sarritzu

Este fin de semana tendrá lugar uno de los combates más esperados de 2025: la revancha entre dos campeones, Artur Beterbiev vs. Dmitry Bivol. Un enfrentamiento que probablemente quedará como una verdadera reliquia en la historia del boxeo.

También nos hace reflexionar sobre el estado del boxeo italiano y los púgiles que representan nuestra bandera, quienes son prácticamente ignorados por las principales federaciones internacionales. Muy pocos están en el top ten, tan pocos que se pueden contar con los dedos de una mano.

Al mismo tiempo, nos recuerda que estas dos superestrellas rusas han alcanzado la cima absoluta de su deporte, disputando por segunda vez la unificación total de los cuatro títulos mundiales, ganando bolsas millonarias, sin necesidad alguna de recurrir a montajes mediáticos, grandes declaraciones o provocaciones burlonas hacia sus rivales.

Quiero subrayar que el boxeo es algo serio, un deporte que otorga valor a los logros y no a las palabras dichas en las redes sociales. Considero un error crear una imagen que virtualmente te haga parecer una superestrella cuando, en realidad, aún no has conseguido un gran trofeo en tu carrera pugilística.

En este momento, los resultados de prestigio de los púgiles italianos son escasos. Sin embargo, uno de nuestros prospectos más prometedores, Diego Lenzi—aún sin demostrar plenamente su valía—está llamando la atención más por su espectáculo al estilo americano que por sus actuaciones en el ring.

Personalmente, creo que su intento de atraer la atención presentándose como una estrella internacional es prematuro y exagerado por varias razones:

1) En Italia, los boxeadores que se comportan de manera arrogante con sus rivales suelen ser rechazados por la gente.

2) Si las palabras no van seguidas de hechos, acabas siendo ridiculizado. Los aficionados—especialmente cuando tienen hambre de victorias—nunca olvidan lo que un boxeador dice si luego no es capaz de respaldarlo en el ring.

3) Admito la astucia de quienes gestionan la carrera de Diego Lenzi al crear un personaje a través del ruido en las redes sociales, pero en esta difícil etapa para el boxeo italiano, creo que es contraproducente.

4) En este momento, nuestro boxeo necesita reconstruir su prestigio y su dignidad ante los ojos del mundo.

5) Es fundamental desarrollar una mentalidad orientada al futuro en el boxeo. En este sentido, felicito al presidente de la federación por haber tenido el valor de reformar el cuerpo técnico de la selección nacional con jóvenes entrenadores como Giovanni De Carolis y Clemente Russo, sentando las bases para un futuro próspero de victorias. Sin embargo, este impulso innovador debe apoyarse en valores tradicionales, tal como cualquier edificio moderno y vanguardista debe siempre estar cimentado sobre bases sólidas.

6) Por último, siempre he creído que en un deporte lleno de sacrificios, hablar poco y mantener la humildad en el día a día ayuda a concentrarse en alcanzar el objetivo. Un poco de osadía en los momentos oportunos puede ser útil para aumentar la confianza y afrontar los combates más importantes con la determinación adecuada. Pero quiero señalar que la gente solo recuerda el nombre de quien se convierte en Campeón, mientras que aquellos que construyen un rascacielos con palabras acaban siendo objeto de burla.

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